Por el país que queremos: la visita llega a Bogotá
“Lo que debe ser todavía no existe más que en nuestro compromiso, en la memoria de todo lo que vive y en lo que tenemos que inventarnos, sembrar y proteger para abrir el camino”. Mandato Indígena y Popular
Después de lidiar con fallas mecánicas en tres de las 18 chivas que venían en la caravana desde Ibagué, a las 7:00 de la noche llegaron cerca de 2000 personas que iniciaron la visita por el país que queremos el pasado 23 de julio en Santander de Quilichao.
Caravana que en cada ciudad donde llegaba se hizo más grande y más enriquecedora con las propuestas que cada organización planteaba para empezar a tejer la jigra por la unidad, es decir, fortalecer lazos de hermandad y solidaridad entre organizaciones sociales y populares para el país que necesitamos.
Entrando a Bogotá el recibimiento no dio espera, ya que decenas de personas con pancartas, banderas y saludos de solidaridad aplaudieron la caravana. Algunos se preguntaban como era posible traer tanta gente desde tan lejos y la respuesta era que el compromiso y la conciencia son bases fundamentales para lograr lo que se propone y con mayor razón “si ahora lo hacemos para romper las barreras del egoísmo, envidia, rencor, celos y protagonismo que no nos dejan avanzan en una propuesta de país nuevo para el pueblo”.
Ese recibimiento en la capital elevó los ánimos de los visitantes que estaban opacados por los percances que impidieron que se pudiera realizar la agenda de trabajo que estaba planteada para ayer, ya que se haría una caminata en la ciudad y cientos de personas los esperaban desde las 9:00 de la mañana en la Plaza de Toros. Esto los tenía muy tristes porque toda esa gente solidaria y llena de entusiasmo estuvo hasta las 5 de la tarde y no fue posible que la caravana llegara como estaba previsto. Pero ese furor de la gente que en las calles los saludó y mostró admiración de ver en las chivas a negros, indígenas y campesinos juntos y a una sola voz, los llenó de alegría y motivación.
Al llegar al Parque el Tunal también fue muy emocionante, los pitos de las chivas no paraban de sonar, los gritos de la gente y el sonido de un tambor que les dio la bienvenida fue muy conmovedor tanto para los que llegaban como para los que esperaban. Al bajarse de las chivas se saludaban entre sí dándose la mano y con una sonrisa que reflejaba una gran satisfacción y regocijo por haber llegado por fin a Bogotá.
Después de tomarse un refrigerio que le tenían preparado algunos estudiantes de la Universidad Nacional y de recibir unos víveres que también ellos habían recolectado, empezaron a organizar los cambuches para descansar de la larga jornada. Y decidieron que hoy viernes 27 de julio se hará la marcha a partir de las 11 de la mañana desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar, donde se hará el acto público con la participación de organizaciones sociales y populares para escucharnos, compartir y empezar a tejer entre todos para abrir el camino de la unidad.