2003-11-25 00:00:00

PRONUNCIAMIENTO

1. La juventud campesina peruana, es el sector de la población que más sufre los efectos de la discriminación y marginación, tanto de la política de estado como de la sociedad. Esta exclusión y desigualdad es evidente en la joven mujer, por la falta de oportunidades en el acceso a la tierra, trabajo, educación, infraestructura social, desconocimiento de su aporte económico al hogar, a la sociedad y sus escasas posibilidades de crecimiento en forma independiente.

2. Los pequeños y medianos agricultores de nuestro país, constituyen la gran mayoría de las familias campesinas, que producen la tierra para la subsistencia en creciente deterioro. Busca amoldarse al desarrollo del capital que avanza en desmedro del mundo andino. Este proceso desarticula las estructuras productivas y las caídas de los indicadores sociales por el crecimiento cuantitativo de la familia, donde el joven se incorpora a la estrategia de vida familiar campesina, participando en la producción, con la migración y el desempleo.

3. En estas condiciones, la pequeña y la mediana agricultura, no esta en condiciones de diseñar en corto plazo, estructuras productivas especializadas en complejos agroindustriales, donde se necesita trabajadores rurales asalariados, sobre todo jóvenes y mujeres desocupadas, por eso es factible impulsar las asociaciones de jóvenes, familias y agricultores en pequeñas empresas campesinas.

4. Nuestra agricultura atraviesa una profunda crisis, por eso la educación debe orientarse a este sector, para que los Institutos Superiores Tecnológicos Agropecuarios, Agromecánicas y Centros de Capacitación, puedan trabajar para elevar la productividad y promover la organización de los jóvenes para que puedan trabajar en las parcelas de sus padres.

5. Es importante promover y fomentar los programas de investigación, para que las organizaciones de jóvenes campesinos puedan participar con la ayuda de las instituciones públicas y privadas, como las ONGs, Universidades y organizaciones internacionales que luchan contra la pobreza, capacitado líderes para el desarrollo del agro, participando en el análisis, formulación, publicación y difusión de las fuentes de tecnología adecuada, ecuación y cultura para el desarrollo del agro.

6. El objetivo fundamental es mejorar el nivel de vida de la familia campesina, mediante el fomento del crédito y la asistencia técnica para los pequeños agricultores, para los programas de artesanía donde puedan participar las mujeres jóvenes en la fabricación de colchas, manteles, fajas, ponchos, etc., para proyectos productivos, tales como: crianza de aves y cerdos, cultivos de hortalizas y plantas medicinales, también para las familias en la capacitación técnica productiva de avicultura, apicultura, floricultura y piscicultura, ferias de productos de artesanía, manualidades, cocina, nutrición, etc.

7. La Organización de la Juventud campesina es muy incipiente, requiere en el momento actual su fortalecimiento, como herramienta que puede ser usado para prevalecer sus principales derechos a la tierra, trabajo, educación e instituciones sociales, a partir del análisis política, concientización y desarrollo de sus miembros, que respeta los valores y la recuperación y apoyando a las movilizaciones populares.

8. La juventud campesina en el momento actual tiene desafíos muy grande que superar, como las diferencias ideológicas, dificultades por la distancia territorial y la escasez de recursos económicos. También son limitantes cuando sólo se atiende a las reivindicaciones inmediatas y no los de largo plazo. También la falta de organizaciones sólidas de base con naturaleza independiente, democrática y progresista, donde se puede juntar los problemas rurales y urbanos, sociales y políticos, estudiantes y productivas.

9. Un sector de la Juventud peruana se organizó con el triunfo de Alejandro Toledo en el Concejo Nacional de la Juventud-CONAJU- como fuerza de la transición democrática, pero desde su constitución a la fecha, no suena ni truena, no recoge las principales demandas de la juventud en general y de la juventud campesina en particular, de esta constatación surge la necesidad de promover una organización con alternativas democráticas y progresistas.

10. Para la juventud campesina es urgente forjar dicha organización como parte del movimiento popular en su lucha por el cambio de la política neoliberal, por la reactivación del agro, por una educación para el desarrollo, por la reforma tributaria, contra la corrupción y la impunidad, por una vida digna con el respeto de los derechos humanos sin discriminación alguna.

11. Las organizaciones de jóvenes campesinos tenemos que demostrar a las comunidades campesinas y la sociedad en general, que podemos constituir y sostener su funcionamiento sobre la base de los ejes del trabajo, la educación adecuada para el desarrollo. El logro de los resultados concretos de estas acciones son las herramientas efectivas para nuestra consolidación, en todos los niveles de nuestras organizaciones juveniles.

12. Las organizaciones de jóvenes campesinos debemos estar incorporadas en las políticas de desarrollo rural que estén orientados a un crecimiento equitativo de largo plazo, donde las generaciones de jóvenes debemos adoptar una posición política que priorice el desarrollo alternativo del campo, donde los jóvenes sean beneficiarios y actores del desarrollo estructural, conservando el medio ambiente, respetando los derechos humanos y cultivando la igualdad, libertad y solidaridad.

Lircay, 27 de setiembre del 2003