Documento oficial reduce derechos humanos en favor del concepto de economía verde
Organizaciones presentaron la declaración “La educación que necesitamos para el mundo que queremos” en actividad autogestionada
Ante el transcurso de las discusiones de la Río+20, sucedió en la mañana de ayer la actividad autogestionada La educación que necesitamos para el mundo que queremos. El encuentro ha sido convocado por el Grupo de Trabajo (GT) Educación en la Cumbre de los Pueblos, con el objetivo de debatir un modelo educativo distinto de lo que actualmente se plantea por los gobiernos en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (Río+20).
En la actividad, que además constituyó un espacio de articulación sobre las maneras de fortalecer la perspectiva de derechos humanos y justicia ambiental en el documento oficial, quedó claro que la tendencia de este texto hasta entonces había sido reducir los derechos humanos al concepto de economía verde. Al final de la tarde de ayer la ONU divulgó la última versión del documento oficial, que trajo pocos cambios en ese sentido.
Participaron del encuentro maestras, maestros y representantes de la sociedad civil de distintas partes del mundo, como Canadá, Mauritania, Brasil, Inglaterra, Japón, Colombia, Chile, España, Argentina, Ecuador y Guatemala. Hubo allí representantes de redes de educación y derechos humanos como ABONG, Instituto Paulo Freire, Instituto de Educación Ambiental, Centro de Actividades Culturales, Económicas y Sociales, Grupo Foro Social Mundial, CEAAL, ALER, ICAE, REPEM, CLADE, Foro Mundial por la Educación y Foro por una Nueva Gobernanza Mundial.
El mensaje del GT Educación. La actividad se inició con la presentación de la declaración del GT Educación, La educación que necesitamos para el mundo que queremos [descargue aquí: español | português | English], por el coordinador del Foro Mundial de Educación en Cataluña (España), Albert Sansano. Él explicó que el contenido de la publicación hace un análisis de la crisis actual, en sus variadas causas y efectos, además de defender que la educación debe servir a la formación de ciudadanos y ciudadanas capaces de pensar en el cambio del mundo dónde viven, bajo los fines sociales de buen vivir, bienes públicos, ética del cuidado, interculturalidad, identidad de género, democracia y relación entre las personas y la naturaleza, autonomía, solidaridad y redistribución social del conocimiento.
“Hay que se abrir un espacio de discusión y socialización sobre la construcción de nuevos paradigmas. Y debemos ser capaces de abrir ese proceso no sólo a los profesores, pero también a los trabajadores y las trabajadoras, a los padres y madres y a todos los sectores de la sociedad que piensen en la búsqueda por justicia social y ambiental”, dijo Albert.
Sobre el documento oficial. A continuación, la secretaria general del ICAE, Celita Eccher, que está dando seguimiento a las discusiones sobre educación entre las delegaciones gubernamentales en el contexto de Río+20, hizo un breve análisis sobre cómo el documento del GT Educación ha intentado dialogar con la propuesta oficial. Ella señaló que el reconocimiento, en el borrador cero, de la diferenciación entre educación formal y no formal ha sido un logro, sin embargo añadió que las negociaciones siguieron entre las autoridades sin mayores avances en materia de educación, justicia social y ambiental.
De otra parte, Patricia Jaramillo, de REPEM, que viene acompañando las discusiones sobre género de la cumbre oficial, en el Grupo Mayor de Mujeres, advirtió que el documento instrumentaliza la mujer para favorecer el concepto de economía verde, tal como se hizo en los años 70, teniendo en vista el desarrollo económico, a través de medidas como el control de natalidad.
“Han borrado todos los acuerdos anteriores respecto al tema. No queremos hablar de desarrollo sostenible, sustentable, ambiental o de economía verde. Queremos sí justicia social, ambiental y de género para los derechos humanos”, dijo ella.
Otro futuro es posible. También en la ocasión, Gustavo Marín, representante del Foro por una Nueva Gobernanza Mundial presentó el documento Otro futuro es posible, que se produjo por todos sus 19 GTs temáticos de la Cumbre de los Pueblos.
“Esa fue una obra colectiva. Tuvimos la preocupación en mantener la diversidad sin centralizar todas las discusiones en un solo documento. Así que el resultado es la reunión de varios textos que tienen como puntos principales: las cuestiones éticas y filosóficas, la economía, la política y los territorios”, definió.
Él defendió que la educación sea tratada como cuestión social y política porque una nueva educación solamente será posible en otra economía, donde no haya desigualdad, y en un nuevo sistema político, no fragmentado entre partidos, que respecte a la totalidad de los actores sociales. Además, señaló la importancia de la relación entre la red de organizaciones que defienden la educación y los movimientos estudiantiles en todo el mundo.
Al final de esa ponencia, las y los participantes se dividieron en grupos de discusión menores durante quince minutos. Cuándo regresaron del intervalo, el representante de la CLADE, Ilich Ortiz, invitó a todos y todas para que compartieran sus impresiones acerca de los dos documentos elaborados por los Grupos de Trabajo de la Cumbre de los Pueblos y el diálogo posterior sobre esos contenidos.
La plenaria contó con gran riqueza de opiniones y, entre algunas de las sugerencias compartidas por las personas presentes, se destacó: que la educación se preocupe también con la inclusión de las personas con discapacidad; que se incluya en el documento de GT Educación el contenido que acumulado sobre experiencias de educación indígena y de pueblos tradicionales; y que se busque estrechar la conexión entre las organizaciones que se dedicaron a la redacción del documento sobre educación y justicia social y ambiental con el movimiento estudiantil, las mujeres y los movimientos sociales en general.
http://www.campanaderechoeducacion.org/participacion/?p=646