Colombia: peligro de nueva masacre en Bojayá

2005-04-01 00:00:00

Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del
Atrato COCOMACIA

Diócesis de Quibdo, Comisión Diocesana Vida, Justicia y Paz

Comunicado Público
sobre el peligro de una nueva masacre en Bojayá

El Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral
del Atrato y la Diócesis de Quibdó queremos alertar a la opinión
nacional e internacional sobre el inminente peligro de una nueva
masacre en el municipio de Bojayá, cuya población todavía no se
ha recuperado de la tragedia del 2 de mayo del 2002.

Antecedentes:

Desde antes del genocidio de Bellavista hemos venido denunciando
la presencia de guerrilleros de los frentes 34 y 57 de las FARC
en el Medio Atrato y todas las violaciones que han venido
cometiendo en contra de la población civil, desconociendo la
autonomía de las organizaciones étnico territoriales negras e
indígenas.

De igual manera hemos denunciado la presencia y el aumento
creciente de los paramilitares del bloque Elmer Cárdenas en los
municipios de Bojayá y Vigía del Fuerte sin que se hayan tomado
medidas eficaces por parte del Estado para garantizar la vida,
los bienes y los derechos de las comunidades en su territorio.

Hechos:

Hace cinco semanas se desplazaron 1.700 campesinos
afrodescendientes de seis comunidades del río Bojayá hacia la
cabecera municipal de Bellavista, donde sobreviven en una
situación de hacinamiento infrahumano. Huyeron ante las noticias
sobre preparativos de una ofensiva de los paramilitares del
Bloque Elmer Cárdenas, con el fin de no quedar en medio de
combates con la guerrilla del Frente 57 de las FARC, que está
haciendo presencia en la zona del río Bojayá.

El sábado 19 de marzo, efectivamente, los paramilitares ocuparon
el pueblo de Corazón de Jesús y tres días después también el
pueblo de Caimanero, ahora abandonados por sus habitantes,
primeros pueblos subiendo por el río Bojayá, donde han instalado
retenes y ya amenazaron a pobladores de la región con violarlos o
asesinarlos si no dan información sobre la guerrilla. Ellos
dieron órdenes de que nadie se pueda movilizar por el río en los
próximos días.

En el río Bojayá resisten todavía 270 afrodescendientes de la
comunidad de Pogue, entre ellos 120 niños, y alrededor de 2.000
indígenas de 15 comunidades que corren el peligro de quedar
atrapados por el fuego cruzado y ya están sufriendo un
desabastecimiento total de alimentos y
artículos de primera necesidad. Hacemos responsables a las
autoridades del Estado Colombiano por lo que pueda suceder a
estas personas, ya que la avanzada paramilitar se desarrolló ante
la mirada indolente e inclusive con el consentimiento de la
Fuerza Pública que desde hace casi tres años mantiene un rígido
control a lo largo del río Atrato sobre las vías de acceso a este
territorio, pero al aparecer en los numerosos retenes sólo
controlan a la población civil.

En medio de esta zozobra constatamos un saqueo descontrolado de
los recursos maderables por personas inescrupulosas que son
impulsadas y amparadas por los actores armados. Si está situación
persiste, eso llevará a un deterioro ambiental de nuestros
territorios ancestrales.

Exigimos

- Que todos los actores armados dejen a la población civil
fuera de la confrontación armada y respeten las normas del
DIH

- Que la fuerza pública actúe con transparencia y termine por
fin todas las actitudes de connivencia con los paramilitares

- Que las instituciones del Estado garanticen la permanencia
de las comunidades en su territorio y el más pronto retorno
de los desplazados al mismo a través de los medios legales y
cumpliendo la normatividad humanitaria

Solicitamos

La solidaridad nacional e internacional para evitar que los
campesinos e indígenas sean quienes sufran las consecuencias
del conflicto y no ocurra un hecho similar al ya mencionado 2
de mayo de 2002.

Quibdó, Marzo 22 de 2005