todas juntando nuestras luchas, juntando nuestros sueños
Cañar: Mujeres aquí estamos
Desde el campo y la ciudad, negras, mestizas, indias, mujeres presas y callejeras, estudiantes y mujeres privadas del acceso a la educación, mujeres jóvenes y mayores, heterosexuales, bi, lesbianas… y muchas más.
Como en años anteriores, nosotras estaremos en marchas y actos en todo el país, recordando a las mujeres que valientemente han peleado por nuestros derechos y contra las injusticias. Tomando la fuerza de nuestras ancestras estaremos expresando nuestra voluntad de construir nuestras vidas con dignidad, sin opresiones, sin violencias, sin injusticias.
Nuestro país ha sufrido décadas de implementación del modelo neoliberal: bajo el pretexto de estabilizar la macroeconomía, los sectores populares han sido llevados a un deterioro extremo de las condiciones de vida. La imposición de las privatizaciones, de los programas de ajuste estructural, las políticas de organismos internacionales, el pago de la deuda externa no se pueden considerar como un mero asunto financiero, son ante todo problemas de carácter ético y político con altos costos sociales, ecológicos y humanos, que atentan contra la vida y los derechos humanos elementales.
Cuando el Estado deja de atender la salud, la educación, la seguridad social de la población, el peso de esas tareas recae principalmente en las mujeres, dando por supuesto que las haremos sin remuneración alguna y multiplicando varias veces nuestra jornada de trabajo. La feminización de la pobreza se expresa en un incremento de mujeres analfabetas, de mujeres jefas de hogar, de mujeres no atendidas adecuadamente en embarazo y parto; de mujeres que abortan en condiciones infrahumanas, de mujeres que no pueden acceder a educación sexual ni a métodos anticonceptivos, de mujeres con doble o triple jornada de trabajo mal remuneradas y en riesgo, de mujeres desempleadas, de mujeres usadas como mercancía o como mulas para el narcotráfico, de mujeres privadas de su libertad. En el campo esta situación se agrava aún más, las mujeres campesinas están obligadas a incrementar su trabajo para producir sin apoyos técnicos y financieros, bajo la consigna de “ser más competitivos” la pequeña producción campesina ha sido devastada poniendo en riesgo la soberanía y seguridad alimentaria del país.
Esta realidad tiene su correlato en la actitud sumisa y obediente de los grupos locales de poder económico y político frente a los designios de los organismos internacionales y al gobierno de EEUU; sin lugar a dudas el mayor dogal colocado a nuestro país es el pago de una deuda injusta, ilegal y oprobiosa.
Rechazamos el pago de la deuda externa, cada centavo que se gira representa menos recursos para la educación, salud, trabajo, vivienda y servicios básicos de nosotras y de nuestras familias.
Debemos avanzar en la restauración, reparación y cobro de las verdaderas deudas que el sistema capitalista y patriarcal tiene con nosotras. Deudas que rebasan el ámbito económico. La exclusión que vivimos en el debate, construcción y definición de la vida del país sigue marcando la política, no basta con cuotas para la participación electoral, mismas que han sido reducidas, exigimos ser actoras de los cambios.
La restauración se debe dar a todo nivel: mientras la actitud de la sociedad siga siendo de indiferencia frente a los altos índices de violencia física, sexual, psicológica, verbal; mientras no se reconozca nuestra diversidad étnica, como indias, mestizas, negras y se nos respete como tales; mientras los grupos con opciones sexuales diferentes (amor lesbiano, bisexuales, y más), vivan una realidad de exclusión, intolerancia y maltrato; mientras nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, a decidir sobre nuestras vidas no se respete no podemos hablar de una sociedad equitativa, de una sociedad mejor.
Nuestros ojos están abiertos y la mirada va más allá de la frontera, no podemos callar frente a una realidad mundial donde prima la ley de la selva, donde el más fuerte puede atacar a los más débiles bajo el pretexto del terrorismo. La globalización neoliberal nos está llevando a la barbarie, nos hemos acostumbrado a ver la injusticia y no decir nada… las guerras en Medio Oriente, la aplicación del Plan Colombia, la intervención militar contra Haití, la implementación de bases militares extranjeras con consecuencias nefastas principalmente para las mujeres, la violación de la soberanía de nuestro país, la destrucción irracional de la naturaleza son varios de los ejes en los que se centra la explotación y dominación del imperio y a los cuales hay que atacar.
No podemos callar frente a la escalada guerrerista desplegada por las potencias mundiales, en este sombrío panorama las mujeres somos principales víctimas de los conflictos armados, de la militarización del campo, del desplazamiento forzado y de la criminalización de la protesta social. La violencia sexual, violaciones, vejaciones son usadas como arma de guerra contra mujeres y niñas, la detención arbritraria, la tortura y el asesinato son la respuesta que han encontrado muchas mujeres ante las justas protestas que llevan adelante en defensa de sus tierras, de sus sembríos, de sus derechos, en suma, de sus vidas.
Miles de mujeres junto con sus familias se ven avocadas al desplazamiento forzoso ya sea por conflictos armados o por la situación económica. Esto trae como consecuencias que miles de mujeres ahora vivan como emigrantes ilegales, o como desplazadas en las grandes ciudades en calidad de mendigas para sobrevivir día a día. La militarización resultado de una política guerrerista conjuntamente con la implementación de políticas económicas neoliberales profundiza la pobreza, la opresión y exclusión de las mujeres.
En este contexto, las mujeres decimos que es tiempo de que aprendamos a vivir por nosotras mismas, participando en todas las decisiones que se van a tomar en nuestra vida y en la de de nuestro país. Estamos exigidas a construir una propuesta que vincule la lucha por los derechos humanos y la construcción de una nueva sociedad, juntando las comunes demandas que tenemos en medio de nuestra diversidad.
Creemos que es urgente:
* Sumarnos a las propuestas unitarias de los movimientos sociales y otros sectores que buscan cambios estructurales hacia la construcción de un país de justicias, igualdades y equidades para todas y todos los ecuatorianos y ecuatorianas
* Incluirnos en todas las iniciativas levantadas hacia la Asamblea Constituyente con Plenos Poderes y en la iniciativa de la Pre-Constituyente desde las Mujeres
* Apoyar planteamientos básicos sobre la redistribución de la propiedad y la riqueza, la soberanía nacional, la nacionalización de los recursos estratégicos, la construcción del poder popular
* Exigimos al gobierno el NO PAGO de la Deuda Externa
* Exigimos la salida inmediata de la Base de Manta y rechazamos la implementación del Plan Colombia por parte de EEUU. El gobierno debe tener una política clara y firme de no inserción en la problemática de Colombia
* Fortalecer nuestra reflexión interna, nuestra capacidad de elaborar propuestas y nuestra relación con los demás sectores de mujeres y sectores populares
* Exigimos que se reconozca nuestra actoría social y política como mujeres, fundamentalmente como mujeres organizadas en los sectores populares
* Exigimos que se respalde la vigencia, garantía, protección y ampliación de todos los derechos de las mujeres, incluidos los sexuales y reproductivos, como condición para lograr vidas de dignidad y plenitud para nosotras, nuestras familias y comunidades.
Esta es una oportunidad para crear unidad, para retomar valores de solidaridad, reciprocidad y creación colectiva, para romper con viejas prácticas impuestas desde sectarismos e intereses personales. Juntándonos en las inquietudes distintas que nos abren al diálogo, en las luchas que nos son comunes, en la rabia y en la alegría, en la calle donde lo privado deviene público, donde lo público se descubre personal.
Con voz propia, vamos a exigir nuestras necesidades, nuestros derechos, nuestros sueños. Continuaremos actuando con pensamiento propio, corazón fuerte, cuerpo combativo, por nosotras y los nuestros.
ECUARUNARI
MOVIMIENTO DE MUJERES DE SECTORES POPULARES LUNA CRECIENTE
FEDERACION DE MUJERES DE SUCUMBIOS
FEDERACION DE MUJERES DE ORELLANA
FEDERACION “SEMBRANDO ESPERANZA” NORTE DE COTOPAXI
PRE-FEDERACION DE MUJERES NEGRAS DE EL ORO
GRUPOS DE MUJERES DE LA UNOPAC AYORA- PICHINCHA
GRUPOS DE MUJERES “LUNA CRECIENTE” DE SARAGURO
GRUPOS DE MUJRES “LUNA CRECIENTE” DE CAÑAR
COLECTIVO LUNA CRECIENTE
COLECTIVO FEMINISTA – REFUNDACION SOCIALISTA
MUJERES DE FRENTE
MUJERES IDEAS ACCIONES – MIA
LA PEPA
COMITÉ PERMANENTE QUITU RAYMI
ASAMBLEA DE QUITO
MUJERES POR LA PAZ Y LA AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS