Declaración del IV Foro Mesoamericano
"Por la autodeterminación y la resistencia de los pueblos"
21-24 de julio 2003, Tegucigalpa, Honduras
Reunidos en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco
Morazán en el marco del IV Foro Mesoamericano delegados y
delegadas de México, Guatemala, El Salvador, Honduras,
Nicaragua, Costa Rica, Panamá y representaciones de otros
países hermanos, bajo el lema "La Autodeterminación y
Resistencia de los Pueblos" y con la firme convicción de
que "Otra Mesoamérica es Posible", nos dimos a la tarea de
analizar la actual situación de nuestra región con el fin
de definir estrategias de lucha para enfrentar y revertir
la embestida del neoliberalismo.
Hemos constatado a través de la reflexión que los
resultados de más de veinte años de programas de ajuste
estructural, desregulación de las economías,
privatizaciones y endeudamiento externo sólo han traído
más pobreza y concentración de ingresos y activos, mayor
desempleo y precarización de la condiciones laborales,
profundización de los procesos migratorios, destrucción de
nuestros ecosistemas y recursos naturales, inseguridad
alimentaria, limitación del acceso de la población a
servicios públicos básicos y la sistemática violación de
los derechos económicos, sociales y culturales, con
especial énfasis en niños, niñas, jóvenes, mujeres, pueblos
indígenas y afrodescendientes.
Observamos cómo las estrategias de dominación imperialista
han experimentado en la década de los noventas un salto
cualitativo que va de la definición e implementación de los
paquetes de ajuste estructural impulsados por la banca
multilateral (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional,
Banco Interamericano de Desarrollo) y que se imponen a
través del marco de condicionamientos atados a los
préstamos otorgados a los gobiernos; hasta el
establecimiento de un conjunto de normas definidas por la
Organización Mundial de Comercio, que modifican los marcos
jurídicos de los Estados y que convierten los privilegios
de las corporaciones transnacionales en plenos derechos
para ellas, en un claro esfuerzo por disponer de una
Constitución planetaria, desde la cual se privilegian los
"derechos del capital".
Es a través de los tratados bilaterales de libre comercio
(TLCAN y TLC CA-EU), los acuerdos regionales (ALCA) y los
megaproyectos de inversión (Plan Puebla Panamá), cómo se
subordina nuestra legislación secundaria a la lógica de la
ganancia, y además se crean las condiciones de
infraestructura –financiada con endeudamiento y recursos
públicos—que garanticen el óptimo funcionamiento del
capital transnacional en la región, el cual además hace a
nuestros pueblos cada vez más dependientes y vulnerables
frente a estas políticas económicas y las empresas
transnacionales.
No cabe duda que la apuesta del gobierno estadounidense por
impulsar los tratados y acuerdos de "libre comercio",
constituye una pieza fundamental de la nueva estrategia de
seguridad nacional de los EEUU, la cual desde una opción
militarista y basado en una visión unilateral justifica la
represión de cualquier disenso que representen oposición a
los proyectos de dominación transnacional. Además, el
gobierno de los Estados Unidos utiliza el chantaje de los
emigrantes ilegales como un arma para la obtención de sus
objetivos estratégicos militares y comerciales.
Las reglas de la OMC, van mucho más allá de aspectos
estrictamente comerciales, pues incluyen aspectos de
inversión, políticas de competencia, servicios y derechos
de propiedad intelectual, entre otros. Estas normativas
resultan perjudiciales para nuestros pueblos y afectan la
misma existencia de las personas, por ello planteamos la
necesidad de regulaciones al capital y no ceder más poderes
para las transnacionales. Buscamos impedir que en la
Reunión de la OMC en Cancún, México se inicien nuevas
negociaciones que multilateralicen las inversiones;
propugnamos dejar fuera de la OMC la agricultura, la
inversión, los aspectos de la propiedad intelectual, os
servicios públicos y las reglas que limiten el papel del
Estado y sus responsabilidades con los pueblos en la
definición e impulso de los proyectos nacionales de
desarrollo.
El IV Foro Mesoamericano "por la Autodeterminación y la
Resistencia de los Pueblos" plantea que:
- Las privatizaciones de los servicios públicos han
mostrado --en general-- una clara tendencia alcista en
las tarifas, la consolidación de monopolios u
oligopolios privados proveyendo servicios públicos, han
estimulado la corrupción, y atentan contra la soberanía
y cultura de los pueblos mesoamericanos. Considerando
que los servicios públicos constituyen derechos humanos
fundamentales, rechazamos categóricamente que sean
considerados como mercancías sujetas a las leyes del
mercado.
- Los TLC, el PPP y el ALCA promueven un esquema de
inversión extranjera directa basada en la producción
maquiladora, la cual tiene como principal incentivo la
flexibilización laboral y la sobreexplotación de las
personas trabajadoras –principalmente mujeres—. Frente a
este modelo maquilador, nos pronunciamos porque la
fuente de competitividad de las empresas deje de ser la
reducción de los costes laborales basados en la
precarización de las condiciones de trabajo; y
reivindicar el cumplimiento de los derechos laborales y
la definición de políticas nacionales de empleo, que
propendan a la creación de empleos dignos.
- Mesoamérica es una de las regiones más ricas del
planeta en biodiversidad, eso la convierte en una zona
de enorme interés para las empresas transnacionales
dedicadas a la bioprospección, que amparadas en los
derechos de propiedad intelectual, amenazan con el
saqueo de las especies animales y vegetales de nuestros
países. Esta amenaza trasciende al robo de los
conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas; y
al manejo depredatorio que las inversiones extranjeras
realizan, las cuales amparadas en el capítulo de
inversiones de los TLC, están facultadas para actuar
violentando nuestras legislaciones ambientales. Por lo
anterior, rechazamos el aprovechamiento del marco de los
Derechos de Propiedad Intelectual y las inversiones para
legitimar los procesos de bio-piratería en la región
mesoamericana.
- La represión contra las comunidades indígenas y
afrodescendientes, que son objeto directo de los
proyectos del PPP y de los tratados comerciales para ser
despojados de sus tierras que ancestralmente les
corresponden y que hoy los gobiernos promueven a través
de privatizaciones, construcción de presas y represas,
así como el trazado de carreteras que generan
importantes impactos en estos importantes sectores de la
población.
- Las políticas y reformas neoliberales han provocado la
destrucción de la agricultura campesina e indígena en
Mesoamérica y la profundización de la pobreza rural;
también se ha permitido la reconcentración de la tierra
en pocas manos, a través de contrarreformas agrarias. Al
respecto, rechazamos el sesgo antiagropecuario de las
políticas económicas, el abandono del agro, la
producción de alimentos modificados genéticamente –
transgénicos-- y la pérdida de la soberanía alimentaria
de los pueblos de la región, situaciones que se verían
agravadas con la implementación de un TLC CA-EU, en
tanto mantiene importantes barreras no arancelarias a la
entrada de los productos centroamericanos –como las
normas sanitarias y fitosanitarias-- y mantiene
subsidiado el sector, con lo cual las economías de la
región se convertirían en importadores de la producción
estadounidense, con la consiguiente secuela en los
sectores nacionales y en la pérdida de la capacidad
alimentaria..
- Los TLC despoja a los Estados Nacionales de los
instrumentos de políticas públicas que les permita
desarrollar estrategias nacionales de desarrollo
orientadas a crear capacidades competitivas y
articulaciones productivas, así como establecer
regulaciones a las inversiones extranjeras en función de
los objetivos del desarrollo. En este sentido nos
pronunciamos por la potenciación de un proyecto nacional
fundamentado en principios democráticos, de
sustentabilidad y que reduzca las profundas brechas de
desigualdad –genérica, etárea, étnica, social y
geográfica-.
- En la construcción de las alternativas mesoamericanas
reconocemos la importancia de un sistema de economía
solidaria que satisfaga las necesidades humanas, basada
en redes de producción y comercialización de productos y
servicios comunitarios, que descansan en la organización
comunitaria y en el empoderamiento de la población.
Propugnamos por un proyecto nacional de desarrollo que
genere oportunidades para toda la población, y que
contribuya a la contención de los flujos migratorios
nacionales e internacionales.
- Consideramos que la suscripción de TLC y ALCA no es la
única, ni mucho menos la mejor vía que garantice una
adecuada inserción económica externa para nuestros
países. Rechazamos enérgicamente la suscripción del TLC
CA-EU y del proyecto del ALCA, que constituye
instrumentos para beneficiar los procesos de acumulación
de capital de las empresas transnacionales, y cuya
lógica violenta los más elementales derechos humanos.
Nos pronunciamos por empujar un auténtico proceso de
integración de los pueblos, fundado en acuerdos de
cooperación económico, social, ambiental, cultural,
técnico y energético.
- Nos manifestamos por la desmilitarización en nuestros
países y por el retiro inmediato de las bases militares
estadounidenses. Exigimos la no instalación de complejos
de adiestramiento militar en la región, la eliminación
inmediata de los presupuestos militares y de los
ejércitos, de manera que sus presupuestos sean
transferidos a las áreas de desarrollo social.
La compleja realidad de la región exige el fortalecimiento
y consolidación de un movimiento mesoamericano que pueda
plantar de manera unificada una férrea resistencia a los
proyectos de comercio e inversión. Para nosotras y
nosotros, es clave extender la organización social,
acompañada de procesos de alfabetización y difusión sobre
la temática del comercio-inversión, mejorar la comunicación
y los mecanismos de articulación entre redes,
organizaciones y movimientos en los planos local, nacional
y regional. Un reto inmediato es avanzar en la conformación
de un proyecto alternativo que nazca desde y para los
pueblos.
OTRA MESOAMÉRICA ES POSIBLE
POR LA AUTODETERMINACIÓN Y LA RESISTENCIA DE LOS PUEBLOS
MESOAMERICANOS