Las organizaciones campesinas firmantes lamentamos la determinación
unilateral del gobierno nacional de cancelar los diálogos de paz que se
venían adelantando con las FARC-EP, decisión que priva al pueblo
colombiano de lograr a través de una salida negociada del conflicto social
y armado, una paz duradera y con justicia social.

Llamamos de manera urgente a la opinión pública nacional e internacional a
exigirle al gobierno nacional y los demás actores armados el respeto a los
derechos humanos y a los sectores sociales, a propiciar las condiciones
que conduzcan al logro de un urgente acuerdo humanitario.

También exigimos que cese la guerra sucia, se desmonte el paramilitarismo,
cesen las masacres y el desplazamiento masivo en el campo y que se detenga
el asesinato de los dirigentes y activistas populares, a la vez que
pedimos garantías reales para el desarrollo de nuestras actividades
políticas y organizativas, que apuntan a lograr reales soluciones a la
grave problemática que padecen los campesinos colombianos.

Hacemos un llamado a los sectores populares y democráticos del país, a
proseguir en la búsqueda de mecanismos que conduzcan a la solución
negociada del actual conflicto, pues estamos seguros que la guerra no es
la salida, como equivocadamente plantean los guerreristas que atizan las
soluciones de fuerza, para sumir a los colombianos en una inútil e
innecesaria confrontación, cuyos resultados serán fatales, sobre todo,
para las comunidades rurales.

Consejo Nacional Campesino para la Acción Rural –CNC-
Coordinador Nacional Agrario –CNA-