Colombia: Dos niños muertos durante protestas de población de El Cesar

2007-02-14 00:00:00

La coordinadora sindical minero-energética condena la masacre oficial contra la población de la Jagua de Ibérico

Dos niños muertos por asfixia con gases lacrimógenos, así como un ciudadano muerto de nombre Manuel Alexis Mendoza asesinado a quemarropa por policías y múltiples heridos a bala es el saldo que arroja la brutal represión desatada por escuadrones de la policía (ESMAD) y ordenada por el alcalde en el municipio de la Jagua de Ibirico (Cesar) para reprimir el movimiento de protesta pacífica que se inició el día de ayer viernes 9 de febrero.

Los pobladores de la Jagua bloquearon las vías de acceso al municipio para llamar la atención del Gobierno nacional y las autoridades locales ante el pésimo estado de las vías, los estragos que causa la contaminación por extracción y transporte de carbón en la zona, así como en rechazo al despilfarro de los recursos que generan las regalías. Cabe recordar que las arcas de La Jagua son el mayor monumento a la corrupción del país, al punto que la Procuraduría General de la República y la Contraloría Nacional investigan desfalcos producidos en los últimos tres años por un monto superior a los $12.000 millones. Se trata de cuantiosos recursos que se requieren con urgencia para reparar la vía principal deteriorada por el tránsito de las tractomulas que diariamente sacan el carbón de las minas explotadas por Glencore y otras empresas del sector; igualmente para el mejoramiento de la infraestructura en salud, educación, vivienda y servicios públicos.

Por eso no se compadece que la autoridad local, encargada de proteger la vida de los ciudadanos y asegurar la satisfacción de sus necesidades básicas, en lugar de concertar acuerdos, decida exterminar un movimiento de protesta ciudadano y pacífico. Como era de suponer, los desafueros policiales en lugar de calmar los ánimos de la población, los enardecieron. En horas de la mañana de este sábado hay tractomulas y carros policiales quemados, gases lacrimógenos lanzados dentro de las casas donde hay niños e incluso mujeres embarazadas. La población ha tomado el puesto de policía de la localidad para evitar que desde allí los francotiradores de la policía continúen su horrenda misión. La última noticia es que en gesto de indignación ante esa masacre y de solidaridad con las víctimas se acaba de sumar a la protesta el movimiento cívico del municipio de Becerril con un pliego similar de reivindicaciones.

Ante el curso que han tomado esos sucesos la Coordinadora Sindical Minero Energético, no solo condena esta horrenda masacre oficial contra la población civil, sino que ha enviado una delegación para brindar respaldo al movimiento y exigir a las autoridades el cese de la represión. A la vez cursamos un llamado a la Cruz Roja Internacional y otros organismos humanitarios a que envíen delegaciones para proteger la vida de los habitantes de La Jagua y Becerril. Al Gobierno nacional y departamental les elevamos un llamamiento a que ordenen el cese de la represión y se apresten a atender el pliego de necesidades que presentan estos movimientos cívicos, centrado en: arreglo de la vía, eliminación de los altos niveles de contaminación causados por la extracción y el transporte de carbón, e inversión social en salud, saneamiento, educación, vivienda y servicios públicos, teniendo en cuenta la especial protección de la infancia como mandato constitucional.

Chiriguaná (Cesar), febrero 10 de 2007

COORDINADORA SINDICAL MINERO ENERGÉTICA

SINTRAMIENERGETICA

UNION SINDICAL OBRERA

SINTRAIME