Colombia: Casa de “Nari”: los montajes del régimen

2008-10-20 00:00:00

Normal
0
21

false
false
false

MicrosoftInternetExplorer4

st1\:*{behavior:url(#ieooui) }

/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:"Tabla normal";
mso-style-parent:"";
font-size:10.0pt;"Times New Roman";}

Nos atacan, nos matan, nos hieren y nos humillan durante dos días para defender una vía a costa de muchas vidas, pero no tienen ni el tiempo, ni los recursos ni el interés de escuchar lo que nos obliga a movilizarnos y a resistir.

¿Se acuerdan?, militares, funcionarios de alto nivel y el propio Presidente lo dijeron con “pruebas”. Las tres mentiras del Siglo XXI: que Irak tenía armas de destrucción masiva, que estaba aliada con los terroristas de Al’Qaeda que hicieron el ataque a las torres gemelas, y que había que restaurar la democracia de las manos del dictador Saddam Hussein. La verdad: querían el petróleo y punto. Ni había armas de destrucción masiva, ni tuvo relación Irak con el ataque a las torres gemelas ni con Al´Qaeda, pero después de 1 millón de víctimas civiles, los convirtieron en terroristas, ni llevaron la democracia a un país ocupado, saqueado y sometido al punto que los habitantes se convierten en bombas suicidas para hacer estallar su desesperación.
 
Hoy a medio día vimos por televisión un montaje que en todo recuerda los escenarios de las tres mentiras. Cortinas azules de fondo, un General (Naranjo, comandante de la Policía), hablando con firmeza y convicción. La Directora del DAS, el servicio secreto cuyo predecesor salió de su cargo a la cárcel por montar falsos positivos y hacer campaña política “para” Uribe y el Ministro de la Protección Social , involucrado en cohecho “para” la reelección de Uribe, pero elevado al grado de impunidad total por decreto del Consejo Superior de la Judicatura. Aseveran que los indígenas son FARC y actúan con las FARC y tienen pruebas. Pero además, que la Minga es política, para hacerle oposición al Gobierno. Lo primero es falso, lo segundo es cierto y no es delito. O no debería serlo. O no lo sería si en este país hubiera un Gobierno democrático y no un régimen del terror. El movimiento indígena ha sido víctima de todos los actores armados. Eso, para información del público manipulable, incluye ser víctima de las FARC. Víctima quiere decir crímenes, asesinatos, reclutamiento forzado, intimidaciones, amenazas. Una lista larga y dolorosa de todo esto. El movimiento indígena no pone carros bombas ni intenta explotar puentes. El movimiento indígena no dispara contra la fuerza pública y entrega a los policías y soldados así estén infiltrándose para organizar sabotajes que validen las “pruebas” de los ministros y generales. El movimiento indígena llora sus muertos y sus heridos, pero lamenta todas las víctimas, todos los muertos y todos los heridos. Habrá indígenas en las FARC y también en el ejército y actuarán con toda clase de armas, pero no pertenecen al movimiento indígena y lo hacen fuera del proceso.
 
Hoy se montó en televisión el pretexto para poder exterminar el proceso. Si fuéramos terroristas o de las FARC entonces podrían acabar con nosotros. Esa es precisamente la razón por la cual nos levantamos en la Minga. Porque nos negamos a ser señalados como terroristas, narcotraficantes. Somos dignos. Tenemos un proceso histórico, Planes de Vida, territorios y autonomía. Pero para robarnos el territorio y destruir nuestro proceso nos señalan como terroristas y montan pruebas contra nosotros. El régimen prefiere que no seamos autónomos, ni indígenas, ni que rechacemos la lucha armada. Prefiere que no tengamos propuestas que vayan más allá de nosotros, ni que entendamos que la codicia que orienta el proyecto económico con el que están acabando con la vida, con los derechos de los pueblos y con la justicia debe ser resistido y reemplazado para que haya paz y justicia. Prefiere que seamos de las FARC para poder eliminarnos y explotar las riquezas de nuestros territorios. Como FARC nos trataron. Por eso nos atacaron con contraguerrilla y nos dispararon como a criminales. Por eso a esta misma hora están dentro del resguardo de La María Piendamó con orden de disparar si se mueve un indígena. Por eso destruyeron las casas, las llenaron de balas y lo rompieron todo. Porque nos trataron, a nosotros, civiles, indígenas, dignos, protestando pacíficamente, como enemigos en combate. Hacen la guerra contra el pueblo. Toda la maquinaria militar contra comunidades que nos atrevimos a ser dignos y a hablar. Acá el que habla, el que se opone, el que se defiende es objeto de agresión militar a sangre y fuego. Está perfectamente claro y tenemos pruebas: en Colombia, quienquiera que no le obedece al régimen y se somete al empobrecimiento y al silencio es guerrillero y se le ataca con la contraguerrilla. Asesinos. Gobierno asesino. Régimen asesino. Montajes para asesinar. Cuando hicieron el montaje ya estaban asesinando. Peor que las mentiras de Irak. Allá por lo menos primero hicieron el montaje y después atacaron.
 
Para eso fue el espectáculo de hoy. Nos atacan, nos matan, nos hieren y nos humillan durante dos días para defender una vía a costa de muchas vidas, pero no tienen ni el tiempo, ni los recursos ni el interés de escuchar lo que nos obliga a movilizarnos y a resistir. No somos terroristas y las “pruebas” que tengan solo prueban su capacidad de mentir y de usar el poder público contra los pueblos. Prueban que si es inevitable movilizarnos. Prueban que de todas maneras nos matan, es decir, si reclamamos nuestros derechos o si nos quedamos callados y empobrecidos. A los crédulos los convencieron de que nos pueden acabar. A los que entendemos y sabemos y defendemos la vida, nos probaron que hay que enterrar a los muertos, llorar con dignidad y seguir luchando porque la muerte no es alternativa. Solamente la vida sin mentiras ni montajes lo es.
 
Tejido de Comunicación y Relaciones
Para la Verdad y la Vida
ACIN
17 de Octubre de 2008.