Gobierno aprista sigue tiñéndose de sangre campesina
Alan García y su gobierno no han olvidado sus viejas costumbres de teñirse las manos con sangre campesina. En apenas 48 horas del paro nacional agrario, lejos de atender las justas de mandas de millones de productores y campesinos, su régimen ha cobrado cinco vidas humanas. Y no contento, con ello, su escudero, Jorge del Castillo, sale todavía a pedir más represión, como si de esa manera va a poder tapar su inmensa incapacidad, tan grande como la vocación criminal de este régimen.
Alan García cree que el poder económico y político de la derecha neoliberal para la cual gobierno, le abre las puertas para desatar las más brutal represión contra los agricultores y el campesinado. Cree que con su arrogancia, prepotencia, tan grande como su comprobada ineptitud para conducir los destinos de un país, puede ordenar estados de emergencia, bajo cuyo amparo las fuerzas policiales asesinan a mansalva.
Cree que así podrá evitar que no solo el campesinado sino muchas otras fuerzas sociales desplieguen sus banderas de lucha y decidan denunciar el carácter cada vez más fascistoide de su gobierno. Por ello, no se cansa de provocar a los maestros, a quienes insulta cada vez que quiere, como antes lo hizo con los médicos, o como finalmente lo ha hecho con todos los peruanos que defendemos nuestros recursos naturales a quienes nos considera “perros del hortelano”.
El gobierno de García no solo ha sido incapaz de escuchar y solucionar las demandas del campesinado y los productores agropecuarios. Ha recurrido una vez a la mentira procaz, a través de su ministro de Agricultura, el banquero Benavides, para quien el paro agrario “ha sido un fracaso”; así como a la ceguera crónica de quien funge dizque de ministro de Interior, quien salió a decir que en las carreteras “estaba todo normal”, mientras Alan García y Del Castillo, se veían obligados a declarar el Estado de Emergencia, como única forma de frenar la protesta agraria y campesina.
En dos días de paro nacional agrario, las fuerzas policiales, han asesinado a cuatro hermanos nuestros: a Julio Roca Rojas, en Barranca; Emiliano García, Rubén Pariona, y un productor en Arequipa; y han dejado entre la vida y la muerte al estudiante Edgar Huayta Sacsara en Ayacucho. Así responde el Apra nuestras demandas en vez de solucionarlas. Estos asesinatos se han hecho al amparo del Decreto Legislativo 982, dado por García que permite a la policía disparar sus armas de reglamento contra quienes realicen manifestaciones o cualquier otro acto de protesta, garantizándoles la impunidad, bajo la figura de ser "ininputables".
La CCP no solo condena estos actos criminales del gobierno de Alan García y Jorge del Castillo, sino que exige una profunda investigación para identificar a los policías asesinos y sancionarlos como corresponde. Exige también la renuncia inmediata del ministro de Agricultura Ismael Benavides y del primer Ministro Jorge Del Castillo, este último verdadero instigador de la violencia contra el campesinado. Exige asimismo, que se atienda nuestra plataforma unitaria agraria, y llama a sus bases y a las organizaciones agrarias y campesinas a prepararnos para retomar nuestras acciones de lucha porque este gobierno ha hecho de la mentira y las promesas incumplidas su sello de identidad.
¡ Viva el paro nacional agrario y campesino!
Vivan las comunidades campesinas!
¡Abajo el gobierno neoliberal, incapaz y criminal de Alan García!
¡Gloria eterna a los héroes del campesinado caídos en el paro nacional agrario!.
Lima, 20 de febrero del 2008