Urgencias de la Cumbre sobre Sociedad de la Información
Túnez, 17 nov (PL) Un sentido de urgencia y determinación, que prevalezca sobre el pesimismo y la desconfianza, anima hoy los debates del segundo día de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la información (CMSI).
La reunión, inaugurada la víspera por el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en presencia de unas 175 delegaciones de alto nivel, trabaja en varios espacios al unísono.
Al margen de los discursos en el plenario, en el cual cada país expone sus posiciones, logros y propuestas al resto de la comunidad internacional, otros numerosos encuentros políticos o especializados ayudan a concertar acuerdos.
Los dos pabellones ocupados por empresas especializadas del sector y por algunas de las naciones más avanzadas en tecnologías de información y comunicaciones, semejan un inmenso mercado donde se negocia a todo tren.
El lenguaje digital parece uniformar a los múltiples idiomas que pueblan salas, pasillos y cualquier otro rincón, donde se aglomeran alrededor de 15 mil personas desde el amanecer hasta bien entrada la noche.
La iniciativa tunecina, presentada a la Unión Internacional de Telecomunicaciones en 1998, finalmente materializada en este encuentro que ya tuvo su primera fase en Ginebra/2003, recibió un fuerte aval de los estados africanos y otros en vías de desarrollo.
Uno de los sentimientos de frustración que se trata de evitar es la ausencia de representantes de alto nivel -ni un solo presidente- de las potencias con mayor desarrollo tecnológico y opulencia financiera.
Lo que esta en el centro de esta reunión de Túnez, es el problema de la llamada brecha digital, un abismo cultural y técnico, reflejo ante todo de las diferencias entre ricos y pobres, las cuales pueden zanjarse con la cooperación.
Tal fue el principal mensaje de la mayoría de los discursos pronunciados en la apertura de este foro, convocado con la esperanza de ser la Cumbre de las Soluciones.
El plan de acción aprobado en Ginebra/2003 comienza con el propósito de interconectar a todas las municipalidades o aldeas del mundo mediante las nuevas tecnologías, como la Internet, por medio de centros comunitarios.
La meta es lograr ese objetivo y otros mucho más ambiciosos antes de 2015, para lo cual también se propuso crear un fondo de solidaridad digital, que hasta ahora ha recibido muy poco apoyo de Estados Unidos, Europa o Japón.
Quizás por eso sus líderes ni siquiera aparecieron por aquí, en algunos casos como Washington, al enviar a un funcionario de tercera categoría, pero la inmensa mayoría parece dispuesta a persistir y conseguir sus objetivos.
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Enlaces informativos sobre la CMSI (Túnez 2005)