Argentina: Declaración de Pillan Mahuiza
El Frente Mapuche Campesino es un espacio político, social y cultural, que reivindica el regreso a la tierra y a la vida en el campo, como un modelo alternativo al que impone el sistema. Es una alianza entre comunidades mapuche y compañeros campesinos.
Nuestra construcción es circular, por lo tanto no existen representantes sino voceros; la palabra es rotativa. Las comunidades afectadas deben asumir el liderazgo en la lucha por sus reivindicaciones. Las demás comunidades acompañan.
El Frente Mapuche Campesino es político, porque nos proponemos construir un orden de relaciones distintas entre la sociedad y la naturaleza, que no se base en el concepto de poder, sino en el de reciprocidad.
La visión de esa sociedad es horizontal, donde cada newen (energía), es imprescindible. Descartamos completamente el verticalismo como una forma de organización. Asumimos la autodeterminación, como un ejercicio y no como una demanda.
No creemos, como fin último de nuestros objetivos políticos, alcanzar reformas de políticas públicas, sino que el objetivo final deber ser un orden nuevo posible y mejor, que el Estado definitivamente no representa.
No deseamos dialogar con el poder, sino con el pueblo, con los oprimidos. A los opresores los confrontamos. Con ellos no dialogamos.
Consideramos importante amalgamarnos en las demás luchas. Contribuimos a fortalecer todas las acciones colectivas en contra de la cultura dominante.
Creemos que el sistema económico y social es sólo una herramienta más de algo mucho más complejo y nocivo que es la cultura dominante, basada en el concepto de poder.
El Frente Mapuche Campesino es social, porque promovemos alternativas de desarrollo económico autónomo, tales como el trueque, cooperativas agrícolo ganaderas, cooperativas de turismo, de trabajo y producción, etc., que surjan de la auto-organización de la comunidad, y no dependan de la financiación del Estado, de organismos internacionales como el BID, Banco Mundial, ni tampoco de fundaciones vinculadas a corporaciones internacionales o nacionales que sean extractivas, depredadoras y saqueadoras.
Promovemos la recuperación de cultivos ancestrales, la formación de bancos de semillas orgánicas, dando prioridad a todas las iniciativas que contribuyan a generar la alimentación, respondiendo de esta manera con proyectos concretos a la utilidad de la tierra y el territorio. Para ello nos proponemos realizar un ordenamiento predial y territorial, que recupere en su organización a nuestras prácticas ancestrales de uso del territorio y de relación armónica con la naturaleza.
Somos conscientes que para ello debemos lograr el control del territorio, hoy en manos de corporaciones y grandes latifundios nacionales e internacionales, que nos impiden acceder a los ríos, lagos, lagunas, y a las tierras aptas para los cultivos.
Nos proponemos también, dentro de este proyecto marco de desarrollo, crear formas de aprovechamiento hídrico a bajo costo, en armonía con el ambiente natural, y con proyectos económicos que no alteren o saqueen los recursos de la tierra.
No solo promovemos la recuperación de las tierras, sino el control del territorio.
Queremos defender las tierras que tenemos, y recuperar aquellas de las que fuimos despojados.
Queremos el libre acceso a los bosques y a las aguas.
Decimos NO a los megaproyectos de represas, de minería, de turismo, que avasallan nuestro territorio. No a la usurpación de nuestros territorios.
Queremos el acceso a los servicios básicos (energía, agua, transporte, comunicación), y a los recursos de la tierra necesarios para la vida y para nuestro trabajo.
Queremos trabajo genuino y no engaños.
El Frente Mapuche Campesino es cultural, porque luchamos prioritariamente por la recuperación de nuestra identidad, nuestra espiritualidad, nuestra cultura.
No queremos la educación que discrimina a nuestro pueblo, que condena a los pobres al conformismo y reproduce la opresión. Queremos una educación propia, que rescate nuestra historia e identidad. Nos proponemos cooperar entre las comunidades para transmitir nuestros conocimientos y recuperar los saberes que existen en nuestra cultura.
Rechazamos la imposición de festejos organizados con fines económicos o políticos, que no parten de nuestras necesidades y nuestra espiritualidad.
Queremos acceso a la salud, como forma de lucha por la vida.
No queremos ni aceptamos las amenazas del poder político, que controla a la mayoría de los medios de comunicación y utiliza a la represión y a la justicia para defender los intereses de los poderosos.
Nuestra lucha es por la tierra, por el agua y por la vida. Por ser ciudadanos con derechos. Por vivir en libertad.
FRENTE MAPUCHE CAMPESINO
Pillan Mahuiza. 17 de enero del 2005