2003-10-15 00:00:00

Para el movimiento campesino peruano y grario, el Paro Agrario del 25 y 26 de setiembre del 2003, ha significado el comienzo de jornadas de lucha y de acciones; con el propósito de sembrar semillas, que contribuyan a reconquistar nuestros derechos, que han sido olvidados y excluidos por diferentes gobierno de turno. Esto, se agudiza con la implementación de la política neoliberal y el libre mercado; que ha puesto en crisis la institucionalidad de la Comunidad Campesina, que ha pretendido mercantilizar la tierra ( la Pachamama o madre tierra) y ahora pretende mercantilizar el agua y los recursos naturales; que son fuente de la vida de los seres humanos, de las plantas y de los animales.

Sin embargo las Comunidades Campesinas y los pequeños productores; continúan resistiendo y juegan un rol muy importante en el control de los recursos y alimentan pueblos, y abastecen los mercados regionales y locales. Pero, este aporte de los campesinos y pequeños productores a la seguridad alimentaria, nunca es tomado en cuenta por el Estado Peruano y por los diferentes gobiernos de turno. Mas al contrario dan prioridad grandes poderes económicos como al Grupo Romero (principal importador de trigo); producto de ello hoy los peruanos consumimos más alimentos importados y por tanto damos más trabajo e incrementamos los bolsillos de los importadores y de las grandes empresas transnacionales; o simplemente hasta ahora nos vienen vendiendo el falso discurso, que la solución del problema del agro, está en la exportación y en el mercado externo.

Entonces, el Paro Unitario Nacional Agrario; convocado por Comité Unitario Nacional de Gremios Agrarios (CUNGA), bajo la iniciativa de la Confederación Campesina del Perú (CCP); abre el camino de luchas, de acciones y de propuestas; para la viabilidad de la pequeña producción y la Comunidad Campesina. Por tanto los campesinos y las campesinas tenemos que ser conscientes que sólo con las luchas y movilizaciones, haremos ver al Gobierno y a la sociedad en general, que los agricultores y los campesinos somos importantes para seguridad alimentaria y cuidado del medio ambiente.

Igualmente con la lucha, hemos puesto en la agenda nacional: el incremento de la inversión pública al sector agropecuario, no a la privatización ni a la concesión del agua, transformación de Agrobanco en Banca de Fomento, defensa de la producción de la nacional a través de aranceles escalonados, precios justos de los productos agropecuarios, seguridad jurídica del territorio y tierra de las Comunidades Campesinas, no a la erradicación forzosa de la Hoja de Coca promovida por la DEA y entre otros.

Ahora en la CCP después de esta jornada de lucha, estamos embarcados en hermanar la lucha en el ámbito internacional; por ello este 21 al 23 de octubre del año en curso, estaremos compartiendo los dirigentes y lideres campesinos, en el II Foro Andino; convocado por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) Secretaria Andina. Entonces hermanos, continuemos globalizando las luchas y la esperanza, como alternativa frente a la política neoliberal y al ALCA proyecto anexionista de Estados Unidos, que pretende desaparecer las Comunidades Campesinas y las pequeñas economías de nuestro país.