Si bien Guatemala es un país con un ingreso per cápita aceptable (Q.19 mil 137.20 anual), es el país latinoamericano con menos equidad en la distribución de la riqueza, después de Brasil. El 62.1 por ciento del ingreso nacional se concentra en el 20 por ciento de la población de mayores ingresos, mientras el 20 por ciento de la población más empobrecida únicamente accede al 2.4 por ciento del ingreso nacional.

La situación agraria es aún peor. El 92 por ciento de las y los productores cultivan el 21.86 por ciento de la tierra, mientras el 1.86 por ciento de los productores ocupan el 56.59 por ciento. Esta situación refleja una inequidad casi total en la tenencia de la tierra; inequidad que en once años de vigencia de los Acuerdos de Paz no se ha logrado mejorar. Peor aún, en el Gobierno de Oscar Berger, que en general se caracterizó por su fundamentalismo neoliberal, pro-empresarial y anti-popular, no sólo se dejó sin atender a más de 1,550 casos de conflictos agrarios, sino se ejecutó más de 105 desalojos violentos a familias campesinas.

Lo anterior deriva en una situación social deplorable: De los 12.9 millones de habitantes guatemaltecos y guatemaltecas, el 35 por ciento vive en situaciones de pobreza con menos de 6,574 quetzales anuales, y otro 15.2 por ciento vive en condiciones de extrema pobreza con menos de 3,206 quetzales anuales; siete de cada diez pobres viven en el área rural, de los cuales seis son indígenas. La desnutrición crónica afecta al 49.3 por ciento de la niñez entre 3 y 5 años - entre la niñez indígena la desnutrición crónica afecta a dos de cada tres niños/as, o sea al 69.5 por ciento. El costo de la canasta básica alimentaria se ha incrementado en un 30 por ciento, reflejada en el aumento al precio de las tortillas, panes, pastas, leche y verduras. El salario mínimo que anualmente debe fijarse por el Estado es de hambre, durante los últimos cuatro años apenas se aumentó en un 5 por ciento. Por lo tanto el costo de la canasta básica vital casi dobla el salario mínimo.

CNOC, CNP-Tierra y CONGCOOP demandamos al nuevo gobierno de la UNE revertir esas tendencias. Al mismo tiempo hacer efectivo el papel del Estado en cuanto a la aprobación y ejecución de políticas sociales redistributivas (expresadas en mejores prestaciones de los servicios básicos de salud y educación, así como seguridad social; ampliando su cobertura con calidad en el área rural) e intervenir en aquellos sectores de la economía que afectan directamente a la población (poniendo precios topes a los productos de la canasta básica y al transporte, precios de garantía a los productores agrícolas, y salarios mínimos equivalentes al costo de la canasta básica vital).

Respecto a la problemática agraria, específicamente exigimos:

A) Conflictividad Agraria: deben detenerse los desalojos y resolver la problemática de la deuda agraria que amenazan con dejar sin tierra y con deudas a cientos de comunidades.

B) Impulsar el Desarrollo Rural: se debe aprobar la propuesta de ley de desarrollo rural que las organizaciones campesinas y sociales han presentado, y luego impulsar el código agrario;
C) Aplicación plena de las leyes laborales: es necesario fortalecer las instituciones responsables de verificar el cumplimiento de los derechos laborales en el campo y la ciudad. Que se cumplan la seguridad e higiene en las fincas y haciendas. Que se pague el salario mínimo y que se garantice el derecho de organización sindical contenido en nuestras leyes y Constitución.

D) Ejecutar la política de Seguridad Alimentaria y Nutricional, para lograr en todo el territorio el efectivo cumplimiento del Derecho Humano a la Alimentación y la soberanía alimentaria.

E) Respetar el Territorio y los Recursos Naturales, acatando los resultados de las consulta populares realizadas en más de 12 municipios de diferentes departamentos del país. Para concretar es preciso que durante los primeros 100 días de gobierno se ejecuten proyectos relacionadas a lo mencionado y para ello estamos anuentes a participar en los diálogos sectoriales y al Gran Diálogo Nacional, que seguramente será para el beneficio de la población en general.

Comité de Unidad Campesina -CUC-, Comunidad Indígena Xinca de Jutiapa, Consejo Nacional de Desplazados de Guatemala -CONDEG-, Consejo Nacional Indígena y Campesina –CNAIC-, Comité de Desarrollo Campesino –CODECA-, Asociación Campesina por el Desarrollo de Peten –ACDIP-, Coordinadora Campesina Kab´awil –(Organizaciones miembros de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas –CNOC-)

Coordinación de Organizaciones No Gubernamentales y Cooperativas

-CONGCOOP-

Coordinadora Nacional Permanente por los Derechos Relativos a la Tierra de los Pueblos Indígenas

-CNP-TIERRA-

Guatemala, Enero de 2008.