Reforma Agraria Popular y concentración de la tierra en Colombia
A pesar de una contrarreforma agraria aberrante y nuevos ataques de propaganda del gobierno departamental no estamos cansados ni rendidos. Sigue vigente el mandato Indígena y Popular por un nuevo país y un nuevo mundo posibles y necesarios. Los ejércitos y sus ataques de propaganda y guerra vienen y se van: los pueblos y sus sueños aquí seguimos. Urge una reforma agraria popular.
Declaración: Reforma Agraria Popular y concentración de la tierra en Colombia
En esta hora dolorosa para los pueblos afrodescendientes, mestizos e indígenas y cuando se evidencia de manera creciente la lucha por la libertad de la Madre Tierra, constatamos que:
1. Colombia vive hoy la más grande contrarreforma agraria. Debido a ésta la tierra se encuentra en manos de Terratenientes tradicionales, agroindustriales, narcotraficantes y paramilitares. Según la CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPUBLICA , la reforma agraria en el país, después de 42 años, ha beneficiado sólo al 11% de las familias potenciales del país. Mientras tanto en los últimos 20 Años se ha realizado la más aberrante concentración de tierra: una contrarreforma agraria. Los narcotraficantes poseen el 48% de las mejores tierras del país, mientras que el 62% de los campesinos (pequeños propietarios) sólo poseen el 5.2% del área cultivable. Según el DANE y el PNUD (programa de las naciones unidas para el desarrollo) los narcotraficantes compraron tierras en 409 de los 1039 municipios del país. Los casos más dramáticos se dan en el Valle en donde este tipo de compras ascendió a 85%; en Córdoba al 48%; en Quindío al 75%; en Risaralda al 71.4%; y en Antioquia al 70.9%.
2. Debido a la contrarreforma para la concentración de la tierra en pocas manos a través de la guerra y las leyes, ha crecido el desplazamiento. Nos han despojado de la tierra mediante reformas legales como la supresión del INCORA, la ley de páramos, la ley de bosques, la ley de aguas y el TLC. La guerra ha generado el desplazamiento de 3.5 millones de afrodescendientes, campesinos e indígenas en el país. No hay desplazamiento porque hay guerra: hay guerra para que haya desplazamiento. Hay desplazamiento para dejarnos sin tierra.
3. En la última década se hizo una reforma económica que responde al “ajuste estructural” que reforma a todos los Estados del mundo. En esta reforma no ha habido créditos, ni recursos para el desarrollo del campo pero sí ha crecido la importación de alimentos subsidiados desde Estados Unidos, debilitando de esta forma la soberanía alimentaría de los pueblos.
4. Hay una estrategia gubernamental que busca generar conflicto étnico y territorial entre los diferentes grupos sociales de la región, en el contexto de las vías de hecho llevadas a cabo por diversos sectores de manera autónoma. Culpan a los indígenas de poseer mucha tierra y no explotarla ni adecuada ni agrícolamente. Afirman que los movimientos están infiltrados por la guarrilla. Argumentos utilizados especialmente por el gobernador del Cauca quien tradicionalmente ha sido uno de los más grandes terratenientes de la región.
Ante esta situación declaramos:
1. Que no estamos cansados ni rendidos. Que sigue vigente el mandato Indígena y Popular por un nuevo país y un nuevo mundo posibles y necesarios. Los ejércitos y sus ataques de propaganda y guerra vienen y se van: los pueblos y sus sueños aquí seguimos.
2. Que ratificamos la urgencia de una reforma agraria negra, indígena y popular para una Madre Tierra libre que proteja y garantice el bienestar de los pueblos. La tierra es la madre y contra ella se comete un crimen del que provienen todos los males y miserias. Nuestra madre no es libre para la vida, lo será cuando vuelva a ser suelo y hogar colectivo de los pueblos que la cuidan y respetan. Mientras sigamos siendo indígenas, campesinos y negros, es decir hijos de la tierra, seguiremos luchando hasta que consigamos que nuestra madre recupere su libertad.
3. Que denunciamos y rechazamos la estrategia que utiliza el gobierno para continuar apoderándose de las tierras y de esta forma entregarlas a grupos de terratenientes, narcotraficantes, paramilitares y agroindustriales.
4. Que denunciamos y rechazamos todo tipo de declaraciones de gobernantes que promueven la guerra entre indígenas, afros, y campesinos. No nos dejaremos confundir y no caeremos en la trampa de enfrentarnos entre hermanos.
5. Que buscaremos crear mecanismos de articulación entre las organizaciones indígenas, negras y campesinas para resistir frente a la contrarreforma que concentra grandes extensiones de tierras en pocas manos y para realizar una verdadera reforma agraria popular por la liberación de la madre tierra.
Convocamos a la unidad por el derecho de todos y todas a la tierra y por el derecho de la tierra a ser libre.
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN – Cxab Wala Kiwe.
Norte del Cauca, Octubre 14 de 2005.