La Asamblea Popular “Minga (Mutirão) (1) por un nuevo Brasil”
es fruto de una larga caminata. Ella unifica a diversos
movimientos sociales, iglesias, pastorales sociales, redes,
organizaciones de la sociedad civil, en fin, luchadores y
luchadoras del pueblo que desde hace más de 10 años vienen
trabajando en la perspectiva de concientizar, organizar y
movilizar al pueblo en la construcción de un proyecto
realmente popular para Brasil: “El Brasil que Queremos”,
orientado por la democracia económica, social y política. Un
Brasil que rompa con prejuicios y discriminaciones
relacionadas con el género, el color, la etnia etc., que
respete y garantice los derechos de los ancianos y niños y que
promueva el poder popular como fuente de soberanía con
relación a las decisiones que afectan a nuestra sociedad.

Esta lucha tiene historia, tiene raíces profundas. Estas
semillas fueron plantadas cariñosamente y en minga, ya en la
1ª Semana Social Brasileña, en 1991. De ahí nacieron el Grito
de los Excluidos/as, la Campaña Jubileo Brasil, más las 3
Semanas Sociales Brasileñas. Y como dieron frutos esas
semillas: los Plebiscitos populares sobre la Deuda Externa y
el FMI, en 2000 y sobre la ALCA y la Base de Alcántara, en
2002, y tantas otros frentes de lucha contra la OMC, el “libre
comercio”, por el rescate de las deudas sociales, la lucha
contra la guerra y la militarización estadounidense, etc.

Es por eso que crece cada minuto nuestra expectativa frente a
la Asamblea Popular. Ya comienzan a llegar a Brasilia los
luchadores y luchadoras del pueblo de diversos estados del
país. Esos sí, los verdaderos revolucionarios socialistas,
porque no se desaniman nunca y continúan caminando y luchando
en la perspectiva de que el Brasil que queremos sea fruto de
la organización y participación popular. Es desde el pueblo
que vendrán los cambios estructurales necesarios para la
democratización radical y la socialización de los bienes de la
naturaleza.

El espíritu que orientará a la Asamblea será el del
ejercicio de la libertad de los pueblos y el estímulo al
pueblo que toma en sus manos la historia del país. En el
programa están previstos el rescate de la historia y la
coyuntura actual, para, a partir de ahí, comenzar un proceso
de construcción del documento “El Brasil que Queremos”.
También la elaboración de un Manifiesto y una Carta de
Acuerdos de la Asamblea Popular serán trabajadas
colectivamente, con representantes de cada estado brasileño
para que se mire, escuche y piense Brasil a partir de sus
diferentes regiones y a partir de una rica unidad de áreas
socio-culturales y biomas diferentes.

Como no podía ser de otra manera, la mística y la simbología
marcarán toda la programación de la Asamblea: manifestaciones
culturales de los estados, presentaciones musicales y, el día
26 de octubre, a la noche, una caminata y vigilia con la
presencia del obispo Luiz Cappio, luchador que, con su ayuno,
paralizó el proceso autoritario de trasvase del río San
Francisco.

Algunas líneas generales deberán tomarse en cuenta en la
construcción de los acuerdos y luchas comunes: la lucha por la
valorización del salario mínimo, por el derecho al trabajo,
por el derecho de los migrantes, luchar para duplicar los
cupos en las universidades públicas, contra el pago de la
deuda interna y los altos intereses con dinero del presupuesto
público, por la auditoría y suspensión de la deuda externa,
por una reforma política de hecho, que cambie el proceso de
representación política y por la democratización de la tierra
y la reforma agraria.

Para ampliar la organización de base y la articulación de los
movimientos, la Asamblea Popular desea proponer un proceso de
minga casa por casa. El pueblo necesita percatarse de que
Brasil tiene salida, que tenemos un proyecto para salir de la
crisis. Para eso, necesitamos dar prioridad al trabajo de
base, construir asambleas populares locales, consejos
populares y si posible impulsar una Asamblea Popular
Permanente para que nos mantengamos siempre movilizados.

Finalmente, la Asamblea Popular “Minga por un nuevo Brasil”
desea reconocer las iniciativas que ya se están construyendo
por un nuevo Brasil y sumar nuevas fuerzas para apresurar
este proceso, en la certeza de que la sociedad que queremos
construir se cristalizará de forma plena solamente con el
protagonismo del pueblo como un todo. (Traducción: ALAI)

Nota:

(1) Se utiliza la palabra kichua “Minga”, que significa
trabajo colectivo, como equivalente a “Mutirão” en portugués
(NDLT)