Editorial

2003-10-15 00:00:00

Ha concluido en el país una histórica y jornada de lucha del movimiento agrario y campesino del país, organizado en el CUNGA, y en el que la CCP ha jugado un rol trascendental. Sin embargo, es también el momento de plantearnos cuales son las perspectivas que se presentan de aquí en adelante para darle continuidad a nuestras luchas y seguir fortaleciendo nuestra fuerzas.

Una tarea inmediata es continuar difundiendo en todos los niveles la justeza del contenido de nuestra Plataforma Unitaria Agraria, que constituye a nuestro entender una expresión que recoge con amplitud la variada y diversa problemática de las diferentes agriculturas de la costa, sierra y selva de nuestro país. Desde la pequeña y mediana agricultura, la situación de las comunidades campesinas del Ande, hasta la compleja realidad de los productores de las cuencas cocaleras de la selva.

En concordancia con lo anterior, la necesidad de seguir impulsando con fuerza la organización de los CUNGAs departamentales, surge como otra tarea impostergable. Estas instancias de organización de base están llamadas a formular las propuestas de a los problemas del agro en las diversas regiones del país y a ponerse a la cabeza en la demanda de solución ante los gobiernos regionales; a plantear y emplazar a estas autoridades para que asuman que el proceso de descentralización debe tener en el desarrollo agrario uno de los pilares que le den sustento y viabilidad.

En este sentido, uno de los aspectos que debe merecer mayor atención es el tema de los presupuestos regionales y la inversión en el desarrollo agropecuario; y que ahora tiene como tarea inmediata exigir que el Presupuesto General de la República atienda estas demandas. Es un hecho que la gran mayoría de las regiones del país tienen en la actividad agropecuaria un eje central de su actividad productiva, que la mayoría de la población se ubica en las áreas rurales y depende del agro; y otro elemento determinante es que, la gran mayoría de esta población vive en condiciones de pobreza y extrema pobreza.

Hay que anotar que la demanda formulada en la Plataforma Unitaria Agraria, señala que la inversión pública debe dirigirse a las microcuencas, para la producción, transformación y comercialización de los productos agrarios de las comunidades campesinas, así como la inversión debe tener un contenido social, dirigido a la educación, salud, infraestructura vial en el ámbito rural. Por ello, la exigencia de incrementar el presupuesto público descentralizado para el sector agropecuario, es una justa demanda que debe ser encabezada por los CUNGAs departamentales.

El fortalecimiento de los CUNGAs desde las bases tiene que ir, sin embargo, de la mano con la consolidación de la institucionalidad del CUNGA Nacional. Ello supone, contar con sistema de dirección que le dé la estabilidad que requiere afrontar las nuevas tareas que se vienen por delante, dotarse de una estructura de organización nacional y establecer sus mecanismos de decisión democrática. En esta línea, surge también la necesidad de preparar la II Asamblea Nacional del CUNGA, del 17 de octubre, en la que –además de hacer el balance del paro- se reflexione y debata los mecanismos para abrir un proceso que con trabajo unitario logremos hacer del CUNGA un verdadero gremio de gremios.

Finalmente, una tarea a la que debemos abocarnos desde el CUNGA y la CCP, es la restitución del DS 041-AG-02, que dio nacimiento al verdadero Consejo Nacional de Concertación Agraria, CONACA; instancia que fue conquistada por el CUNGA y que ahora ha sido desnaturalizado por la Ley 26975 y su reglamento, emitido por el gobierno y aplicado por el actual ministro.

El verdadero CONACA tiene que reconstituirse con la auténtica representación de los gremios agrarios y campesinos organizados en el CUNGA y otros sectores de productores que estén por la defensa del agro nacional y por una nueva política económica que genere los recursos que el desarrollo agrario requiere. Ello pasa por continuar luchando por una reforma tributaria, la renegociación de los pagos del servicio de la deuda externa, la reducción de los gastos superfluos del Estado y la revisión de los contratos de estabilidad tributaria.

La aplicación de estas medidas permitirá contar con los recursos que el Estado requiere para invertir en el desarrollo agrario y de las comunidades campesinas. Y el verdadero CONACA, una vez reinstalado tiene que luchar para alcanzar estos logros, que están contenidos en nuestra Plataforma Unitaria Agraria. Tales son pues los retos que tenemos por delante, y el CUNGA como la CCP tenemos la obligación de darles continuidad. Estamos seguros que en el cumplimiento de estos nuevos retos que nos demanda el campesinado y productores agrarios, CONVEAGRO, como foro agrario, nos contribuirá a la formulación de propuestas y fortalecer la unidad. Es así como creemos que CONVEAGRO también se fortalecerá.