América Latina se prepara para conmemorar el 40 aniversario del asesinato del guerrillero heroico, Ernesto Che Guevara, uno de los líderes de la revolución cubana que llevó su lucha libertaria no solo Bolivia, sino hasta África, en donde participó en diversas guerras de independencia.

El acto central tendrá ha tenido lugar el lunes 8 de octubre, como cada año, en el Memorial “Che Guevara de Santa Clara, la céntrica ciudad cubana en donde el guerrillero dirigió la última batalla contra el dictador Fulgencio Batista, y a la que siempre sintió gran apego también por motivos personales, ya que su segunda esposa, Aleida March, es oriunda de allí.

Los restos del Che, junto a los de otros guerrilleros que también perdieron la vida en Bolivia, reposan desde que fueron hallados en una fosa común en la localidad boliviana de Vallegrande, en 1997, en el mausoleo de Santa Clara, un conjunto monumental que desde su inauguración en diciembre de 1988 ha recibido ya la visita de casi dos millones de personas.

Los homenajes comenzaron el 30 de setiembre y se extenderán hasta el 14 de junio de 2008, día en que el Che habría cumplido 80 años y que pondrá fin al \"Año Guevariano\". Contemplarán conferencias, conciertos, exposiciones, documentales y actos públicos en recuerdo del guerrillero heroico.

El homenaje de Fidel

El comandante Fidel Castro, se unió a los homenajes al Che, a través de una carta que fue leída en Santa Clara y publicada por varios medios cubanos e internacionales.
“Hago un alto en el combate diario para inclinar mi frente, con respeto y gratitud, ante el combatiente excepcional que cayó un 8 de octubre hace 40 años”, señala el jefe de la revolución cubana.

Agrega que este homenaje es “Por el ejemplo que nos legó con su Columna Invasora, que atravesó los terrenos pantanosos al sur de las antiguas provincias de Oriente y Camagüey perseguido por fuerzas enemigas, libertador de la ciudad de Santa Clara, creador del trabajo voluntario, cumplidor de honrosas misiones políticas en el exterior, mensajero del internacionalismo militante en el este del Congo y en Bolivia, sembrador de conciencias en nuestra América y en el mundo”.

“Le doy las gracias por lo que trató de hacer y no pudo en su país de nacimiento, porque fue como una flor arrancada prematuramente de su tallo. Nos dejó su estilo inconfundible de escribir, con elegancia, brevedad y veracidad, cada detalle de lo que pasaba por su mente. Era un predestinado, pero él no lo sabía. Combate con nosotros y por nosotros”, concluye la misiva de Fidel.