2003-10-07 00:00:00

Ninguna duda cabe que uno de los principales responsables de la crisis que agobia hoy la hermana república de Argentina fue el régimen del corrupto Carlos Menem, en complicidad con las políticas del Fondo Monetario Internacional, FMI. Al igual que Fujimori, Menen fue uno de los más aplicados discípulos del FMI en la aplicación de las recetas neoliberales, que luego terminarían hundiendo a los argentinos en una de las crisis económicas más dramáticas que hayan atravesado.

Tras llegar al gobierno el nuevo mandatario Néstor Kirchner, ha tenido que afrontar las consecuencias de la crisis económica del país del Plata y por supuesto, no sólo enfrentar las demandas de los sufridos argentinos, sino también las presiones de los poderes políticos que encarnan tercamente el neoliberalismo.

Y por supuesto, ha tenido que negociar con el FMI un programa económico que ayude a salir de la crisis. Si bien la actitud del nuevo mandatario argentino no significa necesariamente una posición radical, sí hay que reconocerle su postura frente al organismo financiero multinacional, que ha pretendido seguir imponiendo sus recetas neoliberales.

Una de ellas ha sido el incremento de las tarifas de los servicios públicos. Es decir, seguir acogotando a la población, que ha visto diezmada su capacidad adquisitiva con la crisis económica. Asimismo, ha pretendido que Argentina pague puntualmente unos 2 mil 900 millones de dólares al FMI por concepto de pago de deuda externa.

Frente a ello, Kirchner está muy firme en plantear la imposibilidad de firmar un acuerdo con el FMI que deteriore el incipiente desarrollo que busca impulsar en Argentina, y tampoco ha aceptado afectar sus escasas reservas para cumplir con el vencimiento de la deuda. Las negociaciones se han tornado muy duras entre el gobierno argentino y el FMI. Sin embargo, hay que destacar la actitud del presidente argentino, de poner en cuestión el pago de la deuda externa.

Ello demuestra pues, que la deuda no es intocable, y que al igual que la gran mayoría de las organizaciones populares del Perú, esta es una demanda que cada vez cobra mayor vigencia en América Latina. Ojalá el gobierno de Toledo aprenda de esta conducta de su colega Kirchner y entienda que es imposible salir de la crisis económica si seguimos fielmente pagando una deuda inmoral.