Managua, 6 de marzo de 2013

Comandante Hugo Chavez, desde ayer has pasado a formar parte de la lista de héroes y mártires que se extiende por toda nuestra Patria Grande Latinoamericana.  Tras tu última batalla desigual frente a la muerte, descansas ya en el regazo del Che, que te mira tiernamente con su sonrisa y su boina calada…  A las puertas de la eternidad te han recibido, con los brazos abiertos tus hermanos de lucha, Bolívar, Martí, Sandino, Farabundo, Monseñor Romero… y Jesús de Nazaret, a quien vos reconocías como tu hermano mayor… Junto a ellos, bailan y se regocijan con tu presencia las y los miles de mártires, mujeres y hombres, que preñan con su sangre la aurora de este continente en lucha…

Y te hablamos de compañero, de hermano, de camarada… como vos nos enseñaste a verte y a quererte, por esa tu generosidad sin límites y tu amor desinteresado. Con tu batalla permanente contra el imperio, los poderes y las oligarquías latinoamericanas, te ganaste el odio de todos ellos… al mismo tiempo que te ganabas, paso a paso, beso a beso…  el amor, el cariño y la admiración de las y los pobres del mundo... De los millones de revolucionarios y revolucionarias que hoy lloramos tu muerte física, pero que, rodilla en tierra, estamos dispuestos y dispuestas a seguir tu lucha… que es en definitiva la lucha de los pobres del mundo por liberarse de la opresión y de la explotación del capitalismo en todas sus formas.

Fue a fines del siglo pasado que comenzábamos a escuchar tus palabras. Palabras refrescantes en un contexto de resaca neoliberal a nivel continental y mundial, lleno de políticos mediocres y vendidos al poder del dinero. Pocos años antes, los indígenas zapatistas nos recordaban que la lucha era posible y necesaria, y un atisbo de esperanza comenzaba a recorrer nuestra América. Entonces vos desempolvaste del baúl del olvido la palabra “Socialismo”, y sin vergüenza comenzaste a hablar de justicia, de anti-capitalismo, de amor, de ternura… Y el Che, comenzaba a sonreír de nuevo admirando al “subversivo de Miraflores”, que se atrevía a decirle de nuevo a los gringos las verdades a la cara, hasta en la misma tribuna de las naciones unidas en Nueva York. 

Pero es que eras uno de los nuestros. Naciste de las entrañas humildes de tu pueblo, y nunca te olvidaste de tus raíces… y amor con amor se paga… Y el pueblo venezolano, abandonado y explotado históricamente por políticos sin escrúpulos, inmediatamente entendió tu seña y se hizo tu cómplice. Porque siempre supo que eras uno de ellos, porque pensabas, actuabas, cantabas, bromeabas y hablabas como uno más… Te bañaste de pueblo, porque eras pueblo… Y el pueblo te entregó su confianza y decidió jugársela a tu lado. Y Venezuela comenzó a despertar…

Y al rato, nos sorprendes de nuevo, y sin olvidarte del resto del continente y junto a Fidel, se inventan la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), como contrapunto solidario entre los pueblos a la propuesta imperialista del ALCA neoliberal. Y la palabra “Dignidad” volvió a retumbar en las montañas, selvas y veredas de una América latina que comienza a soñarse unida… Tu propuesta y tu lucha decidida borró tristezas de Bolívar y de la Patria Grande, y todo un pueblo, y todo un continente, decidimos acompañarte… mientras recordábamos las palabras de Carlos Fonseca: “días tristes para la patria serán aquellos en que sobran los fusiles y no haya manos que los empuñen”. Porque millones de manos abrazábamos ya los días alegres que nos hablaban de nuevo de Socialismo. Mientras, Fidel, nuestro Comandante en Jefe, te miraba de reojo desbordante de alegría, como aquel padre que reconoce la obra de su hijo.

Dignidad, justicia, internacionalismo, solidaridad, amor, autogestión, transparencia, coherencia, conciencia crítica…son los valores que definen tu legado. El rescate de una ética revolucionaria que muchos han olvidado. Tu propuesta socialista por la que empeñaste y entregaste apasionadamente tu vida, conceptos que con tu vida y ejemplo vos llenaste de contenido.

Hoy nos dejas tu gran desafío, que queremos seguir soñando y construyendo a tu lado: otro mundo posible, justo, solidario y socialista… Para nosotros seguirás siendo siempre nuestro comandante amigo, nuestro comandante pueblo, nuestro querido comandante y compañero…

Desde Nicaragua y desde América latina te decimos: ¡ Hasta la Victoria Siempre, hermano Hugo Chavez !!!