Se realizó Misión de Solidaridad
Ante denuncias contra la siderúrgica TKCSA
En el día de hoy, viernes 17 de septiembre, se llevo adelante una Misión de Solidaridad e Investigación ante las denuncias por contaminación y violación de los derechos humanos por parte de la Compañía Siderúrgica del Atlántico (TKCSA), instalada en la zona oeste de Río de Janeiro, Brasil.
La Misión fue integrada por representantes de organizaciones sociales, de derechos humanos, profesionales y académicos de distintas Universidades brasileras. Entre los presentes se encontraba la eurodiputada alemana, Gabriele Zimmer, ya que la empresa es de origen alemán.
Desde el momento de la construcción de la planta se vienen realizando diferentes denuncias sobre las consecuencias que traería la puesta en marcha de esta gran siderúrgica en una de las zonas más populares y pobres de Río de Janeiro. Apenas dos meses de su funcionamiento, la multinacional alemana fue multada en 1,8 millones de reales por parte del Instituto de Medio Ambiente (INEA) por el exceso de polución ambiental. TKCSA no usa las tecnologías exigidas a empresas del mismo tenor en Europa, lo que disminuiría en un 90 % la polución emitida, pero encarecería los costos de producción.
La gran contaminación en la zona, afecta de manera directa al medio ambiente y a la población aledaña, provocando problemas respiratorios, visuales y cutáneos, especialmente en niños y niñas. Según testimonios de los lugareños, se produce una especie de lluvia de residuos de color brillante que cubre la zona y afecta tanto la piel como la vista. También existe un residuo de color oscuro, que se mostró como evidencia, que se pega a la piel y afecta la salud de las personas.
Frente a esta situación, la atención en las salas sanitarias cercanas es deficiente y la mayoría de los médicos no diagnostica que esas alergias y heridas en la piel son fruto de la contaminación de la TKCSA, por la fuerte presión que sufren de la multinacional, quien de manera arbitraria se adueño de una calle de uso público, que ahora está cercada y con acceso restringido, demostrando el poder y la impunidad con la que se manejan.
La empresa niega todas las acusaciones y denuncias realizadas por los lugareños. Está planteando una política de división y coptación de dirigentes y moradores, con el fin de desmovilizar a la población. Así se negó a recibir a la delegación de la Misión, argumentado que las organizaciones que estaban participando realizaban denuncian infundadas contra ellos y que por eso no les permitían el acceso a la planta siderúrgica, poniendo en evidencia el poco margen que tienen para refutar las pruebas concretas de los efectos de la contaminación sobre los cuerpos y salud de las personas.
Este proyecto de la TKCSA, generador de una gran deuda socio-ambiental y climática con los habitantes de la zona, es parte del denominado Plan Acelerado de Crecimiento (PAC) impulsado por el actual gobierno brasilero y financiado por el Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) con recursos públicos.
Pablo Herrero Garisto
Jubileo Sur/Américas(JS/A)