ECUARUNARI frente al inicio de un nuevo periodo presidencial

2009-08-13 00:00:00

La ECUARUNARI frente al inicio de un nuevo periodo presidencial del Ec. Rafael Correa, hace público su pensamiento y posición:
 
1                    Ratificamos nuestra vocación de lucha por un país democrático y plurinacional. Como Movimiento Indígena hemos sido uno de los actores más perseverantes en la resistencia contra el neoliberalismo y todas sus trágicas secuelas; así como empeñosos en la construcción de propuestas alternativas para nuestra patria.
 
2.                                                                                          Reconocemos y reivindicamos que el actual proceso histórico de cambios que vive el Ecuador es consecuencia y parte de las luchas y procesos de transformaciones impulsadas desde hace varias décadas por la movilización y propuestas de los pueblos y nacionalidades indígenas, por los trabajadores, de los movimientos sociales, estudiantes, maestros, jóvenes, por hombre y mujeres de todo el país.
 
3.                                                                                          Reconocemos en este nuevo mandato de Presidente Rafael Correa se completa una primera fase período de transición inicial, el mismo que ha estado lleno de contradicciones políticas, económicas y sociales, que sin embargo la expedición y aprobación de la nueva Constitución es el resultado sobresaliente que todas las fuerzas progresistas hemos conseguido, en tanto que el reconocimiento de la Plurinacionalidad, la Soberanía Alimentaria, el Sumak Kawsay –Buen Vivir-, entre otros, sintetiza una serie de aspiraciones históricas de los indígenas, afro ecuatorianos, montubios y del conjunto de la sociedad ecuatoriana.
 
Cabe aclarar que temas como la consulta y consentimiento previo, la oficialización del idioma kichwa, la reforma agraria, son parte de las tareas inconclusas de la Asamblea. Así como la intervención y cooptación del Sistema de Educación Intercultural Bilingüe SEIB, el Decreto Ejecutivo 1780 que atenta contra el carácter laico del Estado, la libertad de cultos y la interculturalidad, representan flagrantes retrocesos en el espíritu revolucionario del momento.
 
4.                                                                                          Destacamos la importancia del momento que vive América Latina, en el que muchos países con gobiernos progresistas, establecidos gracias a la acción de las luchas populares, están impulsando una serie de transformaciones profundas, afirmando posiciones soberanas y dignas frente a potencias extranjeras, de la misma manera están fortaleciendo procesos de unidad latinoamericana y recuperar la soberanía económica y política de la región. En este proceso también se incluye el Ecuador.
 
5.                                                                                          Rechazamos categóricamente la política imperialista y guerreristas de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, que se han transformado en actores desestabilizadores de la paz y unidad de la región, principalmente a través de la implementación del Plan Colombia, del Plan Mérida y últimamente con la pretensión de establecer siete nuevas bases militares norteamericanas; constituyendo así en una intolerable amenaza para la integridad, la soberanía y la convivencia pacífica de los pueblos de América. Denunciamos como falsas los argumentos de que dichas bases militares servirían para el combate antidroga, pues es justamente en los países que cuentan con presencia u ocupación militar norteamericana donde la producción y tráfico de drogas ha aumentado, según informes oficiales de la ONU, como son los casos de Colombia y Afganistán. Detrás de estas bases están las intenciones de controlar y apropiarse por intermedio de sus empresas transnacionales de nuestros recursos naturales, como el agua, petróleo, minería, biodiversidad.
6.                                                                                          De la misma manera, como movimiento indígena, rechazamos los permanentes y reiterados ataques que el Gobierno ha realizado contra del movimiento indígena, organizaciones sociales y sus dirigente. Nuestro único afán es ser parte activa de un proceso de revolución radical y profundo en nuestra patria. Por lo tanto exigimos al gobierno ecuatoriano coherencia con los planteamientos de cambio del los ecuatorianos.
7.                                                                                          Invitamos al gobierno ecuatoriano a dialogar de manera transparente y franca con los movimientos sociales y políticos, no sólo con banqueros y grandes empresarios. Un proceso de dialogo con el fin de definir y cristalizar las políticas económicas y sociales que permitirán enfrentar la actual crisis global, dando simultáneamente respuestas a los graves problemas estructurales.
 
8.                                                                                          Convocamos a la sociedad para discutir de forma amplia y participativa temas fundamentales que nos permita superar la perversa lógica de la economía extractivista (primario-exportadora), asentar las bases reales de una economía popular y comunitaria, que garantice la soberanía alimentaria y el Sumak kawsay –Buen Vibir-, los derechos de la naturaleza, el derecho humano fundamental al agua, la soberanía energética, y afianzar los logros constitucionales como la construcción del Estado plurinacional.
 
9.                                                                                          La radicalización de este proceso de cambio debe comenzar por la Revolución Agraria, que incluya la redistribución de tierras, recuperación de los suelos, desprivatización y redistribución del agua, la nacionalización de los recursos naturales; para esto proponemos conformación de una comisión de auditoría de los contratos petroleros y de las concesiones de agua, tal como se hizo con la deuda externa.
 
10.                                                                                      Hacemos un llamado a todas las organizaciones sociales campo y la ciudad a conformar gran frente de unidad nacional, que incluya a todas aquellas personas y sectores comprometidos con el cambio, con el fin de defender los logros alcanzados en este proceso histórico, de los ataques de las viejas y nuevas oligarquías, que no aceptan ningún cambio o que quieres cambiar algo para no cambiar nada. De la misma manera para estar vigilantes y hacer escuchar nuestra voz o para desplegar las acciones necesarias en aquellos puntos en los que el gobierno de Rafael Correa o la Asamblea Nacional atenten contra los intereses nacionales y populares.
11.                                                                                      A la asamblea nacional exigimos que todas las leyes que se discutan sea bajo un gran dialogo nacional y no a de mayorías legislativa contrarias a la voluntad popular, que solo benefician a pequeños grupos de poder, como quedó develado con el Mandato Agrario, la Ley Minera y los pretendidos proyectos de ley de Reordenamiento Territorial, de Educación Superior, Código Laboral y Código Ambiental y de Agua.
Por el Consejo de Gobierno
 
Humberto Cholango
PRESIDENTE CONFEDERACION KICHWA
ECUARUNARI