Transgénicos: Condena a Bush

2003-05-21 00:00:00

La administración Bush denunció ayer a la Unión Europea
(UE) ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por
su precavida política de transgénicos. Es un mensaje a
los países que establecen reglamentaciones estrictas.

La administración Bush ha declarado la guerra a los
consumidores con la presentación de una denuncia contra
la moratoria sobre nuevas aprobaciones de transgénicos,
moratoria en vigor desde 1998 en la Unión Europea. La
administración Bush para justificar su denuncia argumenta
que la moratoria sobre transgénicos ha provocado la
pérdida de mercados para las exportaciones de EE.UU. Sin
embargo fue precisamente el rechazo de los consumidores
lo que provocó la pérdida de mercados para EE.UU. y no la
moratoria.

La Alianza por una Nicaragua Libre de Transgénicos, el
Centro Humboldt, Amigos de la Tierra, Greenpeace y la
Rel-UITA condenan tajantemente este intento de
desestabilización de las políticas Europeas de
transgénicos y esperan que esta maniobra política sirva
solamente para reforzar el rechazo a las modificaciones
genéticas por parte de los consumidores. De hecho, todas
las encuestas siguen poniendo de manifiesto que la
inmensa mayoría de los consumidores europeos no quiere
ingerir alimentos modificados genéticamente.

"Abrir un expediente ante la OMC para ayudar a la
industria biotecnológica, desesperada por el rechazo que
sufren sus productos, es un insulto a los ciudadanos
europeos" declara Liliane Spendeler, responsable del área
de biotecnología de Amigos de la Tierra.

Cualquier país tiene derecho a rechazar los OMG
(Organismos Modificados Genéticamente) y a exigir un
etiquetado obligatorio de los derivados de transgénicos.
La UE mantiene un posicionamiento muy ético al defender
los derechos de la inmensa mayoría de sus ciudadanos,
mientras que la administración norteamericana utiliza a
la OMC para defender los intereses de las empresas
biotecnológicas, en contra de los intereses medio
ambientales y del derecho de los ciudadanos a elegir sus
alimentos. La OMC debería aclarar que este asunto no es
de su competencia. Además el Protocolo de Bioseguridad de
Cartagena entrará próximamente en vigor, representando
todas las posturas planetarias sobre los intercambios de
Organismos Modificados Genéticamente y de sus derivados,
reconociendo sus riesgos, aludiendo al principio de
precaución, y otorgando legitimidad absoluta a los
estados para regular las importaciones de OMG. "La OMC es
una gran maquinaria diseñada para promover los intereses
corporativos. Es éste un gesto político por parte de la
administración Bush dirigido hacia los agricultores del
"midwest" norteamericano y pretende lanzar una señal
hacia todos aquellos países con intenciones de restringir
y controlar el tráfico de OMG", afirma Juan-Felipe
Carrasco, responsable de la campaña de Ingeniería
Genética de Greenpeace.

"Toda la Sociedad Civil Centroamericana, rechaza esta
iniciativa contra la Unión Europea, porque pone en
peligro la Seguridad y Soberanía Alimentaria de nuestros
pueblos. Nosotros instamos al Gobierno de Nicaragua y a
los Gobiernos de Centroamérica a NO respaldar a Estados
Unidos en esta iniciativa contra la UE", afirma Julio
Sánchez, Coordinador de la Campaña de transgénicos en
Centroamérica del Centro Humboldt, Amigos de la Tierra.

19 de Mayo de 2003