2003-10-17 00:00:00

Para el movimiento campesino peruano y grario, el Paro Agrario del 25
y 26 de setiembre del 2003, ha significado el comienzo de jornadas de
lucha y de acciones; con el propósito de sembrar semillas, que
contribuyan a reconquistar nuestros derechos, que han sido olvidados y
excluidos por diferentes gobierno de turno. Esto, se agudiza con la
implementación de la política neoliberal y el libre mercado; que ha
puesto en crisis la institucionalidad de la Comunidad Campesina, que
ha pretendido mercantilizar la tierra ( la Pachamama o madre tierra) y
ahora pretende mercantilizar el agua y los recursos naturales; que son
fuente de la vida de los seres humanos, de las plantas y de los
animales.

Sin embargo las Comunidades Campesinas y los pequeños productores;
continúan resistiendo y juegan un rol muy importante en el control de
los recursos y alimentan pueblos, y abastecen los mercados regionales
y locales. Pero, este aporte de los campesinos y pequeños productores
a la seguridad alimentaria, nunca es tomado en cuenta por el Estado
Peruano y por los diferentes gobiernos de turno. Mas al contrario dan
prioridad grandes poderes económicos como al Grupo Romero (principal
importador de trigo); producto de ello hoy los peruanos consumimos más
alimentos importados y por tanto damos más trabajo e incrementamos los
bolsillos de los importadores y de las grandes empresas
transnacionales; o simplemente hasta ahora nos vienen vendiendo el
falso discurso, que la solución del problema del agro, está en la
exportación y en el mercado externo.

Entonces, el Paro Unitario Nacional Agrario; convocado por Comité
Unitario Nacional de Gremios Agrarios (CUNGA), bajo la iniciativa de
la Confederación Campesina del Perú (CCP); abre el camino de luchas,
de acciones y de propuestas; para la viabilidad de la pequeña
producción y la Comunidad Campesina. Por tanto los campesinos y las
campesinas tenemos que ser conscientes que sólo con las luchas y
movilizaciones, haremos ver al Gobierno y a la sociedad en general,
que los agricultores y los campesinos somos importantes para seguridad
alimentaria y cuidado del medio ambiente.

Igualmente con la lucha, hemos puesto en la agenda nacional: el
incremento de la inversión pública al sector agropecuario, no a la
privatización ni a la concesión del agua, transformación de Agrobanco
en Banca de Fomento, defensa de la producción de la nacional a través
de aranceles escalonados, precios justos de los productos
agropecuarios, seguridad jurídica del territorio y tierra de las
Comunidades Campesinas, no a la erradicación forzosa de la Hoja de
Coca promovida por la DEA y entre otros.

Ahora en la CCP después de esta jornada de lucha, estamos embarcados
en hermanar la lucha en el ámbito internacional; por ello este 21 al
23 de octubre del año en curso, estaremos compartiendo los dirigentes
y lideres campesinos, en el II Foro Andino; convocado por la
Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC)
Secretaria Andina. Entonces hermanos, continuemos globalizando las
luchas y la esperanza, como alternativa frente a la política
neoliberal y al ALCA proyecto anexionista de Estados Unidos, que
pretende desaparecer las Comunidades Campesinas y las pequeñas
economías de nuestro país.