Ante el reciente anuncio público de albergar a niños de la calle
en cuarteles militares como propuesta del Ministro de Defensa, la
Coordinación de Mujeres del Paraguay (CMP) manifiesta que:

1) La presencia de niños, niñas y adolescentes en la calle es
una señal de desigualdad social desatendida por el Estado
paraguayo, por falta de políticas públicas eficaces para erradicar
la pobreza y la desigualdad, que cuenten con presupuestos
adecuados para la salud, la educación y el empleo.

2) La práctica de sacar de circulación o arrear a niños,
niñas y adolescentes pobres, o de criminalizar a sus padres y
madres no contribuye a solucionar el problema, sólo es una manera
de cerrar los ojos y la sensibilidad pública ante esta dura
realidad. Este tipo de acciones constituyen además formas de
criminalización de la pobreza y amenazan aún más la seguridad de
las familias excluidas y discriminadas.

3) El gobierno nacional debe tomar en serio su
responsabilidad de garantizar en los hechos la igualdad de
oportunidades para todas las personas, con atención especial a
las necesidades de salud, educación, seguridad alimentaria y
empleo de las familias más pobres.

4) De ninguna manera los cuarteles militares pueden ser
considerados lugares apropiados, ni siquiera de manera transitoria,
para cualquier persona y en especial para niños y niñas y
adolescentes; pues han demostrado ser lugares peligrosos, que no
garantizan la vida ni la seguridad de quienes a ellos ingresan
(108 muertes de conscriptos desde 1989). Y en la práctica
consituyen escuelas de autoritarismo y machismo, que refuerzan
antivalores como la violencia, la crueldad, el servilismo, la
opresión del más débil y la obediencia ciega, contrarios a los
derechos humanos y en especial a los derechos de las mujeres.

5) Para lograr cambiar la condición de niños, niñas,
adolescentes y familias más pobres del país, el gobierno nacional
debería pensar en la manera de restituir lo antes posible a la
ciudadanía los predios que ocupan las Fuerzas Armadas, para que
sirvan a las necesidades desatendidas de la población (comedores
públicos, albergues, refugios para mujeres violentadas, etc.).

Además de priorizar en el Presupuesto General de Gastos de la
Nación, en vez de gastos militares, una suficiente inversión
social para políticas públicas reales y verdaderamente eficaces.

María Molinas Cabrera,
Coordinación de Mujeres del Paraguay (CMP) Coordinadora de Turno