La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo de
defensa y promoción de los derechos humanos de la OEA, solicitó ayer
al Estado ecuatoriano que adopte "medidas cautelares" que garanticen
la integridad de dirigentes y territorios de la comunidad kichwa de
Sarayaku (provincia de Pastaza, Ecuador). Como es de conocimiento
público, esta comunidad se opone a que la empresa CGC inicie la
explotación petrolera en sus territorios.

COICA expresa su complacencia por la decisión de la CIDH que,
espera, contribuirá a menguar la inseguridad que viven los
compañeros de la comunidad antes mencionada. Reconoce la
preocupación de este organismo por la situación de los Pueblos
Indígenas en este caso en particular, le solicita que realice todos
los esfuerzos que estén a sus alcance para que el Estado ecuatoriano
cumpla sus recomendaciones y le invita a actuar con la misma energía
en otras situaciones críticas que actualmente están viviendo otros
Pueblos Indígenas de la Cuenca Amazónica.

Por otro lado, COICA pide al gobierno ecuatoriano, encabezado
actualmente por Lucio Gutiérrez, que realice los mayores esfuerzos
para cumplir las recomendaciones de la CIDH, que redundarán en el
bienestar de este pueblo amazónico, coterráneo del Presidente. Por
ello, recomienda que cualquier actividad en estos territorios, sea
esta pública o privada, que afecte el cumplimiento de estas
recomendaciones, sea suspendida por un lapso de 6 meses, según el
plazo dado por la CIDH.

COICA también recuerda al gobierno que las comunidades tienen el
derecho constitucional a ser consultadas cuando se realizan
proyectos que las afectan directamente. Éste y otros casos muestran
lo que sucede cuando los Estados desoyen el clamor de sus pueblos.
COICA espera que este caso sirva de precedente para no actuar de
manera inconsulta, especialmente en lo referente a las actividades
extractivas en los territorios de los Pueblos Indígenas.

COICA felicita a la comunidad de Sarayaku y a las organizaciones que
respaldan su lucha por la defensa que viene realizando de sus
territorios e invita a las organizaciones indígenas de toda la
Cuenca Amazónica a seguir este ejemplo. Este proceso demuestra que
vale la pena luchar por defender la vida de los Pueblos Indígenas
porque los poderes que nos amenazan no son todopoderosos. Se
recomienda a esta comunidad que permanezca vigilante ya que solo se
ha ganado una batalla y no la guerra.

Por último, COICA y sus organizaciones miembros en los 9 países de
la Cuenca Amazónica estaremos a la expectativa de este proceso para
que se sigan las recomendaciones de la CIDH y para que los derechos
de los Pueblos Indígenas sean respetados en toda la región.

Quito, 6 de mayo del 2003