Grito de Lealtad al Comandante Presidente
Quienes participamos y levantamos las banderas del Grito de los Excluidos/as en todo el continente, sentimos el mismo inmenso dolor, que embarga a millones de latinoamericanos y latinoamericanas, frente a la desaparición física del líder de la Revolución Bolivariana, el Presidente y Comandante Hugo Chávez Frías. La partida de Chávez nos duele profundamente, nos toca una fibra honda del corazón: la fibra de la esperanza que él ayudó como pocos a construir, a levantar, a erigir. Gracias a Chávez y a su movimiento revolucionario, América Latina comenzó a sacudirse el yugo neoliberal y a construir el camino de nuestra Segunda y Verdadera Independencia.
Unimos este dolor profundo que sentimos al propio del pueblo venezolano en esta hora difícil. Este pueblo venezolano luchador, corajudo, incansable constructor de su destino en la historia. Hugo Chávez, con todo su liderazgo, no habría sido nada sin ese pueblo maravilloso que durante más de una década viene dándonos una luz extraordinaria. Hablamos del obrero, del vendedor ambulante, de la ama de casa, del estudiante, de los moradores, de los maestros y maestras, de los niños y niñas. De los miles y miles de hombres y mujeres que, participando en los Círculos Bolivarianos, en las Misiones, en los Consejos Vecinales, en la resistencia cotidiana frente a una oligarquía retrógrada y criminal como la que oprimió al pueblo durante décadas mientras gobernaba solo en beneficio de sus intereses, demostró que el liderazgo de Chávez no era una casualidad ni el surgimiento de un "caudillo". Hugo Chávez fue apenas el líder, pero la Revolución fue el pueblo quien la hizo y la seguirá haciendo.
Queremos afirmar que Hugo Chávez deja un legado inmenso para su pueblo, y todos los pueblos del continente y del mundo: en primer lugar el arquitecto de los mecanismos de integración latinoamericana y caribeña (ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, CELAC, Banco del Sur, Telesur)….
Su ejemplo vivirá en nuestros corazones y en nuestras almas junto a los nombres de tantos / as próceres que alimentaron la lucha por la dignidad y la independencia de nuestros pueblos, desde Túpac Amaru, Toussaint de Louverture, Simón Bolívar, José de San Martín, José Martí, el Che, Fidel... ¡y otros tantos y tantas que a lo largo de las décadas y los siglos han iluminado el camino de nuestra emancipación como naciones y como pueblos. ¡Hugo Chávez es una de las estrellas más vivas en ese cielo!
Compartimos profundamente este dolor, este momento duro. Pero no vamos a quedarnos allí, vamos a hacer lo que Chávez hubiera hecho: animarnos a seguir, con una gran risotada y un optimismo sin fin. Su confianza permanente en las fuerzas del pueblo es lo más importante que podemos heredar de su historia política. Amenazas y riesgos redoblados están frente a nuestros ojos y no hay tiempo para lutos, sino para luchas: seguir construyendo la Revolución Bolivariana, así como cada uno de los procesos de transformación en marcha y las innumerables luchas de resistencia, que tienen lugar en Nuestra América todos los días.
Gracias Comandante Hugo Chávez. Por haber hecho renacer el espíritu y la fuerza de Bolívar en el corazón de cada luchador revolucionario de nuestra América. Lo que brilla con luz propia, nadie lo podrá apagar. Seguirás caminando con cada uno y cada una de los hijos de este continente y de cualquier lugar del mundo. Estamos absolutamente seguros, que la transformación que perseguimos solo vendrá del esfuerzo y el compromiso cotidiano con las causas del pueblo.
Tus hermanos del
Grito de los Excluidos/as Continental.
Nuestra América, 7 de marzo de 2013