Colombia: Comunicado humanitario

2005-04-29 00:00:00

Se enfrentan los bandos armados, y nosotros quedamos con miedo, con angustia, con incertidumbre, sin comida, sin sueño y sin techo.

Informe humanitario a la opinión publica nacional e internacional, a los organismos de derechos humanos, al gobierno nacional y a la iglesia colombiana sobre la situación humanitaria en las comunidades del norte del Departamento Cauca.

Transcurridos quince días del cruento enfrentamiento armado, los combates continúan en los resguardos y cascos urbanos de Jambalo, Toribio y Tacueyo nos acompaña en el corazón la solidaridad de los habitantes y organizaciones sociales e instituciones locales de Santander de Quilichao y la ciudad de Cali, la presencia permanente de nuestras parroquias locales, y la orientación y acompañamiento incansable de las personas de la organización zonal y regional indígena , al igual que de otras personas y lugares del país y organizaciones nacionales e internacionales, estas son señales de apoyo y esperanza en medio de la guerra

Nuestra situación real sigue siendo la siguiente:

La comunidad se encuentra aun mas entre la espada y la pared, ya que los actores armados invaden e irrespetan nuestros sitios de asamblea permanente, casas de familia, hospitales, centros de salud, escuelas, casas comunales y otros sitios de uso publico, seguimos en riesgo y vulnerabilidad debido al uso de armas no convencionales, la permanencia de las trincheras y la presencia de tanquetas en lugares familiares y públicos.

Las situaciones de “retorno” fluctúan según el desarrollo del conflicto, este no es normal ni definitivo para ninguna de las comunidades. El retorno a los Territorios y el desplazamiento a las zonas de Asamblea Permanente se realiza con el fin de defender la vida, hacer respetar nuestros derechos ancestrales y la necesidad de estar en comunicación con la naturaleza, con la tierra, con nuestros animales y pertenencias primarias: expresan mas la resistencia y autonomía de nuestro proceso comunitario.

La “persuasión” a jóvenes y niños por parte de los actores armados para que se vinculen a cualquiera de los bandos, además de irrespetar los principios de autodeterminación y objeción de conciencia, generan más caos e incertidumbre a los padres y madres de familia.

A nivel de salud la situación no es menos crítica: en algunos centros se presentan enfermedades respiratorias, digestivas, de la piel, dolores de cabeza, varicela y situaciones de estrés y perturbaciones sicológicas que afectan a nuestras comunidades en y por fuera de los sitios de asamblea permanente: mas de 5000 personas donde el 50% es menor de edad.

En especial las mujeres embarazadas, niños, ancianos y enfermos se hacen más vulnerables y sienten pánico de regresar a sus sitios; se siente incertidumbre frente al futuro, miedo a la judicialización o ajusticiamiento de los actores armados, al igual que se vive sicológicamente el maltrato verbal, los retenes, la restricción a la libre circulación en nuestro territorio en medio del conflicto, el señalamiento y las retenciones por parte de la fuerza pública.

Algunos procedimientos de organismo de apoyo humanitario (nacionales e internacionales) han redoblando tareas y retardado la vital atención en medio de la emergencia al condicionar la entrega de alimentos de manera exclusiva y presencial a las familias en momentos que se dificulta su libre desplazamiento, , procedimiento que debilita la organización comunitaria; de otra parte este apoyo algunas veces no se funda en la confianza del trabajo de nuestras organizaciones sino que pretende realizar sus propios diagnósticos, censos e impone sus procedimientos y reglamentos.

Aunque la situación de atención alimentaría se ha solucionado oportunamente, hoy se hace urgente la dotación logística y el acompañamiento humano psicosocial para la reconstrucción de los tejidos sociales, que debe realizarse con enfoques diferentes para las veredas y cascos urbanos; la atención en centros de salud y zonas de asamblea permanente con personal médico, sicólogos, trabajadores sociales y clínicos medicamentos, equipos y material didáctico, pues la capacidad logística y espacial de los sitios de Asamblea es insuficiente, ya que la concentración de la gente ha rebasado las condiciones mínimas de salubridad y bienestar. Y se hace urgente una dotación preventiva para todos los sitios, pues en este momento se rotan colchonetas y otros equipos a los sitios que los van necesitando.

En medio de la incertidumbre de un conflicto que parece no terminar y más bien expandirse, una vez más llamamos a las organizaciones sociales, humanitarias , a la Iglesia Colombiana al gobierno nacional, a la comunidad internacional, para que aporten y contribuyan al desarrollo de nuestras propuestas de vida, alegría y dignidad.

Finalmente, como pueblos indígenas reiteramos nuestra neutralidad frente al conflicto y hacemos un llamado para el cese al fuego, la desmilitarización integral de la zona y el inicio de conversaciones para buscar una salida negociada al conflicto armado en Colombia.

ASOCIACIÓN DE CABILDOS INDÍGENAS DEL NORTE DEL CAUCA-ACIN CXHAB WALA KIWE

Santander de Quilichao, Cauca

Abril 29 de 2005