El doctor García necesita un asesor en economía, otro en historia del Perú y otro en literatura peruana. Avisen a todos los profesores de secundaria, ¡pronto!
En efecto, este domingo 28, escribió un artículo plagado (o pagado) de inepcias que parecen dictadas por un malvado que quiere desacreditar al Presidente de la República. Dice, por ejemplo, repitiendo a algún columnista desequilibrado, que las comunidades campesinas fueron “una creación del virrey Toledo para arrinconar a los indígenas en las tierras no productivas.”
Primera noticia. ¿No sabe el doctor García que el ayllu peruano existió mucho antes de la llegada de los españoles? ¿No ha oído hablar –no le exijo que los haya leído– de los libros de José María Arguedas La evolución de las comunidades indígenas y Las comunidades de España y del Perú, con que el gran peruano se doctoró en San Marcos?. Lo que hizo el virrey Toledo, señor Presidente, fue unificar ayllus en comunidades en vista de la despoblación de aquellos, debido a enfermedades importadas –una especie de TLC bacteriano– frente a las cuales nuestros antepasados no tenían defensa.
Después, virreyes, libertadores, presidentes, gamonales y mineros han querido destruir las comunidades campesinas. ¡Y no han podido! El testimonio de las luchas épicas de los comuneros está, por ejemplo, en El mundo es ancho y ajeno del gigante Ciro Alegría, y en la saga apasionada y apasionante creada por Manuel Scorza. Léalos, doctor García. Le van a gustar. También le recomiendo, respecto a comunidades, Por la emancipación de América Latina y Construyendo el aprismo de Víctor Raúl Haya de la Torre, y, desde luego, los 7 Ensayos de José Carlos Mariátegui.
No desempeñe el papel del maestro Ciruela, que no sabe y pone escuela. No vaya a ser que alguien proponga someterlo a una segunda evaluación –después de la que le hacen padecer las encuestas. Pregunte, a quienes le malaconsejan, qué proponen hacer con las 5,700 comunidades realmente existentes. ¿Quizás venderlas a chilenos?.
Otra preguntita: ¿por qué en toda la extensión de su Plan de Gobierno, editado por el APRA, no hay una sola palabra sobre las comunidades?. Hay otros olvidos en ese Plan. Ahora saca usted del sombrero la idea de las grandes centrales hidroeléctricas, idea más vieja que el APRA pero que usted cree que sólo las pueden hacer “grandes capitales privados o internacionales”. ¿Chilenos, por ejemplo?
Sus ideas sobre educación deberían, por otra parte, ser confrontadas con las prácticas en la Universidad Villarreal, donde el sábado último atropellaron a cientos de maestros que estudian para evaluación y donde los búfalos –más bestias que nunca– amenazan con expulsar a todos los “rojos”.