2007-09-04 00:00:00

La constitución de Forsur, organismo encargado de asumir la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto (salvo Huancavelica y Ayacucho), deja claras varias cosas.

1) Quieren sujetar el proceso y las medidas que se adopten al control absoluto del gobierno de García y sus socios, los talibanes neoliberales o fujimoristas de la gran empresa privada (como PPK y Chlimper). Para ello se han asegurado que la suma de los ministros y los empresarios sea mayoría absoluta en la dirección de Forsur, para someter a las autoridades regionales y locales, dejando de lado a las fuerzas sociales. Han colocado en la presidencia a Julio Favre, un personaje autoritario, intolerante y vertical. No sólo encabezó la campaña contra la CVR y defendió la amnistía a los criminales del grupo Colina, sino que parece haberlo hecho por razones hasta personales, pues se le imputa –durante el período de la violencia– haber puesto Atahuampa, su granja avícola en el norte chico, como sede operativa de grupos militares involucrados en la detención-desaparición de varias personas, incluidos el periodista Pedro Yauri y el alcalde de Huaura. Hoy es parte de un grupo de \"consejeros\" presidenciales que se reúnen con García periódicamente, vinculados al directorio de FORZA, la tenebrosa empresa de seguridad privada –vinculada a marinos retirados y a servicios de inteligencia– que sirve a Yanacocha, la rica empresa minera de oro de Cajamarca, involucrada en el seguimiento y las amenazas al Padre Arana y a los ronderos que se enfrentan a la contaminación y los abusos del poder minero.

2) Quieren absoluta libertad de acción y ausencia de controles efectivos o responsabilidades penales ante irregularidades o ilícitos que se cometieran. Por ello, todo el cuento de que los empresarios que integren Forsur no son funcionarios públicos. ¿Este no fue el mismo cuento de Santiago Fujimori y de Montesinos durante el gobierno de la mafia fujimorista, que no eran funcionarios, que trabajaban ad honorem, pero lo decidían y manejaban todo sin marcos regulatorios legales y controles? Y sabemos a dónde nos lleva este asunto. A la falta de controles y de transparencia en los procedimientos. ¿No acabamos de ver lo que pasó con el \"shock de inversiones\" convertido en \"shock de coimisiones\"? ¿No estamos viviendo los escándalos en las compras de patrulleros, paralizadas hace más de un año? ¿No aparece García avalando la compra –haciendo gala de cuán buena es la comida china– y después avalando la anulación del compra, siempre y cuando su actitud omnipotente le cubra las espaldas a su ministro Alva? ¿No basta lo vivido para saber a dónde vamos?

3) Como un buldózer, el gobierno aprofujimorista y sus socios de la gran empresa pretenden convertir el terremoto del 15 de agosto en una oportunidad para imponer políticas que el país ha rechazado en las urnas, en las encuestas y en las luchas sociales. Es decir, imponer un modelo de reconstrucción de Pisco, Chincha, Ica y Cañete que apunta a privatizarlo todo, a convertir la reconstrucción en un espacio de negocios para determinados grupos: concesión de carretera, privatización de aeropuerto, privatización del puerto, construcción de viviendas subsidiadas por el Estado en mano de grandes constructoras, y hasta la instalación de la petroquímica –que habían prometido desarrollar en Moquegua o en Arequipa– en esta zona, pero con nuevos incentivos que les permitirán a los empresarios fijar sus precios y manejar su negocio con mayores prebendas, menores regulaciones del Estado y absoluta libertad en el manejo del recurso y sus destinos.

4) Ica, el departamento \"modelo\" de pleno empleo, con 42% de población en pobreza, y largamente más en desempleo y subempleo sin derechos elementales, con viviendas y servicios precarios hoy devastados, seguirá siendo un laboratorio neoliberal. Para ello, hay que marginar a la gente del planeamiento y la decisión sobre el modelo y los planes de reconstrucción, hay que anularle su capacidad de control y decisión, hay que convertirla en mera receptora de ayuda, recepcionista pasiva, pero no en actor del proceso que definirá las sociedades locales y regionales en que han de vivir. Cuando el presidente regional reclamó sobre las responsabilidades que le competen por ley y los canales que le corresponden fue brutalmente arrinconado y Favre hasta se dio la parte de decir que gracias a él se incluyeron autoridades regionales y locales en Forsur. O sea que la cosa era más burda y centralista todavía. Numerosas organizaciones sociales, eclesiásticas, y populares de Ica han reaccionado frente al tema, pero son silenciadas por los medios frente al remedio oficial.

Forsur en realidad trata de FORZA…R. Es una reedición de viejos estilos tradicionales y autoritarios que, en los lamentables casos de Ancash o Arequipa ante desastres naturales, fueron un fracaso y centro de corruptelas que hoy se lamentan. Una expresión más del mimetismo de García y los estilos verticales y autoritarios de Fujimori (quien, dicho sea de paso, parece esperar –ante la pasividad cómplice de las autoridades peruanas que cogobiernan con él– un ansiado fallo que le permita evadir responder ante la justicia). ¡Qué triste ver que la desgracia de muchos se use como la oportunidad y la capacidad de decidir de unos pocos!