Despertar conciencia y caminar la palabra digna, compromiso de las y los Tejedores de Comunicación

2010-05-06 00:00:00

Finalizó el I Encuentro de la Escuela de Comunicación “El Camino de la Palabra Digna”, que tuvo lugar en el norte del Cauca, precisamente en la vereda El Guavito, Cabildo de López Adentro, del  23 al  30 de abril de 2010 y que se continuará cada dos durante un año.

Espacio de encuentro que fue convocado por el Tejido de Comunicación desde enero del presente año, con el propósito de formar y construir conciencia crítica en defensa de la vida y del territorio. Convocatoria a la que respondieron cerca de 150 personas que se inscribieron de diferentes regiones y departamentos de Colombia.

En este primer espacio se integró la práctica comunicativa y la realidad glocal desde las voces de las organizaciones comunitarias, con la lectura de contexto y el análisis político de luchadores sociales y además con aportes teóricos desde el periodismo. Quienes en su mayoría hicieron presencia en la Escuela, mientras otros participaron a través de videoconferencias y llamadas telefónicas. Los principales contenidos fueron acerca del surgimiento y la lucha de organizaciones campesinas, indígenas y afros en Colombia y en Latinoamérica, y de algunas técnicas para realizar informativos radiales y comunicados.

Los 10 grupos de trabajo que se conformaron permitieron el análisis, la retroalimentación y la práctica a partir  de  los temas expuestos por los conferencistas. Así los participantes consiguieron reflejar en sus trabajos individuales y colectivos, que generalmente estaban basados en puestas en escena,  no sólo la utilidad de los medios de comunicación, sino también la importancia política que dejan los mensajes en quienes los escuchan, los leen o los observan. De esta manera, todos los grupos demostraron su amplia capacidad para llegar a la gente y además para dejar mensajes reflexivos y propositivos acerca de las problemáticas y la realidad de los pueblos.

Además de las jornadas diurnas de trabajo, en las noches todas y todos los estudiantes se integraban para participar en los videoforos donde veían y analizaban problemáticas de otros que no son ajenas a sus pueblos. También se realizaron las tulpas para intercambiar con mayores, en las que se reunían alrededor de una fogata para contar experiencias en las que intervinieron urbanos, afros, campesinos e indígenas. Espacio que les facilitó interactuar y conocerse más los unos a los otros, para seguir compartiendo y mantener una comunicación reciproca.

El Plan de Estudios y el tiempo de trabajo cotidiano se adecuaron según las necesidades de los grupos, igual que la disciplina, donde tuvo un papel importante la Autoridad Tradicional y la Guardia Indígena, quienes  además de ejercer el control en su territorio, se integraron y participaron activamente en el encuentro. Ejemplo concreto de los guardias que hicieron parte de los dramatizados realizados a partir de escoger y analizar un tema crítico de las organizaciones. De esta manera, los diversos grupos étnicos y mestizos de zonas rurales y urbanas colocaron en común temas y problemáticas que los tocan a todos, pero también compartieron cómo cada uno desde su espacio, lucha para cambiar esta realidad que afecta sistemáticamente a los pueblos y a los procesos.

“Que mejor forma de hacer memoria histórica y apostarle a propuestas alternativas y políticas, donde la comunicación se concibe como fundamental. La comunicación no es solamente informar sobre un hecho o hacer uso de herramientas técnicas. La comunicación real tiene que ver con lo político. Nosotros debemos adherir las tecnologías para apoyar el despertar de la conciencia y sembrarle inquietud a la opinión pública para que se vea obligada a investigar y a debatir”, fue una de las opiniones, entre muchas expuestas en las mesas de trabajo.

Sumado al intercambio de saberes entre procesos, se sacó un día de la semana para participar en varias mingas de trabajo en el territorio. Mientras unos iban a traer postes de árboles a una finca cercana para la construcción de una vivienda comunitaria, otros apoyaban el trabajo de la Escuela en El Guavito y cogían maíz en apoyo y solidaridad con el Cabildo que los acogió. Después de  la Minga, también tuvieron  tiempo para recrearse: unos jugaron fútbol, otros vieron una película, mientras quienes no tenían correo electrónico aprovecharon ese momento para conocer un poco de internet con el apoyo de sus propios compañeros que ya lo manejaban.

Otro espacio importante que generaron los participantes, fue cuando presentaron la puesta en escena acerca de un tema crítico que afecta a los pueblos, porque con sus dramatizados reflejaron no sólo agresiones externas, sino también problemáticas internas entre los procesos organizativos. Esto fue un espacio dinámico, reflexivo y autocrítico, ya que todas y todos vieron reflejadas sus realidades, pero también las alternativas que deben tejer entre pueblos para resistir la agresión, abordar las contradicciones internas y seguir fortaleciendo sus planes de vida.

Para finalizar el primer encuentro se organizó un acto cultural, donde todos los participantes dieron a conocer sus talentos: los afros con el Rap y cánticos que usan en las jugas; los campesinos cantando coplas y música popular; los indígenas cantando música propia; y los urbanos integrados con todos al ritmo de sayas. Definitivamente lo que se robó la atención del público fue el rapeo entre un afro y un indígena que rapeaba en Nasayuwe, y también todo el sentimiento y la fuerza con la que indígenas Sáliba del Casanare interpretaron sus vivencias a ritmo llanero.

El cierre de este Primer Encuentro se hizo con una amplia evaluación de los contenidos, la logística y la facilitación, que permitirá mejorar y enriquecer el próximo encuentro que está previsto para finales de junio. También se firmó un acta donde se comprometen a continuar con el proceso de formación y replicar los aprendizajes desde sus territorios, con el propósito de empezar a ampliar los nudos, los hilos y los huecos del Tejido de Comunicación de los pueblos. Con gestos y sonrisas de agradecimiento, pero a la vez tristeza por la semana que culminó, se despidieron las y los participantes de la Escuela de Comunicación “El Camino de la Palabra Digna”.