Turismo en Kuna Yala
En 1965, W. D. Barton construye el hotel \"Islandia\", incendiado posteriormente por los Kunas en 1969 y Tom Moody mantuvo la isla de Pidertupu para el turismo, expulsado por los Kunas en 1981. Para 1995, el Congreso General Kuna, (liderizado en ese momento por los Saila Dummad Julián González, Carlos López y Leonidas Kantule,) emitió una Resolución en donde ordenaba la suspensión de cualquier proyecto turístico que afecte los territorios Kunas, específicamente entre el límite entre Colón y Kuna Yala. Hoy, los nuevos inversionistas extranjeros no dejan de implementar proyectos turísticos con capital extranjero, sin consentimiento previo, libre e informado de las comunidades indígenas.
Muchas empresas multinacionales han codiciado nuestro territorio por sus riquezas naturales y llegan con rostros humanitarios, a veces, de acuerdo con las causas indígenas, ofreciendo soluciones simples a través de proyectos agrícolas, de desarrollo comunitario, ambiental, artesanal, comprando molas, apoyando reuniones indígenas, en ocasiones coincidiendo con la política del Estado y las políticas neoliberales; su objetivo final es doblegar la lucha de los pueblos indígenas a través de falsos ofrecimientos y la utilización conciente de hermanos indígenas.
Está claro que el turismo en Kuna Yala es un gran negocio para las Agencias de Viaje, las aerolíneas, los cruceros extranjeros, los yates y no para la comunidad Kuna en general, cuantas de estas instancias rinden algún beneficio al Pueblo Kuna. En realidad no estamos preparados para negociar con grandes empresas transnacionales turísticas, incluso todavía no tenemos claro sobre el uso y manejo de nuestros recursos naturales.
En las últimas décadas el pueblo Kuna se ha negado ante las presiones de instalar una base naval en 1997 en territorio Kuna, para frenar el contrabando y el narcotráfico, política sumada a la instalación del Centro Multilateral Antidrogas (CMA), que impulsaba en ese momento los gobiernos latinoamericanos con el apoyo de los Estados Unidos de Norteamérica ante el establecimiento del Plan Colombia y el resurgimiento de los movimientos indígenas. De igual manera el pueblo Kuna se ha negado a toda explotación minera y turística a gran escala por décadas.
Para 1994, el gobierno formula la ley No 8 del 14 de junio, para incentivos que el Estado otorga a las actividades de la industria del turismo, concediendo territorios sin revertir a la economía panameña y ejercida por extranjeros. El 7 de enero del 2006 la Asamblea Nacional Legislativa de Panamá aprobó la Ley 2, que regula las concesiones para la inversión turística y la enajenación de territorial insular para fines de su aprovechamiento turístico.
En esa Ley 2, las Comarcas indígenas, solo podrán ofrecer concesiones territoriales previa autorización de las Autoridades Tradicionales correspondientes. Bajo esa formula se ha despojado a los Gnöbes, de islas y territorios ancestrales que afecta a más de 3000 indígenas para permitir la construcción de lujosos complejos residenciales en la zona costera y las islas de la Provincia de Bocas del Toro. Un ejemplo de ello es la empresa internacional Damani Bech el cual firmo un convenio con algunas dirigencias tradicionales Ngöbe, otorgando concesiones por más de 40 años, sin el consentimiento pleno de su Congreso General Ngöbe Bugle.
Para el 2005, en Kuna Yala, en la comunidad de San Ignacio de Tupile, el gobierno por intermedio del Instituto Panameño de Turismo (IPAT) firmó un acuerdo con el Congreso General Kuna, el 9 de julio para impulsar el turismo y la entrada de la inversión económica, su único obstáculo fue y sigue siendo, la Ley Fundamental y los estatutos internos del pueblo Kuna, específicamente sobre el Capítulo VIII, artículo N° 50: \"La explotación de toda actividad turística y sus modalidades en la Comarca Kuna Yala, se reserva al Pueblo Kuna\". Norma vigente y que controla la entrada de la inversión extranjera, de tal forma que la única posibilidad de penetrar el turismo a gran escala y de inversión extranjera sería modificando los estatutos internos del Congreso General Kuna o que un Tsunami social nos invada.
En Panamá, existen más de 40 empresas entre nacionales e internacionales de inversión europea y norteamericana que ya se encuentra ocupando tierras, costas, ríos, montañas para el aprovechamiento del turismo a gran escala como lo informa Capital Financiero. No. 334. 26 de marzo – 1 de abril de 2007, la cual señala que las empresas: Red Frog Beach Club, Hotel Playa Tortuga, Paradise Dreams, Art Lodge Landarp, Paradise Dreams, Los Faros de Panamá y tantos otros vienen invirtiendo millones de dólares en Panamá.
En consecuencia no es posible, que con la justificación del control de drogas, la recuperación integral y territorial del Pueblo Kuna en litigio limítrofe con Santa Isabel, conflicto territorial que venimos desarrollando por décadas entre el Estado y el pueblo Kuna, la empresa internacional ARDAN International Group, de capital extranjero, continúe solapadamente, oscuramente en mantener su proyecto turístico para contribuir con el Plan Puebla Panamá, en crear un circuito turístico, que unifique la Carretera Llano Gardi con Santa Isabel. Y por otro lado, condenando todo el sacrificio de pequeños empresarios Kunas que a punto de sudor se encuentran desarrollando sus pequeñas empresas familiares, colectivas sin ninguna inversión extranjera.
Los nuevos Barton, Moody, ARDAN y tantos otros megaproyectos continuarán codiciando nuestras tierras, costas, ríos y mares, las cuales desde tiempo inmemorable hemos protegido en defensa de la Madre Tierra, es el recuerdo de la sangre derramada de nuestros ancestros y es el legado a las siguientes generaciones de niñas y niños. Nuevamente la historia se repetirá, que por causa de los vientos foráneos volverán a crearse tensión, intranquilidad, confrontación interna entre las comunidades kunas.
Movimiento de la Juventud Kuna
Fundado el 2 de marzo de 1972