Pronunciamiento entregado en la sesión del 20 de diciembre de 2005

Frenadeso a la Asamblea Nacional de Diputados

2005-12-22 00:00:00

El Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO), acude nuevamente a esta tribuna para reiterar una vez más su posición en torno a las reformas a la seguridad social que hoy ustedes abordan, de forma acelerada, en segundo debate.

Lo hacemos hoy, 20 de diciembre, cuando los patriotas panameños conmemoramos un aniversario más de la invasión genocida que dejó como saldo miles de víctimas, la destrucción del populoso barrio de El Chorrillo, y un número plural de niños huérfanos y madres viudas.

Nos sumamos a las voces que exigen justicia y que claman porque este día sea decretado, como debe ser, DIA DE DUELO NACIONAL. Nada mejor que ello para rendirle tributo a la memoria de los caídos y resarcir así la ofensa de que fueron objeto recientemente cuando el Gobierno Nacional rindió pleitesía al hijo del invasor, George Bush.

Saben ustedes, perfectamente, que estas sesiones en que se aprobarán tan criminales reformas se celebran a espaldas de la ciudadanía. Se aprovechan de la época de fin de año para sorprender al pueblo que, en su inmensa mayoría, desconoce el contenido de este Anteproyecto de Ley ante la política de desinformación del gobierno de turno.

Es más, nos atrevemos a afirmar que ni siquiera el pleno de esta Asamblea conoce a fondo el contenido ni las implicaciones de estas propuestas que, hemos reiterado, empeoran gravemente la LEY 17 que el pueblo rechazó en las calles en una histórica jornada de lucha caracterizada por grandes movilizaciones nacionales, una huelga de más de 30 días, 1,600 detenidos y decenas de heridos.

Gracias a esta lucha, el Gobierno se vio obligado a suspender la Ley 17 y convocar una mesa de diálogo que el pueblo exigió, a través del Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (FRENADESSO).

El pueblo sabe lo que ocurrió posteriormente. El Gobierno convocó a dicha mesa a representantes de organizaciones que ya habían aceptado la Ley 17, como los del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), la burocracia sindical traidora del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO) y de la Federación Nacional de Servidores Públicos (FENASEP), los seudo dirigentes de la Confederación de Jubilados; plagaron el escenario de conspicuos miembros de los partidos oficialistas; nombraron como Facilitador a un empleado del Gobierno; impusieron los garantes, la metodología y una absurda ponderación de votos para garantizar una mayoría a su favor; mientras, paralelamente, daban golpes de estado en algunas organizaciones y sobornaban y corrompían a los seudo dirigentes de algunas organizaciones gremiales y sindicales, cuya traición no será jamás olvidada por el pueblo. El diálogo fue secuestrado desde un principio.

Aún así, en medio de tan adversas condiciones, FRENADESO dio la batalla hasta el final. Con argumentos científicos, que jamás fueron rebatidos, nuestros dirigentes y equipo técnico demostraron que existía otra salida a la situación de la Caja de Seguro Social que permitía salvaguardar el carácter público y solidario de la institución y fortalecer su autonomía.

Estos planteamientos fueron recogidos en LA LEY DE LA VIDA que hoy ustedes tienen en sus manos con su respectivo sustento técnico. Vale decir que fue la única propuesta integral que presenta alternativas a todos los programas, incluido el de Riesgo Profesionales que la mesa de diálogo se negó a discutir; que aborda aspectos tan sensibles para la población como el mejoramiento de los servicios médicos y la eficiencia administrativa; que atiende con seriedad la problemática de los trabajadores de alto riesgo; que mantiene la edad de jubilación, que no impone aumento de cuotas ni eleva el aporte mensual de los trabajadores, que crea condiciones para mejorar sustancialmente las pensiones; que combate la corrupción, la evasión y la morosidad de los empresarios y gobiernos; que saca las manos del ejecutivo en la toma de decisiones acerca de la seguridad social, es decir fortalece la autonomía; y que salva financieramente a la Caja de Seguro Social, no por unos cuantos años más, sino para siempre.

Incapaces de rebatir nuestros argumentos, el Gobierno inició una serie de reuniones paralelas al diálogo, verificadas en la sede del CONEP de Balboa, en la Casa Presidencial de Quarry Heights, y por último en el Hotel Gamboa Resort donde en un ambiente palaciego y de jolgorio, financiado con fondos públicos, se convocó a la mayor parte de los integrantes de la mesa de diálogo, verdaderos convidados de piedra, para decidir allí el futuro de la salud y seguridad social de todo el pueblo y aprobar el modelo privatizador de los dos pilares promovido por el CONEP.

Con el Pacto de Gamboa se selló la traición al pueblo y se perpetró una de las burlas más grandes a las aspiraciones del pueblo.

Para FRENADESO, la organización en que el pueblo ha depositado toda su confianza, ya era denigrante seguir participando de tan burdo espectáculo. Por eso nos retiramos, no sin antes denunciar a la ciudadanía lo que se estaba fraguando en contra de sus intereses y que hoy ustedes discuten en segundo debate en un total hermetismo.

Todo ello aconteció con el silencio cómplice de unos garantes que nunca desempeñaron el papel que estaban llamados a jugar y que sólo garantizaron el despojo de los ahorros de los asegurados y el desprecio a las aspiraciones del pueblo.

El Gobierno y los empresarios, estos últimos verdaderos artífices de tan nefastas reformas, se han negado a debatir de cara al pueblo, tal como se negaron a que se transmitieran por los medios de comunicación estatal las sesiones del diálogo, al igual que estas deliberaciones que, contrario a la discusión de la Ley 17, no se reproducen por la televisora educativa.

A la par de esto se ha montado un cerco informativo a FRENADESO en los medios de comunicación en manos de los empresarios y altos personeros del Gobierno, se cierran los espacios, se oculta información al pueblo, se hace diversionismo en los medios de prensa, se difama, se calumnia, se engaña, echando por tierra las tan cacareadas libertades de expresión y de prensa y la supuesta objetividad periodística. La publicidad gubernamental y empresarial se ha convertido en un arma de chantaje para amordazar al periodismo y confundir a la opinión pública.

Pero aún así, hay panameños y panameños que, independientemente de la época, estamos dispuestos a luchar por la verdad y por la defensa de las aspiraciones de los más pobres hasta las últimas consecuencias, desafiando la represión y persecución de este Gobierno violador de los derechos humanos, que ha expulsado a estudiantes como los dirigentes estudiantiles combativos del Glorioso Nido de Águilas, que intimida a los universitarios, que ha arrestado a nuestros principales dirigentes sin mediar causa alguna y que, incluso, ha torturado a presos políticos, como ocurrió a propósito de los detenidos durante la jornada patriótica de rechazo a la visita de George Bush; mientras los corruptos y delincuentes de cuello blanco se mofan de la justicia.

Todo ello con el fin de aplacar y penalizar la protesta social e impedir las luchas del pueblo frente a las antipopulares medidas que se avecinan como el alza de la luz, del pasaje, del costo de la vida, la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), el proyecto de ampliación del Canal con todo lo que implica en cuanto a endeudamiento, desastre ecológico y cultural y afectación a las comunidades campesinas; además del negociado del Mega Puerto.

Pero, aquí estamos, contra viento y marea, haciendo valer los derechos económicos y sociales del pueblo panameño.

Estas reformas que ustedes discuten han sido elaboradas por los ricos y para los ricos. Los que, junto a sus gobiernos, abusaron de los recursos de la Caja de Seguro Social a través del robo, el peculado, la evasión, la alta morosidad y los multimillonarios negociados, hoy se les premia permitiendo que se lleven para su banca privada y la administradoras de pensiones casi mil millones de las reservas acumuladas por varias generaciones de asegurados, con la inseguridad que ello representa. Basta recordar los casos de BANAICO, Banco DISA y Estrella Mar para comprender lo que esto significa.

Además, con la llamarada “tercerización”, favorecen a los hospitales privados que cobrarán por la prestación de algunos servicios médicos tendientes a generalizar el nefasto sistema de CONSALUD.

Esta es la verdadera intensión de la Ley, no salvar la Caja de Seguro Social sino apropiarse de los fondos de los asegurados.

Por eso reiteramos, que este anteproyecto convertirá LA LEY DE LA MUERTE, en también la LEY DEL ROBO.

Mientras aterrorizan a la población acerca de la inminente quiebra del Seguro Social, elevan los sueldos y privilegios del Director y Subdirector de la institución a rango de ministro, y aumentan las dietas de los miembros de la Junta Directiva hasta 1,200 balboas por mes.

Para mayor cinismo, mientras estancan la pensión mínima en tan sólo 175 balboas se aumentaron de 1,500 a 2.500 balboas la pensión máxima con lo cual se favorece a menos del 1% de la población asegurada, entre los que se encuentran los altos gerentes y ejecutivos del sector privado; el Presidente, los vicepresidentes, ministros, ustedes los diputados, los magistrados, los directivos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), entre otros altos miembros de la burocracia estatal.

Se excluyen a las madres con menos de 50 años del beneficio de ser registrada por sus hijos como dependientes.

Mienten acerca de las supuestas bondades del modelo de los dos pilares. Saben bien que el llamado pilar de reparto definido desaparecerá con el tiempo al no asegurarse su sostenibilidad, dejando por fuera de toda posibilidad de jubilación a decenas de miles de panameños y panameñas.

El llamado segundo pilar de reparto indefinido sólo favorecerá a los grupos de altos ingresos, mientras que para los trabajadores y profesionales significará una reducción dramática del monto de sus pensiones.

En un futuro marcado por el encarecimiento del costo de la vida, el desempleo, la inestabilidad laboral, la informalidad y los bajos salarios, obligarán a los panameños a esforzarse a trabajar hasta los 70 años, con lo cual se aumenta de hecho la edad de jubilación. De lo contrario, si decidimos retirarnos del sistema antes de esa edad, estaremos condenados a cobrar pensiones de miseria que nos obligarán a vivir en la indigencia. La situación se agrava, si tomamos en consideración la dificultad real de conseguir empleo cuando se alcanzan los 35 años.

La jubilación será una meta imposible de alcanzar para la gran mayoría de los panameños. Y aquellos que lo logren estarán a un paso de la tumba con pensiones miserables.

El aporte que dará el Estado, en vez de apoyar la jubilación de todos los asegurados, va dirigido al financiamiento de los aumentos de la pensión máxima aprobados en el Pacto de Gamboa, y al traspaso al segundo pilar, con el agravante de que mientras los que ganan hasta 500 balboas (el 80 % de los asegurados) contribuirán con el 100% de su aporte al sistema solidario, quienes ganen más de 500 balboas aportarán sólo el 3.5% de la parte que le corresponde en el segundo pilar.

Además, el aumento de la cotización mensual de los trabajadores a casi el 10%, implicará una reducción del salario y la pérdida de su poder adquisitivo.

El incremento del número de cuotas a 240 cuotas, implicará que muchos trabajadores tendrán que trabajar, en el mejor de los casos, cinco, diez y hasta 15 años más. Los que sólo aportan 2 ó 3 cuotas por años, que son miles actualmente, tendrán que laborar 120 y 80 años continuos respectivamente, algo imposible de alcanzar por la especie humana.

Incluso, se ha fijado la posibilidad de indemnizaciones para algunos trabajadores estacionales con montos que resultan ser inferiores a la pensión mínima.

Han tenido la osadía de argumentar que con estas reformas nos podremos retirar antes de cumplir con la edad de jubilación. Pero lo que no se dice es que ello significará reducir nuestras pensiones hasta en un 20%.

El Plan de Retiro Anticipado Autofinanciable (PRAA) de los educadores tenderá a desparecer con estas reformas, por lo cual los educadores estarán sometidos a las mismas calamidades que el resto de los asegurados. Los educadores acogidos a este plan verán reducidas sus pensiones en más del 15% al momento de entrar al retiro sin PRAA.

Estas reformas carecen de sostenibilidad. Por ello el CONEP se aseguró que cada tres años fueran evaluadas, lo que significará someter a la población a sobresaltos continuos, enfrentada permanentemente a nuevos aumentos del pago de la cotización mensual de los trabajadores, del incremento del número de cuotas y nuevo aumento de la edad de jubilación, e incluso la privatización del sistema de pensiones.

Esta propuesta que hoy ustedes debaten y se aprestan a aprobar no tiene sustento técnico. Por presión de FRENADESO los funcionarios de la Caja de Seguro Social se vieron obligados a trabajar a la ligera una caricatura de sustento técnico que no tiene fundamento alguno. Con toda desfachatez mintieron en el primer debate, manipularon variables e hicieron proyecciones descabelladas para cuadrar las cifras e intentar con ello darle sostenimiento financiero a estas reformas. Hoy hacen lo mismo, con ejemplos falaces.

Señores diputados. Ustedes se preparan una vez más a ser cómplices de esta puñalada contra el pueblo. En sólo dos días debatieron y aprobaron en primer debate estas truculentas reformas. Y quieren hacer lo mismo en el segundo debate para dedicarse a celebrar en opulencia las festividades de fin de año, en medio de la marcada y profunda pobreza y desesperanza del pueblo.

El mismo gobierno y diputados que hace tan sólo unos meses rechazaron este modelo por considerarlo no viable políticamente y muy radical, hoy intentan venderlo como la gran panacea. Se demuestra así la ausencia de un proyecto real acerca de la seguridad social, como tampoco tienen proyecto nacional sino simplemente posiciones de sometimiento a los grandes intereses locales y foráneos y de las Instituciones Financieras Internacionales (IFI’s)

Hemos asistido en estos días es al choque de dos visiones de sociedad. Una, la de la clase empresarial y su gobierno, que propugna por el modelo neoliberal a ultranza, generador de pobreza, desempleo, inestabilidad laboral y desigualdad social, es decir que concentra la riqueza en pocas manos; y la visión del movimiento popular que propugna por un plan de desarrollo nacional que propicie una sociedad verdaderamente justa, democrática y humana, donde el hombre deje de ser el lobo del hombre.

Ustedes tienen los votos. Cuentan con la aplanadora a la que se han sumado algunos representantes de los mal llamados partidos de oposición, al servicio de la clase dominante. Ustedes, al igual que lo hicieron con la LEY 17 podrán imponer estas crueles reformas, convirtiendo así una navidad y un año nuevo más triste para todos los panameños y panameñas.

Pero la razón y el futuro están de nuestro lado. Y más temprano que tarde, en la hora y las circunstancias que el pueblo lo decida, derogaremos nuevamente la LEY DE LA MUERTE que, como hemos demostrado, es ahora también la LEY DEL ROBO. De eso pueden estar seguros.

Los traidores de la seudo dirigencia de CONATO y otros gremios han sido desenmascarados. El pueblo identifica más claramente a sus enemigos enquistados en las cúpulas de las principales agrupaciones empresariales, partidos políticos y en las altas esferas del Estado.

Ya las cosas comienzan a cambiar. Y el pueblo se ha dotado de un instrumento de lucha inclaudicable, aguerrido e insobornable.

Ha nacido el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO).

“Este pueblo ha dicho basta y echado a andar”,

Retornaremos a las calles con la fuerza de la razón y de la verdad. Pero, además, con la fuerza de las masas y de la historia.

Esta Ley que ustedes aprobarán a espaldas del pueblo será derogada en las calles.

Los retamos a debatir ampliamente. Si creen que tienen mayoría vayamos a un referéndum para que sea el pueblo el que decida entre la LEY DE LA VIDA o LA LEY DE LA MUERTE.

Porque no hubo diálogo ni consenso, no hay otra salida democrática, que dejar en el pueblo la decisión sobre el futuro de su salud y seguridad social.

Como hemos señalado anteriormente, nuestra lucha no acaba. Recién empieza.

Porque un Mundo Mejor, más Justo, más Digno y Solidario es Posible.

¡Sólo el Pueblo Salva al Pueblo!

¡Sin luchas No hay Victorias!

Panamá, 20 de diciembre de 2005.

FRENADESO

FRENTE NACIONAL POR LA DEFENSA

DE LOS DERECHOS ECONOMICOS Y SOCIALES