Nosotras, nosotros, pueblos originarios de esta parte de América del Sur, nos reunimos en un “Aty Guasu” para debatir la situación por el cual estamos pasando y de otros pueblos, indígenas, campesinos, trabajadores, que vivimos en esta tierra, de abundancia, vida, que el sistema capitalista, sistemáticamente esta destruyendo nuestra hábitat, el “teko katu”, amparado en un sistema prebendario, injusto, de colonialismo, destrucción, explotación de casi más de 5 siglos.
 
Nos levantamos contra la imposición de un modelo de producción basado en el monocultivo de soja, maíz, trigo, caña de azúcar, que utiliza indiscriminadamente productos tóxicos para envenenar nuestros alimentos, animales,  nuestras tierras, nuestras aguas, nuestros aires,  para expulsarnos de nuestros lugares ancestrales, nuestros cementerios, nuestros lugares sagrados, permitiendo que se nos arrincone en las zonas urbanas, tratando de sobrevivir en una “jaula” de cementos, carreteras, sin identidad alguna.
 
Queremos recuperar nuestros territorios, nuestros lugares sagrados, nuestros cementerios como parte fundamental de nuestra identidad como pueblo originario de estas tierras. Hacemos un llamamiento a todos los sectores de la sociedad paraguaya que se unan a esta lucha ancestral, contra la barbarie del sistema capitalista. Solamente con la unidad de los trabajadores, estudiantiles, barriales, campesinos podemos defender el proceso de cambio que se abrió el 20 de abril del 2008, profundizando en la lucha democrática, participativa e incluyente, donde la presencia del pueblo indígena es imperiosa para colocar nuestra identidad, nuestra cultura, levantando la bandera de la unidad de todos los pueblos indígenas para avanzar hacia la construcción de una nación multiétnico, con participación en los espacios de poder.
 
Nos unimos en el proceso de avanzada que otros pueblos originarios han conquistados con valentía, garras, sacrificios y muertes en la recuperación del territorio, ocupado por las corporaciones transnacionales, que perdieron sus soberanías, territorial, alimentaria, energética en el provecho de unos pocos contra la mayoría del pueblo empobrecidos por las ansias de lucro de los capitalistas. Apoyamos el proceso de articulación de todos los pueblos indígenas, que antiguamente se establecieron sobre el territorio americano, usurpados por las empresas transnacionales, para expulsar de nuestros territorios, y recuperar de nuevo para la gran nación indígena de América.
 
Repudiamos en forma enérgica la situación de los hermanos y hermanas de las comunidades indígenas de Itakyry y Avai que fueron premeditadamente rociadas, en forma sistemáticamente, por los sojeros con agrotóxicos para destruir sus comunidades y asesinar a sus ocupantes. Además, denunciamos la función de la fiscalía en amparar estos métodos de genocidios de los indígenas y campesinos, que ante la inacción del estado paraguayo, tenemos que salir a defendernos ante el atropello a que nos tienen acostumbrados desde hace tiempo. Exigimos el cese de toda persecución y criminalización contra el pueblo indígena y paraguayo.
 
Consideramos que el intento de recorte presupuestario a los programas sociales, por parte de parlamentarios antipatriotas, corruptos y mafiosos, como los senadores Jaegli, Galaverna y otros, impusieron sus intereses individuales que ante los intereses nacionales para garantizar sus privilegios, llegando inclusive a plantear aumentar sus jugosos sueldos que alcanza aproximadamente a veinte  y cuatro millones de guaraníes mensuales, con el único objetivo de boicotear los planes de cambio que el pueblo necesita para transitar hacia una verdadera democracia con inclusión social.  
 
Por último, exigimos que el gobierne inicie el proceso de reestructuración del INDI, con rango ministerial, para encarar las respuestas a los problemas históricos de los pueblos indígenas, con participación de todos los grupos étnicos.
 
Llamamos a apoyar todas las acciones a favor de un presupuesto general de gastos para la mayoría