29 de octubre: Concierto por la Libertad de la Madre Tierra

2006-10-23 00:00:00

A la memoria de Mow Be’ y del pueblo Nukak

Estas palabras, proclamadas en los siglos XIX y XXI, desde dos pueblos diversos –el pueblo piel roja y el pueblo nasa– pero unidos en la misma trama de la vida, nos convocan al CONCIERTO POR LA LIBERTAD DE LA MADRE TIERRA. Que caminen estas palabras en la historia, en la geografía planetaria y en el corazón de cada persona.

Para nosotros, la tierra es la madre y contra ella se comete un crimen del que vienen todos los males y miserias. Nuestra madre, la de todos los seres vivos, está sometida según la ley que se impone, tiene dueños, es propiedad privada.

¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la Tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprárnoslo?

¡Libertad para la Madre Tierra!

Así como los que se sienten herederos de los conquistadores niegan y desconocen a la madre indígena que les dio la vida, así mismo, quienes aceptan la propiedad privada de la tierra para ser explotada por intereses particulares, se niegan a defender la libertad colectiva y el derecho a la vida.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo.

¡Libertad para la Madre Tierra!

Por eso vamos a dejarla en libertad para convivir en ella y para defender la vida. Por eso, luchar por la tierra no es un problema ni un deber solamente de los indígenas, sino un mandato ancestral de todos los pueblos, de todos los hombres y mujeres que defienden la vida. Porque solo en la lucha para poner en libertad a nuestra madre recuperamos la dignidad, alcanzamos la justicia y la equidad, y caminamos la palabra que defiende la vida.

¿Y que clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.

Desde este rincón del planeta, como pueblos ancestrales arraigados en estas tierras del Cauca, hacemos lo que nos corresponde por la tierra y por la vida, luchamos por la tierra y por la vida y en ese camino, la recuperamos, transformamos el derecho de propiedad para que sea colectivo y convocamos las conciencias a caminar palabras de libertad.

Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la Tierra es nuestra Madre. Todo lo que afecta a la Tierra nos afecta a los hijos de la Tierra. Cuando los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos… La Tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la Tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a él mismo.

A un año de lanzada nuestra proclama llamamos nuevamente a unir los hilos en una sola trama, en un tejido de voces, conciencias, flautas y guitarras: un canto por la vida de la Madre Tierra y de sus hijos en entera libertad.

Lugar: Santander de Quilichao y desde aquí a todo el planeta

Fecha: 29 de octubre de 2006

Artistas invitados:

Julián Rodríguez

Campo y Sabor

María del Carmen Alvarado

Grupo Alucx

Grupo Birimbao

Escúchelo:

Para el suroccidente de Colombia: en Radio Payumat 101.0 FM

Para el resto del mundo en: www.nasaacin.net