Nunca más las Américas, sin los pueblos indígenas!

2007-04-24 00:00:00

Con el mensaje ¡Nuca más las Américas, sin los pueblos indígenas!, Ramiro Galindo, indígena boliviano de la etnia Yuracaré Mojeño, en representación del Conclave Indígena concluyó la Declaración de Apertura de los Pueblos Indígenas de América a la Décima Reunión de Negociaciones para la búsqueda de consensos del grupo de trabajo encargado de elaborar el Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas que se inició hoy en la Ciudad de La Paz, Bolivia, y concluirá el próximo 27 de abril.

Esta décima reunión se lleva adelante con el objetivo de llegar a los consensos necesarios que permitan que la Organización de Estados Americanos pueda asumir la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. A esta reunión asisten representantes de los 34 países miembros de la OEA quienes junto al Conclave Indígena que es la representación de los pueblos indígenas de América, 40 millones de personas, debatirán la tercera, cuarta y quinta sección del Proyecto de Declaración que hacen referencia a temas fundamentales como la identidad cultural, libre determinación, territorio, consentimiento previo libre e informado.

La inauguración de las sesiones de la décima reunión de la mesa de trabajo tuvo la presencia del Canciller de la República David Choquehuanca, el presidente de la Mesa de Trabajo en Embajador de Guatemala Juan León Alvarado, el Defensor del pueblo Waldo Albarracin, la Ministra de Justicia Célima Torrico y los delegados de los gobierno como representantes de los pueblos indígenas tantio del apís como del resto de países del continente.

El orgullo de ser Indígena

David Choquhuanca Canciller de la República a tiempo de inaugurar el evento, expreso la firme convicción del Estado boliviano de la necesidad del reconocimiento de los derechos colectivos establecidos en los derechos indígenas para bien de los pueblos indígenas como de toda la humanidad. Manifestó que hoy los pueblos indígenas viven un momento de suma importancia pues dijo: “Ya no somos los indígenas de hace 10 años, ya no somos los indígenas de hace 20 años. Hemos empezado a sentir orgullo de lo que somos. Hemos empezado a sentir orgullo de nuestro idioma y estamos en pleno proceso de recuperación de nuestros saberes, de nuestras propias formas de organización, de nuestros códigos, de nuestros principios, de reconstrucción de nuestra historia”.

Choquehuanca manifestó que ya no solamente se debe hablar de los derechos humanos sino también de los derechos colectivos y fue más allá la manifestar: “Estamos empezando a plantear derechos que van más allá de los derechos humanos, derechos que van más allá de los derechos de los pueblos indígenas, estamos hablando de los derechos cósmicos” refiriéndose con lo últimos a la necesidad de encontrar la armonía entre los seres humanos y también la armonía entre los seres humanos y la naturaleza para garantizar así el equilibrio que permita no solamente vivir mejor sino vivir bien.

La voz del conclave indígena

Ramiro Galindo en representación del Conclave Indígena de las Américas expresó la necesidad de seguir trabajando con firmeza para que la Declaración Americana sobre los Derechos de los pueblos indígenas se haga realidad lo antes posible. “Nosotros los pueblos indígenas reiteramos nuestro compromiso de contribuir de buena fe, transparencia y respeto a los objetivos de la Asamblea General de las Cumbres de las Américas para adoptar la Declaración Americana sobre los derechos de los pueblos indígenas como norma internacional, sin menoscabar la esencia de nuestros derechos. Afirmando que derechos humanos y democracia son términos que se interrelacionan”.

No podemos esperar 20 años más

Todos coincidieron en expresar su preocupación por el tiempo que lleva ésta declaración. Si bien Choquehuanca justificó la demora porque al inicio del proceso en 1989 los pueblos indígenas del continente estaban dispersos y con temor por la discriminación que existía, manifestó de manera segura que ahora vivimos tiempos de cambio, el pachakuti.

Por su parte Juan León Alvarado, presidente de la Mesa de Trabajo manifestó “Las declaraciones de la ONU y de la OEA son dos instrumentos nuevos en el derecho internacional que pretenden el reconocimiento en el continente en el caso de la OEA y universal en el caso de la ONU de los derechos colectivos”. Con relación a los plazos, León Alvarado dijo: “La llave del éxito es la voluntad que tiene que haber de parte de todos los actores para poder concretar el consenso en los derechos que han sido reconocidos”.

El Conclave Indígena por su parte demandó: “Los pueblos Indígenas queremos decisiones sustantivas y avances concretos respecto a las secciones tercera, cuarta y quinta del Proyecto de Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, donde se establece el reconocimiento a derechos fundamentales: como la identidad cultural, nuestra espiritualidad mantenida por milenios, ante la intolerancia y discriminación. La libre determinación y el autogobierno, así como los derechos de territorio, el consentimiento previo, libre e informado, y demás; todos derechos esenciales e irrenunciables de nuestros pueblos indígenas” exhortando a los gobiernos la aprobación del Proyecto de Declaración.

Democracia es Derechos Humanos

Los Derechos Humanos reconocidos internacionalmente para Waldo Albarracin defensor del Pueblo de Bolivia, son pues la esencia de la Democracia, por lo mismo manifestó su extrañeza por la que hasta ahora América que se considera así misma como Continente democrático no haya asumido la Declaración Americana de los Derechos Indígenas. Albarracin hizo un llamado a que en ésta décima reunión “Se lleguen a acuerdos, porque los derechos de los pueblos indígenas en un estado democrático no debieran estar en cuestión. Se debería construir un solo idioma, una sola forma de decirles a nuestros hermanos indígenas que su espacio en democracia es un derecho adquirido y no es algo que se les está dando en condición de alquiler”.

Bolivia en la mira

Que la República de Bolivia tenga al primer presidente Indígena del Continente se constituye en un gran desafío ya que los 40 millones de indígenas del continente tienen la esperanza de que Evo Morales lidere el proceso para agilizar la Declaración Americana.

Ramiro Galindo a nombre del Conclave Indígena dijo: “Con todo respeto, solicitamos al Presidente Indígena de Bolivia y primer Presidente Indígena de las Américas: Evo Morales, brinde su apoyo total a la pronta aprobación de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, como la Declaración de las Naciones Unidas”.

Por su parte Albarracin, coincidiendo con la demanda indígena manifestó que era necesario pasar del discurso a la práctica y que los Estados miembros de la OEA hagan realidad la Declaración Americana y que la misma tenga un carácter vinculante en cada Estado, de manera que “hablemos todos en un solo idioma, el idioma de los derechos humanos”

El reconocimiento Internacional a los Derechos Colectivos

Por las intervenciones tanto de autoridades nacionales como representantes internacionales, la décima reunión de la mesa de trabajo de la OEA se constituye en la instancia propicia para que en nuestro país entendamos el alcance que tiene la demanda de los pueblos indígenas, originarios y campesinos de incorporar en la nueva Constitución Política del Estado los Derechos Colectivos.

Como manifestaba Waldo Albarracin Defensor del Pueblo, “Es necesario ratificar que los estados se reconozcan como pluriculturales, multilingües y que se de curso dinámico a la multiculturalidad. La necesidad de consolidar el derecho de autodeterminación de los pueblos indígenas, debe ser una realidad concreta, en definitiva, debemos darles el espacio que corresponde a nuestros pueblos indígenas”.

Esta semana Bolivia es sede de un rico debate en la que tanto los estados miembros como los representantes de los pueblos indígenas buscan llegar a consensos en los que el equilibrio y la equidad en la participación tanto de los gobiernos como de los propios indígenas permita avanzar en la consolidación de éste anhelo: ¡NUNCA MAS LAS AMERICAS, SIN LOS PUEBLOS INDÍGENAS!