“Danzamos para no morir, danzamos para recordar, danzamos por el reencuentro, danzamos bajo el embrujo de nuestros cantos y música de la madre tierra para alegrar a los padres espirituales, que desde todos los rincones nos guían”.

Con cantos y danzas se mitiga lentamente el cansancio de la travesía de mas de 20 horas de camino; para los pueblos indígenas, una de las formas de resistir, ha sido la música y la danza; a través de ella armonizamos el territorio, le damos de comer a la Madre Tierra y a los espíritus protectores del territorio. Por esta razón, hoy el día de llegada, cuando empieza a caer el sol, uno a uno los diferentes pueblos indígenas comparten con todos sus hermanos, sus bailes rituales; bailes rituales que no solamente sirven para alegrar y armonizar el universo, sino que sirven para compartir y compenetrarnos… para conocernos y conocer la gran diversidad que tenemos.

La noche se alegra, como también se alegra cada corazón indígena. Esta es la fiesta del encuentro, del baile y la música, de la filosofía y la palabra; palabra que se estará compartiendo a lo largo de este VII congreso. Palabra que debe de ser pronunciada con dulzura, pero con firmeza; palabra que debe construir caminos de vida; caminos tejidos con la palabra pluricultural y de colores. Por que hoy más que nunca, necesitamos seguir construyendo un proyecto de país, que por siempre nos ha sido negado o mejor dicho, del que hemos sido excluidos al igual que el 90 por ciento de la población colombiana. Hoy, los pueblos indígenas seguimos creyendo en el valor de la palabra que genera vida.

Hoy, recordamos a nuestros lideres asesinados y los invitamos a seguir acompañándonos en el camino que trazaron y que soñaron recorrer, hoy recordamos a quienes abonan la tierra por defenderla, representados en el Embera Dovida, Armando Achito; al Embera Katio, Kimy Pernia Domico; a los Embera Chami, Mario Domico y Fabiola Largo; al Kankuamo, Fredy Arias Arias; al Coreguaje, Aquiles Cruz; al Awa, Efren Pascal y a los Nasas Cristobal Secue, Alvaro Ulcue y Manuel Quintin Lame, este ultimo de quien recabamos su lucha como el indio ilustrado en la selva, y cuyo cuerpo abona la tierra de la Gran Laguna Seca, en el municipio de Ortega, de este departamento que hoy como a Quintin nos cubre con su solidaria hospitalidad. Vivimos y extrañamos la alegría y el contagio de las chirimías de Anatolio Quira; por ellos y por todos los que desde la Madre tierra nos miran y nos motivan a seguir soñando y luchando por un país realmente incluyente y multicultural.

Hoy comenzamos bailando y danzando la palabra, y la continuaremos danzando por todos estos días hasta regresar a nuestros territorios, para seguir fortaleciendo nuestro gobierno propio. De modo que, para el segundo dia, caminaremos la palabra desde la sede del Campus Universitario, hasta el edificio de la gobernación del Tolima, que nos acogerá en el centro de convenciones “Alfonso Lopez”. Para luego, por la tarde retomar el ejercicio del reencuentro en el Campus Universitario.

Por ello quienes no pueden compartir en vivo con nosotros, le invitamos a estar al tanto a través de la pagina de la ONIC, www.onic.org.co , y contagiarse con música y pensamientos propios, por la emisora virtual de los pueblos indígenas Dachi Bedea, Nuestra Voz.

ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA = ONIC