Cumbre de los Pueblos - Plenaria 3: Soberanía Alimentaria (nuestras soluciones)
“La soberanía alimentaria es la propuesta campesino-indígena alternativa a la sociedad en su conjunto que proponemos frente a las múltiples crisis del capitalismo".
"Sin soberanía alimentaria no hay dignidad. Sin dignidad no hay libertad "
"La agricultura campesina, familiar e indígena produce el 70% de los alimentos para la humanidad, y puede alcanzar el 100%."
Vivimos continuas crisis provocadas por el sistema capitalista, patriarcal y racista. Para romper con esta situación estas son las la soluciones presentadas por nuestro plenario que reflejan una propuesta política para la conquista de la Soberanía Alimentaria de los pueblos:
1. Es fundamental la lucha por una Reforma Agraria integral con el fortalecimiento de la agricultura campesina, familiar, indígena y urbana. Exigimos que todas las tierras acaparadas sean expropiadas y devueltas a los campesinas/os, indígenas, quilombolas, afrodescendientes y otros pueblos tradicionales.
2. Estamos construyendo una nueva economía en defensa de los bienes comunes y con una relación directa entre consumidores/as e agricultores/as y pescadores/as. En esta economía la producción y el consumo responde a las necesidades de los pueblos y no a los intereses de las grandes corporaciones;
3. Luchamos por el reconocimiento de la soberanía, libre determinación y autonomía de los pueblos por los gobiernos y foros oficiales, que siguen privilegiando a las corporaciones;
4. Entendemos que es necesaria una profunda redistribución de la riqueza para alcanzar una sociedad sustentable;
5. La agroecología es nuestro proyecto político para la transformación de los sistemas de producción de alimentos. Es importante que sigamos fortaleciendo las alianzas entre las organizaciones del campo y la ciudad, en especial promoviendo la agricultura urbana y peri-urbana;
6. Creemos que es de suma importancia la creación y fortalecimiento de cooperativas y asociaciones de produçción y comercialización de alimentos promoviendo la estructuración de sistemas locales de producción y abastecimiento;
7. La recuperación y valorización de la cultura alimentaria tradicional basada en productos naturales que sean saludables. Es un IMPERATIVO para la construcción de una sociedad sustentable.
8. Es fundamental que se creen condiciones que permitan la permanencia y el retorno de las poblaciones al campo, especialmente para la juventud.
9. El derecho a la migración e inmigración debe ser universalmente aceptado bajo el principio: ¡“Bienvenido que seas adonde llegues”!
10. Luchamos para que las políticas y leyes protejan, preserven y recuperen las semillas criollas y nativas. También buscamos que se estimulen las prácticas tradicionales de intercambio, selección y venta realizadas por los agricultores familiares, pueblos indígenas y tradicionales;
11. Demandamos crear leyes y políticas que garanticen la preservación, protección, demarcación, homologación y registro incondicional de las tierras indígenas, quilombolas y de otros pueblos tradicionales. El respeto a sus culturas debe ser incentivado por las políticas y leyes;
12. Luchamos por que la investigación, la enseñanza y la extensión producidas en las universidades estén comprometidos con las necesidades de los pueblos y no de las empresas y que sean de dominio público;
13. Exigimos que TODAS las compras públicas de alimentos provengan de fuentes agroecológicas y que sean retirados TODOS los subsidios para los fertilizantes químicos y los agrotóxicos;
14. Los mecanismos gubernamentales de compra y distribución de semillas DEBEN respetar las formas tradicionales de organización local de la agricultura familiar campesina, indígena y de pueblos tradicionales. Se debe estimular la conservación y almacenamiento de las semillas a través de “casas de semillas”;
15. Exigimos el reconocimiento y la garantía de los derechos de los trabajadores/as del campo y rechazamos la violencia que se ejerce sobre ellos.
16. Luchamos por el fin de la violencia y la discriminación contra las mujeres. Su trabajo debe ser reconocido y valorizado y se debe practicar una remuneración justa y equitativa.
17. Seguimos trabajando para que los países y las Naciones Unidas promulguen una convención de protección de los derechos de la Madre Tierra, tal como propuso la conferencia de los pueblos de Cochabamba;
18. Demandamos que la FAO y los gobiernos en todos los niveles apoyen los sistemas de producción agroecológica;
19. Exigimos que todos los países ratifiquen el protocolo suplementario de Nagoya-Kuala Lumpur del protocolo de Cartagena, que dice que las empresas que producen transgénicos deben ser responsabilizadas criminal y financieramente por su impacto sobre la salud y el ambiente;
20. Llamamos a las Naciones Unidas a que establezcan mecanismo de evaluación y realicen un proceso de evaluación de los riesgos de las nuevas tecnologías como la nanotecnologia, la geoengeniería y la biología sintética. Y EXIGIMOS que hasta su conclusión se declare una moratoria para las mismas. La sociedad civil no debe confiar plenamente en la ONU y DEBE conducir una investigación independiente paralela sobre las consecuencias de estas tecnologías;
21. Exigimos la prohibición total de los transgénicos y una condena especial a las semillas Terminator; En este camino EXIGIMOS una moratoria para la liberación de maíz y soja resistente al agrotóxico 2,4D.
22. Luchamos por la creación de territorios libres de transgénicos, en especial en los lugares de origen de las culturas agrícolas, hasta que consigamos un planeta libre transgénicos.
23. Para o Brasil exigimos una moratoria del maíz transgénico MON180, y la democratización de la CTNBio (Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad); por medio del balance de su composición, la transmisión en vivo de sus sesiones y la inclusión de los impactos sociales y ambientales en sus evaluaciones de riesgo.
24. Rechazamos los tratados de libre comercio y los tratados de protección de las inversiones.
25. Los mercados de futuro sobre los alimentos deben ser PROHIBIDOS, así como toda forma de especulación financiera sobre los mismos.
26. Exigimos la prohibición de los agrocombustibles; denunciamos y rechazamos el apoyo que los gobiernos les brindan.
27. Luchamos por la erradicación del trabajo infanto-juvenil y de todas las formas de trabajo esclavo y degradante.
Los gobiernos y las corporaciones trabajan con gran sintonía por la apropiación de los bienes comunes de la vida y de nuestros derechos. Convocamos a los pueblos a unirse y levantarse en la lucha por una nueva sociedad y la construcción de la soberanía alimentaria y popular.
“No es posible la soberanía alimentaria en el capitalismo”