Los abusos de las empresas privadas contra las comunidades campesinas no tienen cuando acabar, y lo que es peor, las autoridades se hacen de la vista gorda y los oídos sordos a las fundamentadas denuncias que hacen los perjudicados. Este es el caso de la Comunidad Campesina de San Lucas de Colán, provincia de Paita, en Piura, donde la Empresa Olympic viene explotando un lote petrolero de más de 30 mil hectáreas y apenas paga a la comunidad la irrisoria suma de 2,540 dólares anuales.

Incluso la presencia de esta petrolera no se ajustó la ley, pues el contrato a todas perjudicial para la comunidad se firmó con la presencia de solo 150 comuneros de un total de 3,500. La empresa no cumple con electrificar los centros poblados que se ubican en el área de explotación; tampoco con el arreglo de puentes y caminos que son malogrados por sus pesadas unidades; y menos con los programas de apoyo social y oferta laboral, pues los pocos que son contratados trabajan más de 12 horas y reciben pagos de 20 a 30 nuevos soles.

El Frente de Defensa de Pueblo Nuevo de Colán, sede de la comunidad, que preside Francisco Mogollón Coronado, ha hecho las denuncias con los fundamentos del caso ante diferentes instancias del Estado, como son el gobierno regional, el ministerio de Energía y Minas, el Congreso de la República, a la ministra de Trabajo, incluso ante la Defensoría del Pueblo, pero no hay respuestas ante estos atropellos de la petrolera Olympic.

Según el Frente de Defensa, la empresa tampoco cumple con informar acerca de la cantidad exacta de petróleo que viene explotando, pues de esa manera también evade pagar impuestos y tributos. Lo cierto es que en la comunidad de San Lucas de Colán, se está gestando el descontento por parte de los comuneros y en cualquier momento el conflicto puede estallar, y allí las autoridades que hasta se niegan a fiscalizar a la empresa Olympic tendrán que asumir su responsabilidad.