Las comunidades Indígenas del Departamento del Cauca, hacemos llegar nuestra voz de condolencia, solidaridad y acompañamiento a los familiares de los Ex – Diputados del Valle del Cauca, al conocer la nefasta noticia de su muerte, haciéndola extensiva a los familiares de cientos de personas que han perdido la libertad por acción de los grupos armados.

Desde décadas atrás, los pueblos Indígenas, unidos a multitud de voces diversas, Indígenas, campesinas, afros, y urbanas, venimos reclamando que cese el conflicto armado a través de una salida dialogada y concertada con la sociedad civil. Sin embargo, mientras las víctimas del conflicto aumentan y se mantiene la más dramática impunidad, el Presidente Álvaro Uribe continúa expresando que en Colombia no hay guerra.

Son innumerables las denuncias de nuestras comunidades ante la persistencia de las acciones armadas sobre nuestros poblados, la continuidad y el fortalecimiento de los grupos paramilitares, así como de la presencia de las Fuerzas Armadas del Estado que actúan sobre nuestras gentes como ejércitos de ocupación, Dichas denuncias se acompañan de propuestas hacia el desarrollo de políticas sociales y de defensa de la vida, los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.

Una salida alterna y transitoria, que se oye desde todos los ángulos de nuestra sociedad, es la de posibilitar un acuerdo humanitario, y cuyos ejemplos claros han sido los emprendidos por los familiares de los Ex – Diputados del Valle, desde el mismo momento del inicio de su tragedia, o en la actual caminata iniciada por el docente Gustavo Moncayo desde Nariño con el objetivo de llegar a Bogotá, en una búsqueda infatigable por sensibilizar a la opinión pública hacia la exigencia a las FARC y al presidente Álvaro Uribe Vélez para que adelanten un acuerdo humanitario que permita el reencuentro de su hijo y de cientos de colombianos con sus familiares.

Compartimos con los familiares de los Ex – Diputados del Valle, la afirmación que la intransigencia y la soberbia, tanto de la guerrilla como del gobierno colombiano, no conducen a salidas favorables para quienes permanecen en poder de las FARC. Tanto en la guerrilla como en el gobierno colombiano recae la responsabilidad de este lamentable hecho, que en nada contribuye a los caminos de paz, sino que por el contrario aumenta la desesperanza y la tragedia de los colombianos; por lo cual es a ellos a quienes se continuará reclamando por la suerte de las personas que permanecen bajo el flagelo del secuestro.

Continuamos desde nuestras jornadas de resistencia y movilización invitando a los diferentes sectores sociales a salir del silencio a la palabra, con el espíritu de la comunidad, para que:

1. Entre todos trabajemos por la construcción de una sociedad libre y soberana con un Estado de Derecho Social y Democrático.
2. Reclamemos del Gobierno Nacional la vigencia del derecho a la vida y el cumplimiento a Constitución Nacional en sentido que en Colombia no habrá pena de muerte y se apliquen los diferentes tratados internacionales sobre Derechos Humanos y Derecho Humanitario.
3. Exijamos la urgente necesidad de una acuerdo humanitario
4. Realicemos acciones que exijan del gobierno facilitar los mecanismos inmediatos para que las FARC agilicen la entrega inmediata de los cuerpos y aclare ante la opinión pública los pormenores de este repudiable hecho.

Popayán, Junio 29 de 2007.

CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA