Tres años más tarde, ustedes, como nosotros, le dijeron NO al TLC entre Colombia y EEUU
Señora:
Nancy Pelosi, miembros del Congreso y Pueblo de Los EE.UU
Abril 11, 2008
Cordial saludo.
En primer lugar, debemos expresar nuestra alegría y gratitud por la decisión tomada ayer 10 de Abril de 2008 en el Congreso de los EEUU. Con 294 votos a favor y 195 en contra, la Cámara de Representantes que Usted preside, decidió congelar indefinidamente el TLC entre Colombia y los EEUU. Sabemos que esta es apenas una etapa en un largo camino, pero su resultado es profundamente significativo para nuestros pueblos y nos abre una ventana a través de la cual respiramos con fuerza y ánimo renovados. Esta carta, además de reflejar nuestro reconocimiento y aprecio como pueblos, busca abrir un espacio de comunicación entre nosotros porque sentimos que nos merecemos el derecho de ser escuchados y respetados y que hace mucho tiempo que Usted y los congresistas del Partido Demócrata bajo su liderazgo deberían haber conocido nuestra decisión democrática y nuestras razones de dignidad y vida.
En efecto, hace un poco más de tres años, el Domingo 6 de Marzo de 2005, se realizó la primera Consulta Popular frente al TLC entre Colombia y su país, a través de un referendo realizado en 6 municipios del Departamento del Cauca. En ese referendo libre, abierto y transparente, observado por jurados nacionales e internacionales y sometido a un procedimiento electoral estricto, en el que hubo una participación que no tiene paralelo en la historia de nuestros municipios, el 98% de la gente respondió NO a una sola pregunta: ¿Está usted de acuerdo con el TLC entre Colombia y EEUU?. El pueblo expresó su decisión soberana y conciente. A partir de esa primera consulta, se realizaron otras en el resto del país. Todas con el mismo resultado.
El 1 de Febrero de 2005 hicimos pública la proclama a través de la cual se convocaba a ese proceso Nacional de referendo popular frente al TLC. Les invitamos a conocer ese documento que reiteramos y cuya claridad y elocuencia son aún más relevantes hoy ante la decisión del Congreso de los EEUU. Creemos que es nuestro derecho reclamarles de manera respetuosa, que conozcan los motivos y perspectivas que expresamos como pueblos frente a este proyecto de Tratado que de manera tan profunda afectaría nuestras vidas. Por su conducto, Señora Pelosi, invitamos al Congreso y al Pueblo de los EEUU a leer esta proclama y a tratar su contenido con el respeto y consideración que merecen http://www.nasaacin.org/consulta.htm y a reconocer la decisión soberana y democrática de nuestros pueblos.
Es importante que Ustedes sepan que al momento de realizar esa consulta y hasta el día de hoy, la información disponible a la ciudadanía en Colombia, a partir del Gobierno y los medios masivos de comunicación en relación con el TLC y sus consecuencias, ha sido abrumadoramente distorsionada y unilateralmente favorable al mismo, cerrando efectivamente los espacios de debate y controversia entre perspectivas diversas que le permitan a la población conocer el tema para asumir una posición sustentada ante el mismo. En la Proclama que lanzaba la Consulta preguntábamos: ¿Si el TLC es tan bueno, porqué desinforman a los pueblos y porqué le tienen miedo a una decisión popular democrática y consciente? Hoy, a un día de la decisión que Ustedes tomaron, insistimos en la misma pregunta. A pesar de la constante propaganda a favor del TLC y de la forma en que se atemoriza a la gente asegurando sin sustento que no aprobar el TLC equivale, por parte de los EEUU a abandonar a Colombia en el atraso, quienes participaron en el referendo entendieron que esto no solo no es cierto sino que por el contrario, la aprobación del TLC en los términos y bajo las condiciones propuestas equivale a empujar a Colombia hacia el abismo del atraso, el empobrecimiento, la inequidad y la guerra. También entendemos que el pueblo de los EEUU sufre las consecuencias negativas de este tipo de tratados, pero esto último corresponde a Ustedes y al pueblo de los EEUU analizarlo y decidirlo. Señora Pelosi, el Gobierno de Colombia se opuso y se opone aún a permitirle al pueblo de Colombia conocer los impactos reales del TLC tal como está definido, cierra los espacios de debate democrático e ignora los resultados contundentes de la Consulta Popular. En consecuencia, insistimos en invitarles a que se enteren de la Consulta de Marzo de 2005, nuestros motivos y argumentos, la decisión democrática y contundente de los pueblos y las consecuencias e implicaciones de esta decisión. Les invitamos también a respaldar el derecho de los pueblos a entender y decidir. Derecho que, frente al TLC no ha respetado el Gobierno de Colombia.
El Gobierno de Colombia pretendió descartar la decisión de la Consulta alegando que no entendemos los beneficios del TLC y que la población fue manipulada por manos oscuras y terroristas a tomar esta contundente decisión. Nuestra respuesta a esta acusación temeraria y sin fundamento se encuentra en el texto de la Proclama y en la realidad y los hechos que hablan por si mismos. La posición del Gobierno es racista en la medida que nos considera aún seres incipientes e incapaces de entender y decidir a conciencia, como también es una amenaza grave contra nuestra vida e integridad ya que señala vínculos inexistentes con terroristas, lo que en este país equivale a una condena a muerte.
Lean Ustedes nuestros argumentos a ver si es posible acusarnos de no entender. Lean y, contrario a lo que ha hecho el Gobierno Colombiano, respondan con ideas, con argumentos, con evidencias. Como lo decimos en la Proclama que convoca a la Consulta, no nos oponemos al Libre Comercio ni a un tratado con los EEUU. Nos oponemos a este tratado y damos las razones fundamentales basados en evidencia contundente. Señora Pelosi, Congresistas y Pueblo de los EEUU, tres años después de nuestra Proclama y convocatoria a realizar un referendo público frente al TLC, tres años después de que nuestros pueblos hubieran dicho NO a pesar de que se nos cerraran los espacios para debatir y decidir, más del 60% de las tierras productivas se encuentran en manos de 15000 familias, menos del 0,4% de la población del país. Esta inmensa concentración de la tierra es además improductiva en la medida en que la comida que aún cosechamos en ella proviene de los pequeños propietarios pobres porque los grandes propietarios no producen comida. Además, el ingreso al país de productos agropecuarios subsidiados condena a la ruina y al hambre a los campesinos, indígenas y productores del campo, ante la imposibilidad de competir ante productos distorsionadamente baratos. La producción de cultivos para uso ilícito se convierte por vía del Libre Comercio en una obligación para poder sobrevivir y conseguir recursos económicos esenciales. Usted sabe bien que venimos siendo desplazados y despojados de la tierra por vía de la violencia y de la guerra cuyo propósito es despojarnos para abrir el campo a megaproyectos de corporaciones transnacionales. Este despojo que ha desplazado a 4 millones de compatriotas hacia las ciudades en condiciones de miseria, fomenta la violencia social, la violencia política, el odio y por esa vía, perpetúa la guerra y la miseria. Pero el tratado encarece los medicamentos y patenta la vida y nuestros saberes ancestrales. El TLC que ustedes decidieron no considerar por ahora, respalda a un Gobierno cuyo Presidente ofreció el 15 de Marzo de 2008 en un Consejo Comentario realizado en Popyán, recompensas por indígenas que luchen de manera directa por recuperar tierras de las que hemos sido despojados y a las que tenemos derecho en cumplimiento de acuerdos con el Estado. La criminalización de la reforma agraria necesaria para que un TLC justo sea viable, es convertida en delito, precisamente para que los intereses particulares que se beneficiarían con el TLC, sean protegidos. En medio de la guerra, de la miseria, del despojo, del terror y del engaño no habrá prosperidad para nadie. Por eso este TLC que Ustedes no han debatido ha sido rechazado por nosotros.
Queremos, Señora Pelosi y Congresistas, un Tratado de Libre Comercio que sea de veras un Tratado en la medida en que se de una negociación real entre partes que representen los intereses de los pueblos y no únicamente entre pares que actúen exclusivamente a nombre de los intereses del gran capital. Uno que sea Libre y no impuesto de manera unilateral y con propaganda, sin debate y consulta abierta y democrática. Un tratado cuyo contenido sea realmente el Comercio que garantice la oportunidad recíproca para que se consiga el bienestar de los pueblos autónomos y soberanos y se proteja la naturaleza y la vida. El TLC que Ustedes han decidido no debatir por el momento, fomenta el despojo, legaliza la injusticia y nos condena a la guerra permanente y al atraso.
Celebramos la decisión que han tomado y la agradecemos. Equivale, ni más ni menos a respetar nuestras vidas. Reciba nuestra expresión de gratitud extensiva a su pueblo y acepte nuestra invitación a conocer los motivos de nuestra decisión tomada democráticamente hace tres años,
Sinceramente,
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca - ACIN