Una estrategia para la seguridad alimentaria y el uso sustentable de los recursos

2007-12-22 00:00:00

Para quienes algo conocimos sobre cómo se gestó la propuesta para el Manejo Integral de la Microcuenca de Jabón Mayo, siempre será grato retornar diez años después para conocer los avances de esta experiencia de desarrollo rural sostenible, que hoy busca extenderse a otros lugares del país; y la visita a la zona programada durante en el taller de contrapartes de FOS en el Cusco, fue la oportunidad de volver a recargarnos de ese aire puro y fresco de aquellos parajes, y de contagiarnos de las esperanzas de sus mujeres y hombres que de a poco van haciendo realidad el sueño de una vida más digna y más justa, en aquellas tierras de Túpac Amaru y Micaela Bastidas.

La Microcuenca de Jabón Mayo, ubicada en la provincia de Canas, comprende 11 comunidades campesinas de los distritos de Pampamarca, Túpac Amaru y Yanaoca, que se ubican entre los 3790 y 4525 m.s.n.m. Y a diferencia de años atrás, ahora una pista asfaltada nos permite llegar con rapidez, primero hasta el distrito de Pampamarca, desde donde ya se puede apreciar la hermosura de una de sus lagunas. Y es en ese distrito en el que empezamos a apreciar una de las experiencias más importantes en materia de transformación y comercialización de productos lácteos, que desde hace más de diez años viene implementando la Federación Departamental de Campesinos del Cusco, FDCC, la Federación Provincial de Campesinos de Canas, con el apoyo del Instituto para una Alternativa Agraria, IAA de Cusco.

La encargada de compartirnos su experiencia es Alodia Lazo Flores, quien fue una de las primeras yachachiq agrícola, que dirige esta experiencia y ha conformado una microempresa junto con otras cinco socias, que abastece al programa del Vaso de Leche del municipio de Pampamarca con yogurt, quesos y mermeladas. Además de invitarnos a probar la delicia de sus productos, Alodia, respondió con entusiasmo todas las inquietudes que le plantearon sobre todo los hermanos bolivianos y ecuatorianos que nos acompañaban.

Con el paladar aún saboreando los productos de Alodia, llegamos luego hasta el anexo Iromocco, donde ya nos esperaba otro experto yachachiq, Edilberto Cusi Ccapatinta, quien nos explicó toda la experiencia que viene desarrollando con la instalación de pastos mejorados, que le ha permitido reemplazar su antiguo ganado vacuno criollo con otros de raza mejorada, como son las vacas lecheras brownswis. Nos habló también sobre cómo había optimizado el uso del agua a través de los sistemas de riego tecnificado con aspersores. En efecto, muchos de los terrenos que hace años producían solo pastos naturales han dado paso a ahora al verdor de la alfalfa asociada al rye grass y al trébol.

Otras experiencias similares nos esperaban también en la comunidad de Jilayhua, donde pudimos compartir la gestión de predios familiares, que conduce Teodoro Ccatunta y Segundina Espirilla, y que complementan con actividades transformación de productos lácteos. Junto a un fitotoldo o invernadero, Teodoro nos muestra el manejo de su bío huerto que con el riego por aspersión le permite durante todo el año cultivar hasta trece especies de hortalizas, que no solo le sirven para mejorar la alimentación de su familia sino incluso generarse algunos recursos para la economía familiar.

Las nuevas tecnologías de energía solar, biodigestores y viviendas saludables

En la vivienda de Teodoro y Segundina empezamos apreciar cómo vienen aplicando las nuevas tecnologías apropiadas en base a la energía solar, que les permite contar con agua temperada para el uso familiar. El ingeniero responsable de acompañar estas experiencias nos explica el funcionamiento de un colector solar y cómo se utilizan los materiales de la zona para reducir sus costos.
Otras de las experiencias más destacadas es sin duda la de Leonidas Ccoto Pauccara, a través de la implementación de las viviendas saludables, en la que se complementan diversas tecnologías energéticas y productivas. En efecto, en su vivienda cuenta con un sistema de agua caliente que utiliza el calor de una termo cocina o cocina mejorada, y un sistema de terma solar. Nos explica también el funcionamiento de los baños secos, que además le permite implementar un sistema de fitotratamiento de aguas servidas, que luego purificadas, las utiliza en el riego de sus pastos mejorados.

Una de las experiencias que más se viene difundiendo en la microcuenca en materia de energía renovable son los biodigestores, una tecnología que permite la producción de biogás para las cocinas y, y al mismo tiempo obtener materia orgánica para ser utilizada como abono natural. Las cocinas solares forman parte también de estas experiencias, las mismas que son producidas por los jóvenes alumnos –varones y mujeres- del Yachaywasi que ha implementado el IAA en Yanaoca.

Los Centros Comunales de Seguridad Alimentaria

Muchas de las experiencias que complementan las tecnologías productivas, conservacionistas y de transformación, como ya lo señalamos, se enmarcan en una concepción de seguridad alimentaria; y uno de los puntales de la misma es la implementación de los Centros Comunales de Seguridad Alimentaria, CECOSA, que se abastecen de productos totalmente orgánicos.

Justamente, fueron las compañeras del ECOSA Parroquial de Yanaoca, las que se encargaron de mostrar todas sus virtudes en el arte de la cocina, con un exquisito almuerzo que nos dejó más que satisfechos. El CECOSA parroquial está a cargo de Marcelina Palomino y Shirley Paucara, quienes se encargaron de explicarnos las bondades de la alimentación en base a productos naturales. Hay que remarcar que en este comedor se atienden desde niños hasta jóvenes universitarios.

En esta línea de mejorar la alimentación de la familia campesina se enmarca también la experiencia de crianza del pez carpa, que han sido adaptados desde los calurosos ríos de Madre de Dios hasta las frías pozas de la microcuenca a casi cuatro mil metros de altura, y a pesar de esas condiciones, llegan a alcanzar hasta siete kilos de peso.

La visita a Jabón Mayo tuvo uno de sus momentos más amenos, en la Escuela Secundaria de la Modalidad a Distancia de Ccanccayllo, en donde los niños y jóvenes de varios centros educativos hicieron una espléndida presentación artística con poesía, música y danzas propias de la zona. Y aunque algo agotados, bien valió la pena compartir en esta experiencia estos hombres y mujeres, que van concretando los anhelos, los sueños y la esperanza de una vida digna, para superar la pobreza, para alcanzar el progreso. Sin duda el tiempo quedó corto para conocer muchas otras cosas, pero ya las llamadas amables, diligentes, y siempre amenas de Irma y Gabriela, nuestras guías del IAA, nos conminaban a retornar al Cusco. (José Coronado).