Perú: Las Mujeres No Votaremos por Keiko Fujimori
Las integrantes de la Marcha Mundial de las Mujeres - Perú somos concientes que en estas elecciones se juega el presente y el futuro del país, por lo que planteamos a la opinión pública y, en especial a las mujeres, que no vamos a votar por Keiko Fujimori porque ella y la cúpula corrupta que la rodea, representan la corrupción, el no respeto a los derechos humanos, el no respeto a la Constitución, el perennizarse en el poder y el clientelaje.
Keiko Fujimori nos recuerda que durante más de 10 años, nos tocó enfrentar la política anti democrática y el gobierno dictatorial de Fujimori que: destruyó el tejido social y la institucionalidad democrática:
§ control del Poder Judicial y corrupción de muchos jueces y fiscales;
§ envilecimiento de las Fuerzas Armadas;
§ persecución a líderes sociales y sindicales; destrucción de los sindicatos y organizaciones sociales;
§ control de los medios de comunicación y corrupción de algunos propietarios y sus líneas editoriales;
§ programas sociales orientados a la manipulación, control y chantaje de las organizaciones sociales de base.
La candidatura de Keiko Fujimori nos trae a la memoria las políticas económicas del fujimorismo, basadas en:
§ la privatización y privilegios para los inversionistas privados nacionales y extranjeros; legalización y ampliación de la terciarización, generalizándose el trabajo precario y el uso de los services;
§ violación de derechos básicos refrendados con leyes y decretos leyes;
§ despidos masivos de trabajadoras y trabajadores del sector público y privado y recorte de derechos laborales y sociales;
§ desmantelamiento de la seguridad social a favor de las AFP.
Jamás olvidaremos las esterilizaciones forzadas practicadas a más de 200 mil de mujeres andinas, con secuelas de muerte y/o grave daño a su salud; así como la violación de derechos humanos:
§ las desapariciones forzadas, el aniquilamiento de población civil;
§ la formación de grupos paramilitares de aniquilamiento;
§ la vinculación con el narcotráfico.
Recordamos que, mientras la población peruana sufría las consecuencias del “fujishock”, la señora Keiko Fujimori y sus hermanos estudiaban en el extranjero con el dinero de los peruanos/as.
Recordamos que el movimiento feminista se movilizó para rescatar a Susana Higuchi, quien se encontraba secuestrada y torturada por órdenes de Fujimori por haber denunciado el tráfico de las donaciones hechas por los hermanos de Fujimori. Para lavar la imagen de su padre, la “buena hija” aceptó ser la primera dama, avalando las acciones de su padre.
Como primera dama que fue, Keiko Fujimori no puede argumentar haber ignorado la política económica, social y militar (represiva) del gobierno de su padre; menos aún los actos de corrupción y crímenes de lesa humanidad cometidos por la alianza Fujimori-Montesinos.
La señora Keiko Fujimori no ha dado un gesto creíble de arrepentimiento; por el contrario, argumenta que el mejor gobierno que ha tenido el Perú ha sido el de su padre y justifica los crímenes cometidos por el fujimorato.
Las mujeres, quienes luchamos por recuperar la democracia junto con los jóvenes y el conjunto de la población, no podemos aceptar el retorno de Fujimorismo y la cúpula de funcionarios corruptos que gobernó este país. Tampoco permitiremos la amnistía o cualquier liberación del condenado Fujimori.