Colombia: Movilización Nacional por la Dignidad llegó a Armenia
No es para el movimiento indígena, es desde éste para las organizaciones sociales y populares y los pueblos
A las 6:00 de la manaña salió la caravana de 13 chivas y un bus desde la Universidad del Valle donde se compartió la noche anterior con diversos grupos musicales participantes. Al iniciar la caravana se presentaron dificultades con dos chivas que tuvieron fallas mecánicas y por eso no se logró partir a las 4:00 de la mañana como se había acordado.
Empezamos el recorrido con el sonido de los pitos de las chivas y de algunos megáfonos que recordaban el sentido de la movilización: unidad entre los movimientos sociales y populares. Después de casi 5 horas de trayecto empezamos a entrar a Armenia, donde la gente en las calles nos saludaba amablemente, los carros pitaban y los peatones nos miraban sorprendidos de ver tantas chivas juntas repletas de gente, de leña, de ollas y de colorido que resaltaban las banderas del CRIC y la Whipala.
Al llegar a la glorieta de la entrada de Armenia todas las chivas se estacionaron y la gente se bajó a marchar con las personas que los esperaban para hacerles el recibimiento. Hombres, mujeres y jóvenes se unieron a la marcha para respaldar el sentido de unidad que nos convoca. En este momento estamos en el centro de la ciudad donde se trabajará con todas las organizaciones participantes para escucharnos desde el dolor del otro y empezar a proponer una agenda popular para el país que queremos.
También es claro ratificar que la voz que viene desde el Cauca para las organizaciones sociales y populares es movilizarse para desprivatizar la infamia que no nos deja trabajar en unidad. Y esta infamia es el TLC, el asesinato de miles de líderes, las fosas comunes, el desplazamiento forzado, el Estatuto Rural, los bajos salarios, el desempleo, el golpe financiero a las universidades públicas, el recorte a las transferencias, el secuestro, la negativa al acuerdo humanitario y a la solución negociada del conflicto armado, la negación del conflicto y su agudización.
Y ante esto, proponemos romper la soledad, compartir nuestro dolor, nuestra resistencia y nuestras luchas. Levantarnos unidos, cambiar a Colombia desde abajo, cambiar nuestras vidas, liberar la Madre Tierra, porque sólo así garantizamos que la infamia no tenga un puesto en el futuro.