Todas las causas son nuestras
El proyecto de muerte extingue La Vida y hace que cada cual defienda lo suyo:
Así hablan los datos sobre la extinción de nuestras hermanas y hermanos los animales. Están en riesgo inminente de extinguirse hoy mismo el 30% de los peces, el 25% de los reptiles, el 24% de los mamíferos, el 20% de los anfibios y el 12% de todos los pájaros que quedan.
La Madre Tierra se muere de sed y el agua se pudre con químicos y deshechos; la misma agua que había desde el comienzo de la vida y a la que le debemos toda la vida que somos y hemos sido. Los polos se derriten, el planeta se recalienta por la suciedad que le tiramos al aire. El mismo proyecto de muerte para que unos pocos acumulen capital y abusen de la vida para convertirla en poder y dinero, es el que nos explota, nos divide y nos impide reconocernos en el dolor de los demás y en el de la vida. Quienes sentimos el dolor del planeta, de la madre tierra, de las criaturas que matamos y que mueren, si no somos capaces siquiera de sentir mas allá del dolor que nos afecta o el que nos conviene! Los mayores indígenas nos han enseñado la Ley de Origen y el sentido de la vida como la defensa de la madre tierra y la búsqueda permanente del equilibrio y la armonía. Esto nos hace indígenas: Nada distinto a esto: defendernos defendiendo la vida!.
Por eso los que a nombre de los indígenas defienden una causa y unos intereses particulares y no son capaces de defender y sentir las causas de los demás y el dolor de la vida, según lo que hemos aprendido, han dejado de ser indígenas. Por eso también, quienes no defienden la causa indígena no defienden ninguna causa porque no defienden la vida.
Hoy decimos con humildad y firmeza en esta visita y siguiendo las huellas de nuestros mayores que nos exigen sentir el dolor de la vida, que el Proyecto de Muerte explora, explota, excluyente y extermina y el Plan de Vida que debemos tejer con dignidad no defiende una sola causa sino que las hace suyas todas desde la capacidad y la obligación de sentir el dolor y compartirlo. Porque aún sentimos la belleza de la vida y nos duele hasta defenderla, vamos a tejer el fin del egoísmo. Porque somos indígenas, nuestra causa es la vida y estamos dispuestos a escuchar, a sentir, a respetar y a unirnos.