Panamá: Carta del Congreso General Ngäbe-Bugle al Presidente de la República

2010-07-06 00:00:00

Su excelentísimo
Ricardo Martinelli
Presidente de la República
Ciudad de Panamá
E.         S.         D.
 
Sr. Presidente: “Es deber fundamental del Estado garantizar que la población viva en un ambiente sano y libre de contaminación, en donde el aire, el agua y los alimentos satisfagan los requerimientos del  desarrollo adecuado de la vida humana… El Estado y todos los habitantes del territorio nacional tienen el deber de propiciar un desarrollo social y económico que prevenga la contaminación del ambiente, mantenga el equilibrio ecológico y evite la destrucción de los ecosistemas”. Constitución Política de Panamá,. Articulo 118 y 119.
 
El Pueblo Ngäbe-Buglé y Campesino de la comarca estamos hondamente preocupados por su pronunciamiento sobre la reforma del código minero y sobre la explotación de la mina de cobre de Cerro Colorado por empresarios coreanos, Canadienses y otros. Su promoción de esta explotación minera acompañados de construcciones de hidroeléctricas  que se encuentra en el corazón de la Comarca Ngäbe Buglé, más que traer esperanza y el supuesto desarrollo con paz y tranquilidad, provocará y acrecentará aún más la crisis interna de gobernabilidad, divisionismo dentro del territorio de esta comarca.
 
 Como primeros descubridores, pobladores y habitantes de este país, consideramos que nosotros si amamos a este territorio  panameños; porque nunca hemos provocado sus destrucción.
 
Los Pueblos Indígenas panameños, como otros pueblos indígenas del continente, siempre hemos estado amenazados y ahora más que nunca en nombre del progreso, desarrollo, medio ambiente, experimentamos a diarios presiones sobre nuestra tierras.
 
Los pueblos indígenas de Panamá, específicamente los Ngäbe Buglé tenemos más de 14,000 mil años de estar radicado en esta tierra panameña sin embargo, aun somos tratados como seres extraños y extranjeros en nuestras propias tierras que hemos habitados ancestralmente.
 
Para nosotros los Pueblo indígenas la tierra es consideradas sagradas y de respeto como madre viva, surtidora de liberación humana y cósmica. El hombre es parte de la tierra y no su dominador ni depredador; el hombre hermano y miembros de su entorno.
 
Los pueblos indígenas hemos sido los mejores guardianes a través de la historia y épocas, la hemos cuidado y protegidos hasta nuestros días.
 
Madame Érica Daes la experta de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos manifestó en su estudio sobre la tierra “Los pueblos indígenas tienen una relación distintiva y profunda, espiritual y física con sus tierras, con el aire, las aguas, las playas, el hielo, la flora, la fauna y otros recursos. Esta relación tiene dimensiones y responsabilidades sociales, culturales, espirituales, económicas y políticas.
 
Las persona no pertenecientes a pueblos indígenas (cultura occidental) implementan la utilización lo mas que pueda de la madre naturaleza (tierra) para obtener toda la riqueza que pueda  que por lo general, son de beneficio de una elite o personal (o grupo minúsculo) que no miden ni les importa  las consecuencias provocando degradación bosques desaparecido y deforestadas especie de planta y animales que se están extinguiendo y la emisión de carbono nos están llevando a la crisis climática.
 
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) en visitas efectuadas a nuestro país, señalan que se violan los Derechos Humanos de los pueblos indígenas, como muestras claro los Ngäbe de Charco la Pava, por la Empresa Hidroeléctrica por la Compañía norteamericana (AES). También los maltratos y violaciones de su derecho y despojo de sus tierras que sufren actualmente ante la indiferencia de las autoridades nacionales, el caso de los hermanos Nasos Teribe, por la empresa ganadera Bocatoreña S.A. y en donde una vaca vale más que un ser humano.
 
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobados por la Asamblea General de la (ONU), el 13 de septiembre del 2007, el organismo internacional establece la obligatoriedad de los estados a reconocer el ejercicio pleno de los derechos indígenas. Incluyéndose el derecho al reconocimiento de los sistema de gobierno e instituciones indígenas (incluyéndose nuestras historias orales, autonomía y leyes).
 
Por todo lo ante señalado les solicitamos a usted Sr. Presidente de la República Lic. Ricardo Martinelli, los Ngäbe Buglé queremos seguir existiendo por lo cual pedimos:
 
1.    No a la explotación minera de cobre de Cerro Colorado, “El hombre que no ama a la madre tierra, es el hombre que se asfixia para vivir”.
 
2.    No a la construcción de represas hidroeléctricas en la Comarca Ngäbe Bugle.
 
3.    La reforma de Código Minero de nuestro país, el Pueblo Ngäbe Bugle, no ha tenido la participación e información previo, ni voz, ni voto, no tiene decisión, en consecuencia, no tiene las garantías de una real efectiva participación en las utilidades y beneficios que generaría el proyecto cuprífero y mucho menos participación en las fiscalización de las clausulas  del contrato futuro en los que les ataña.
 
4.    Desde el punto de vista económico todo proyecto de esta naturaleza se concibe y se diseña con la participación directa y efectiva de la región y población afectada de tal manera que se minimice los riesgos en perjuicio de los mismos y para que genere los mayores beneficios a fin de mejorar y elevar los niveles de vida de dicha población.
 
5.    Que no se incluya dentro de la consultas populares del país proyectos de ley N°138, el tema de la explotación minera de cobre de cerro Colorado y las construcciones hidroeléctricas dentro de la comarca Ngäbe Buglé.
 
6.    La participación de nosotros los indígenas Ngäbe Buglé es importante en cualquier debate relacionado con su medio ambiente, tierra, territorio y recursos.
 
El proyecto de explotación cuprífero de Cerro Colorado, más que una alternativa de desarrollo representan una amenaza de desnutrición del pueblo Ngäbe Bugle, desde el punto de vista físico, social, cultural y del medio ambiente.
 
Aunque se señale que este proyecto generará fuente de empleo y que la población indígena se tomará en cuenta para ser empleado en el mismo, todo sabemos que no existe mano de obra calificada Ngäbe Bugle entrenada en el manejo de las nueva y modernas tecnología que  este proyecto prevé emplear.
 
El gobierno ha argumentado que el Estado es el único dueño de los recursos naturales, y su  explotación traerá fuentes de trabajo y bienestar.
 
Los indígenas reclaman el respeto a su autonomía contemplada en la Ley 10(7 de marzo de 1997); la propiedad de las tierras y sus recursos, se oponen a la explotación, mientras la miseria persiste y el desarrollo que nos proponen no la estamos solicitando.
 
La mina implica traslado involuntario, sin indemnización ni reubicación, significa pérdida de lugares sagrados, desalojos violento, destrucción del habitad naturales de los indígenas, que desde el punto de vista cultural, histórico y místico su valor es incalculable.
 
El gobierno panameño debe reconocer que está obligado por Ley a aceptar el principio de consentimiento previo, libre e informado, y aplicarlo a nivel nacional, y que eso incluye hacer participar plenamente a los pueblos indígenas en todos los procesos relativos a las reformas del código minero y la explotación de dentro de sus territorios.
 
El Gobierno de turno de Panamá debe mejorar su legislación en materia de derecho de los pueblos indígenas, sobre todo en lo que respecta a la protección de los conocimientos tradicionales y al consentimiento previo, libre e informado. En particular, la jurisprudencia relativa a ciertos convenios como la convención sobre la eliminación de todas la forma de discriminación racial (ratificada por panamá en 1967) indica que los Estado deben obtener el consentimientos previo, libre e informado de los pueblos indígenas antes de tomar cualquier decisión o medida que pueda afectar las tierras que ocupan tradicionalmente o sus intereses en general.
 
La madre tierra nos está hablando a través del cambio climático, del efecto invernadero, del fenómeno del niño, del incremento de la fuerza de las tormentas y huracanes en unos sitios y de las más devastadoras sequías en otros lugares.
 
Los países del norte occidental, vuelven su mirada hacia los bosques y selvas de nuestros países. Especialmente en  los territorios de los pueblos indígenas.
 
Finalmente; los pueblos originarios de Panamá, no queremos dadivas, políticas de intensiones y empobrecedoras ni de caridad. Solo buscamos en el marco del estado de derecho, trato de igualdad, solidaridad y frutos compartidos del desarrollo que merecemos como todos panameños.
 
Quebrada Guabo, 02 de Junio de 2010
 
Atte,
 
Alberto Montezuma                                  Celestino Montezuma
Presidente del Congreso General   Alcalde de Distrito Nole Duima
 
Casilda Castrellón                             Nicolasa Jiménez
Cacica Local de distrito Mironó         Presidente de de Consejo de coordinación
                                                          General
 
Sr. Rafael Araúz    &n