Situación de la Declaración de la ONU sobre Derechos Indígenas
I. Antecedentes
El 29 de junio de 2006, el recién creado Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas adoptó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Este nuevo instrumento internacional de derechos humanos es uno de los compromisos de la Asamblea General de la ONU desde el primer decenio. La Declaración establece una nueva relación entre los Estados y los Pueblos Indígenas basada en el respeto de nuestros derechos humanos colectivos, y la convivencia pacífica.
El año pasado, en ocasión de la 60va. Sesión de la Asamblea General de la ONU, esta decidió aplazar la adopción de la declaración para mayores consultas, debido a que los Estados de la región africana encabezados por Namibia, exigieron a través del voto mayoritario en el Tercer Comité que se aplazara la decisión por una año, para las consultas. En cumplimiento de la decisión de la Asamblea General se nombró a un representante del gobierno de Filipinas como facilitador del proceso de negociación El grupo africano a lo largo del proceso de negociaciones presentó más de 100 cambios al texto de la declaración adoptado por el Consejo.
Los argumentos presentados por los africanos, entre otros, eran : a) la eliminación del concepto de libre determinación (artículo 3); b) limitar el reconocimiento y ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas sobre su desarrollo, tierras, territorios y recursos naturales, c) la referencia explícita a la legislación nacional, d) el empleo de un lenguaje ambiguo como \"siempre que sea aplicable\"; e) el principio de no reconocimiento de ningún derecho que no sea reconocido a los demás ciudadanos de los Estados, y f) la sujeción a la integridad territorial, entre otros. Todas estas propuestas representan la muerte de la Declaración y la destrucción de los derechos de los pueblos indígenas.
II. El proceso de negociación
Durante el proceso de negociación fueron identificados cuatro (4) grupos interesados. El Grupo de amigos de la declaración, llamados también, Co patrocinadores, encabezados por México, Guatemala y Perú; el Grupo de los Africanos encabezados por Namibia, Botswana y Nigeria; El Cranzus ( enemigos de la declamación) formados por Canadá, Rusia, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos y el Cónclave de los Pueblos Indígenas del Mundo. De estos grupos, el Conclave Indígena del Mundo se rehusó a participar del proceso debido a que apoya el texto de la declaración adoptado por el Consejo de Derechos Humanos.
Durante este proceso se dieron reuniones en las Naciones Unidas entre las partes principales especialmente, el grupo de amigos de la declaración y el grupo africano, aislando al Cranzus. Luego de largas negociaciones entre los Estados, se llegó a un compromiso final de 9 modificaciones al texto del Consejo de Derechos Humanos. Es decir, de las mas de 100 modificaciones presentadas se llegaron acordar cuatro (4) cambios en la parte preambular y cinco (5) en la parte dispositivo (artículos). Adjuntamos textos de la declaración consensuada por los Estados.
III. El consenso global
Los Estados amigos de la declaración presentaron a los coordinadores del Cónclave Indigena los resultados de la negociación a fin de permitir hacer sus respectivos análisis y consultas a sus expertos y organizaciones, estableciendo como fecha limite el martes 4 de septiembre al medio día, con la finalidad de permitir a los negociadores las consultas a sus capitales para su adopción el 13 de septiembre en la Asamblea General. Los coordinadores regionales remitieron a las organizaciones y pueblos indígenas un resumen del proceso de negociación y la propuesta a fin de socializar la información y saber de la posición o consensos mayoritarios de las regiones.
En la región de Norte América, no hay consenso (pero un sinnúmero de organizaciones indígenas que apoyan la adopción); en Latinoamérica no hay consenso (pero también hay un sinnúmero de organizaciones que apoyan la adopción; en la región de África hay consenso; en la región de Asia hay consenso; en la región de Asia Pacifico hay consenso; En la región del Ártico hay consenso, en la región Rusa hay consenso. El día 4 de septiembre de 2007, el comité coordinador, luego de un análisis de las implicaciones de las modificaciones y la respuesta mayoritaria de organizaciones y pueblos indígenas del mundo, comunica a los negociadores la decisión de apoyar la adopción de la declaración por parte de la Asamblea General con las modificaciones negociadas. Entendiendo que el texto integral de la declaración adoptada por el Consejo de Derechos Humanos, da las suficientes garantías para preservar los derechos fundamentales de los pueblos indígenas.
III. La estrategia de adopción en la asamblea general
La presente semana es crucial para los pueblos indígenas, ya que se va a someter a los Estados, la adopción o no de la declaración. El mecanismo de adopción es por consensos o por votos, pero debido a lo complicado de las negociaciones, el CRANZUS (Canadá, Rusia, Nueva Zelanda y Estados Unidos) va a promover el voto a fin de buscar ganar los votos para que la declaración sea rechazada. Si en el transcurso de la semana se concreta el acuerdo con el grupo africano, sin más modificaciones, lo más probable es que la declaración sea adoptada por más de 120 votos, si no se concreta el acuerdo con el Grupo Africano, la situación de la declaración es incierta.
IV. La situación actual
En esta semana, el día jueves 13 de septiembre de 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidirá la suerte de la declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La posición de los pueblos indígenas del mundo está en la mesa de las negociaciones, incluyendo muchas organizaciones indígenas de Latinoamérica.
Un proceso de consensos con tantos pueblos indígenas involucrados es tremendamente complicado y todos los que hemos participado del proceso conocemos esa realidad. El proceso de negociación implica a pueblos indígenas y también a Estados por lo que, ha sido en si, un proceso largo y dificultoso. El instrumento internacional de una declaración no tiene carácter vinculante, pero si tiene una fuerza moral y proporciona principios y derecho a la labor interpretativa de nuestros líderes, organizaciones, y a las Cortes y el sistema de protección de los derechos humanos, por que va dirigida a los Estados. Por otro lado, aunque existen organizaciones que no concuerdan con las 9 modificaciones de la declaración existen 20 párrafos y 41 articulados que no fueron modificados y que contienen también textos importantes de la declaración. Además, existen interpretaciones de abogados y expertos a favor que señalan que las modificaciones no destruyen los derechos contenidos en la declaración, si no que esos párrafos y artículos intactos ofrecen las garantías y protección.
La realidad de nuestra región Latinoamérica, es que día a día estamos cambiando legislaciones, constituciones y las estructuras políticos de los Estados y no hemos necesitado de una declaración para exigir nuestros derechos ancestrales. Los que participamos en el proceso de la ONU, no venimos a negociar los derechos de los pueblos indígenas, porque los derechos indígenas no son negociables, porque son inalienables e indestructibles, solo se participa a fin de establecer un marco internacional sobre los derechos de los pueblos indígenas que deben cumplir los Estados.
En un proceso de negociación siempre va a existir un sabor a insatisfacción que es comprensible, pero también hay un sabor de esperanza de que por fin el objetivo que se inicio hace más de 20 años, tenga su culminación y es una oportunidad única en la historia de los pueblos indígenas y las Naciones Unidas. Nuestros pueblos y organizaciones deben reconocer el difícil trabajo del grupo internacional de indígenas, en su labor de comunicar y ser lo mas transparente posible, dada las limitaciones económicas y de comunicación, sin embargo, al igual como todos los líderes indígenas tenemos un compromiso con nuestros pueblos y sus luchas.
En ese sentido hacemos un llamado a los pueblos indígenas de Latinoamérica y el mundo a que con una sola voz, exijan, no solo a la adopción de la declaración por parte de los Estados el día 13 de septiembre, sino también a su implementación, porque conocemos de muchas declaraciones hermosas, inventadas por los hombres, pero que son letra muertas en la práctica, pero nuestros ancianos y ancianas, nos enseñan que las leyes que inspiran nuestra lucha de pueblos indígenas provienen de la madre tierra, de nuestros cantos y espiritualidad.
“Nunca mas las Américas, sin los pueblos indígenas”
Nueva York, 10 de septiembre de 2007.
Héctor Huertas - Centro América
Azelene Kaingang - Sudamérica