Colombia: Andrés sigue caminando con nosotros

2010-03-02 00:00:00

 
Rubén Darío recuerda a su hermano como una persona aventurera y apasionada por lo que hacía: entregado a la comunidad. Un trabajador sin horarios y sonriente siempre. “Él nació con esa sangre y ese espíritu de trabajar con las comunidades. Él no decía que no a lo que le tocaba hacer en el Cabildo, esa era la vida de él…el iba y volvía…lo del Cabildo él se lo aprendió desde que comenzó y siguió con eso hasta que le quitaron la vida. Él era todo el tiempo riéndose”.
 
Ayer 26 de febrero de 2010, se cumplió la última estación del homenaje y de la despedida a nuestro compañero Andrés Fernando Muelas, asesinado el pasado 23 de febrero, cuando de desplazaba por la Panamericana en su motocicleta, después de una ardua jornada de trabajo en la ACIN.
 
A las 10:30 de la mañana, salió una caravana de aproximadamente 2.000 personas provenientes de todos los resguardos de la zona norte, del CRIC, y representantes de otras organizaciones nacionales e internacionales. La caravana partió desde las instalaciones de la ACIN hacia El Frutal, corregimiento de Mondomo, sitio donde cayó nuestro compañero.
 
Al llegar a El Frutal, la gente se congregó en el punto donde las balas alcanzaron a Andrés. En su memoria, la comunidad dejó plasmado un símbolo del pensamiento Nasa, acompañado de música y palabras de solidaridad, que a lo largo de los últimos días han llegado por diferentes medios, desde muchos rincones del mundo. La gente se organizó en el carril derecho de la vía Panamericana para emprender la movilización hacia Mondomo, el lugar donde Andrés partiría para volver a la tierra. 
 
En el transcurso de esta marcha, a pesar de la tristeza, la gente caminó con fuerza para expresar el rechazo a los hechos que agreden nuestros territorios, producto del conflicto armado y la militarización que está avanzado por todos los rincones de nuestro país. Andrés es una víctima más de este conflicto que siempre nos pone en el medio, atacándonos por no compartir sus ideologías.
 
Andrés caminó con nosotros, caminó en medio de la gente y sonrió a través de la lluvia que acompañó la marcha. Se escucharon gritos de ánimo. La gente nos miraba al pasar en diferentes vehículos y algunos salieron a la vía a regalarnos flores para Andrés, quien quedará en la memoria de todos, recordándonos sus ganas de vivir y de trabajar por la comunidad.
 
Al llegar a Mondomo nos recibió la familia, los amigos, y la música del grupo de Andrés, que entonaba las canciones que él solía cantar. La gente se congregó en el Parque Central donde se instaló la Audiencia Pública, en la cual, las autoridades tradicionales manifestaron el rechazo a los hechos de los últimos días que han tomado a nuestro territorio como blanco de ataques, señalamientos y acusaciones por parte del gobierno y de todos los actores armados.
 
La audiencia fue precedida por la consejería de la ACIN, los gobernadores de los diferentes resguardos y una delegación del CRIC. En la lectura del documento público se denunciaron estos actos de violencia que ahora cobran la vida de nuestro querido compañero Andrés Muelas. Así mismo, se rechazo enfáticamente las declaraciones de la policía y del gobierno del Cauca. Además las insinuaciones amarillistas de cierta prensa, que juzga y ensucia su nombre relacionándolo malintencionadamente con otros sucesos coyunturales en la zona, como el narcotráfico.
 
“Ayúdennos a sacar esto de la impunidad”, pidió Rubén Darío Muelas, refiriéndose a la necesidad de esclarecer la información sobre los responsables de la muerte de su hermano. También solicitó en la audiencia, acompañamiento a su familia por este lamentable hecho.
 
Rubén Darío recuerda a su hermano como una persona aventurera y apasionada por lo que hacía: entregado a la comunidad. Un trabajador sin horarios y sonriente siempre. “Él nació con esa sangre y ese espíritu de trabajar con las comunidades. Él no decía que no a lo que le tocaba hacer en el Cabildo, esa era la vida de él…el iba y volvía…lo del Cabildo él se lo aprendió desde que comenzó y siguió con eso hasta que le quitaron la vida. Él era todo el tiempo riéndose”.
 
Tras la audiencia y la misa celebrada en la plaza principal, la comunidad caminó con Andrés hacia su viaje de retorno a la Madre Tierra. Nos queda el infinito dolor de su ausencia, pero también nos queda su ejemplo de trabajar desinteresadamente por las comunidades.