Declaración pública

Por Nuestra Madre Tierra con Autonomía

2007-02-14 00:00:00

Desde el surgimiento del CRIC, hasta nuestros días, las FARC nos han venido asesinando de manera sistemática. Recordemos: La masacre de Munchique los Tigres en los años 80, el asesinato del Maestro de Sabiduría declarado por la UNESCO Cristóbal Secue, el asesinato de Rosa Elena Toconaz gran dirigente indígena, pero igual los asesinatos continúan en la zona.

Así mismo el gobierno nos ha masacrado de manera reiterada a través de la historia. Hagamos memoria: La masacre del Nilo 1.991, la masacre de López Adentro en el municipio de Corinto, el asesinato de Aparicio Ñuscue sabio indígena, el asesinato de Olmedo Ul miembro de la Guardia Indígena. Pero igual la persecución sistemática continúa en nuestras comunidades.

En los albores del año 2000, aparecieron en el Cauca, específicamente en la región del norte los paramilitares y desataron terribles masacres en la región. Recordemos: La masacre del Naya año 2001, donde fueron asesinadas más de 100 personas, la masacre de Gualanday en el municipio de Corinto, la masacre de San Pedro en el municipio de Santander de Quilichao. La continuación del genocidio en cabeza de estos actores que posteriormente continuaron bajo la figura de asesinatos selectivos.

En conclusión, es evidente que tanto los unos como los otros dirigen una feroz campaña de exterminio en la región encaminada a cooptar y desmantelar todo proceso organizado que contradiga su pensamiento político basado en las armas.

No obstante los pueblos indígenas, hemos respondido a esta política de exterminio, aferrados en nuestra identidad, nuestra cultura y nuestras ganas de seguir viviendo. En cada momento de tragedia nos ha servido echar mano a nuestras raíces y a la palabra, cada vez que nos golpean respondemos con la razón y la fuerza de la unidad, cada vez que es necesario, la movilización de pensamiento y acción pacífica ha sido nuestra herramienta para vivir. Este es el Mandato Comunitario y la razón de ser.

Pero los señores de la guerra no se detienen, aprovechan cualquier circunstancia para mantener su vigencia a pesar del rechazo generalizado. Hoy vienen utilizando de manera sagaz, problemáticas sociales y temas sensibles al interior de las comunidades como es la Tierra. En el caso de las FARC, estas han fortalecido las milicias rurales, en el caso del gobierno, este fortalece la red de informantes, la creación de batallones de alta montaña y los soldados campesinos entre otras, y en el caso de los paramilitares han fortalecido su accionar en la región con la nueva estructura que opera bajo el nombre de las “Águilas Negras” cerca a las bases militares acantonadas en la región.

Por otro lado, y como si lo anterior no fuera poco, la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria FENSUAGRO CAUCA, vienen fomentado en las comunidades indígenas de manera sutil la creación de Cooperativas como la Avelino Ul, en el municipio de Toribío y Lorenzo Ramos, en el municipio de Jambaló, buscando con esto desculturizar a los Nasa y campesinarlos, además y de manera soterrada apoyan políticamente a los autodenominados “Nietos de Quintín Lame” en el tema de la recuperación de tierras al interior de las comunidades indígenas, como un paso para acabar los resguardos.

Los últimos acontecimientos:

Obedeciendo a la estrategia de cooptación y desarticulación del proceso indígena en el norte del Cauca, los autodenominados Nietos de Quintín Lame, el día 10 de enero ocuparon de manera indebida la finca el Torne, ubicada en el resguardo de Tacueyó, con el argumento de propiciar una reforma agraria, vale la pena aclarar que este predio fue dispuesto por la comunidad, como una finca de autofinanciación comunitaria. Razón por la cual y en el marco del Mandato de la Asamblea, el día 9 de febrero el Cabildo de Tacueyó apoyado por las demás autoridades de la zona y el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, hizo uso legítimo de la autoridad para controlar el territorio.

Consecuencias:

Ante la decisión comunitaria, los ocupantes de la finca reaccionaron de manera violenta contra las autoridades y la comunidad, esta situación provoco un breve enfrentamiento que dejó como resultado 5 heridos de los cuales 3 pertenecen a la guardia indígena. En el marco de los mismos hechos, el día 10 de febrero en la vereda el Tierrero, milicianos de las FARC quemaron el bus de transporte de propiedad de la comunidad de Toribío. Finalmente, unido a esta situación, el día 9 de febrero fueron detenidos de manera preventiva por la autoridad indígena, 10 personas a quienes se les aplicará el Remedio desde la Justicia indígena en el marco de la Jurisdicción Especial.

Anterior a estos hechos, miembros de la Cooperativa Avelino Ul y miembros de los autodenominados “Nietos de Quintín Lame”, desplegaron en la zona una campaña de señalamientos, acusaciones y calumnias a dirigentes indígenas y autoridades tradicionales de la región, entre las que están la ACIN y el CRIC.

Lo que nos muestra esta realidad es que los Pueblos Indígenas somos víctimas de toda una política encaminada a cooptar y desestabilizar nuestro proceso que se caracteriza por una lucha sin armas hacia la consolidación de nuestra Libre Autodeterminación como Pueblos.

En coherencia con nuestros principios y la experiencia acumulada de tantos años de lucha seguiremos caminando la palabra. El problema no somos los pueblos ni sus organizaciones. El problema es un modelo dominante que busca explotar la vida y extinguirla a beneficio de unos pocos. Hoy más que nunca es urgente la unidad del movimiento indígena con los sectores sociales y populares marginados del país. La diversidad debe unirnos y la unidad debe garantizarnos la posibilidad de una alternativa. Por todo esto la madre tierra y nosotros invitamos a fortalecer sentidos y acciones de hermandad, de dignidad, y de esperanza resistiendo contra toda forma de opresión, engaño y dominación.

Advertimos igualmente que ante el recrudecimiento del conflicto armado en la zona, la comunidad de Corinto López Adentro se encuentra desde hace 5 días declarada en Asamblea Permanente de carácter indefinido.
Proponemos:

A pesar de las contradicciones generadas al interior de las comunidades por los actores y acciones anteriormente mencionados, las autoridades indígenas, las comunidades y nuestras organizaciones representativas, proponemos y ofrecemos la Palabra con el fin de seguir caminando mediante la razón el diálogo por el sendero que nos conduzca al respeto mutuo en el marco de la diversidad y la dignidad como esencia de Vida. Desde esta intención, invitamos a organizaciones defensoras de los derechos humanos, a la Iglesia y a las organizaciones sociales, a acompañar este ejercicio.

Popayán, Febrero 10 de 2007

Consejo Regional Indígena del Cauca