Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC

Urge la Misión de Alto Nivel a Saravena y TAME para atender
desplazados indígenas

Las zonas de rehabilitación, son zonas de muerte para los
Indígenas

Bogotá, D. C., mayo 15 de 2003.

La Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC exige al
gobierno nacional el envío inmediato de una Comisión de
Alto Nivel, con presencia de los organismos de control,
para que atienda directamente las comunidades indígenas del
pueblo Macaguán desplazadas en Saravena, Tame y Santo
Domingo (departamento de Arauca), por causa de los
asesinatos, violaciones, amenazas y bombardeos ejecutados
por el Ejército Nacional, según lo han denunciado las
organizaciones sociales de la región. Esta situación se ha
visto agravada por los continuos enfrentamientos entre la
insurgencia y las fuerzas militares y paramilitares.

La información suministrada por la organización indígena --
y verificada por la Secretaría de Gobierno departamental y
municipal de Saravena— confirma la presencia 327 indígenas
Macaguanes, entre ellos 115 niños de uno a 10 años, en la
Iglesia Cristo Rey de Saravena; hay otros 100 indígenas en
la Casa Indígena de Tame; y aproximadamente 200 que se
encuentran todavía en Santodomingo, sin poder llegar a la
cabecera municipal.

Como ya ha sido dicho por las autoridades indígenas, los
desplazamiento han sido provocados por las agresiones
permanentes de unidades del Ejército actuando como
paramilitares, comandadas por el general Carlos Omairo
Lemus Pedraza (Brigada XVIII) y el teniente coronel Alberto
Bonilla Torres (Batallón Navas Pardo). Las acciones de las
fuerzas militares son el asesinato de los indígenas Nilson
Delgado López, Daniel Linares Sánchez (quien apareció
descuartizado), Samuel Linares Sánchez, Omaira Fernández
(de 16 años, embarazada, a quien abrieron el vientre y cuyo
feto fue cortado, siendo arrojados al río); la violación de
cuatro jóvenes de 11, 12, 15 y 16 años (Maribel Fernández);
se encuentran desaparecidas Luz Cenid Hernández y Diego
Muñoz Usquiana, que fueron detenidas el 31 de diciembre de
2002.

Exigimos igualmente la atención humanitaria adecuada a la
particularidad étnica de los indígenas, exigimos que
cualquier acción de retorno sea absolutamente voluntaria y
esté acompañada de medidas eficaces del gobierno para
impedir que estos crímenes cometidos por el Ejército se
repitan y para que sean sancionados todos los responsables.
Por otra parte, nos oponemos a los intentos de seguir
desplazando forzadamente a los indígenas de la iglesia a
otras instalaciones del municipio de Saravena que no
cumplen con mínimas condiciones de seguridad.

Solicitamos a nuestros amigos en el país y el mundo, el
pronunciamiento ante el gobierno nacional para que pare la
masacre de indígenas en Colombia.

COMITÉ EJECUTIVO